Y se acabó…. bueno, no se acabó la serie… ni siquiera la temporada, pero terminó la primera parte y tenemos mucho de qué hablar. Esta semana voy a variar el formato: dividiré la reseña en diferentes apartados enfocados en lo que pasó con los personajes más relevantes. Al menos por esta vez, tuvimos diferentes ejes narrativos que, de hecho, sientan interesantes posibilidades para la segunda mitad de temporada. Sobra decirlo pero cuidado con los «spoilers», los soltaré indiscriminadamente.
Victor Strand
Como vimos la semana pasada, Victor decidió no seguir el plan de suicidarse, sino que más bien le metió una bala en la cabeza a Thomas para evitar su transformación. Aunque vi venir un conflicto serio con Celia por esto, con gente lanzada viva a la jaula de los caminantes y todo, en realidad todo se resolvió con demasiada calma para mi gusto. Simplemente, la anfitriona condenó a Strand y a sus acompañantes al exhilio con un día de tiempo, el cual Strand aprovechó para cavar la tumba de Thomas y darle sepultura. Así, el personaje sirvió como el movilizador de la trama, tanto por ser responsable de la expulsión del grupo como por poseer los medios para continuar viajando: el Abigail y el carro para llegar hasta él. En síntesis, buen uso del personaje pero no muy buena ejecución de su arco, que francamente daba para más.
Madison Clark
Mady finalmente se enfrentó a la particular situación de Nick, a quien hemos visto cayendo poco a poco en una extraña fascinación por los caminantes, la cual encontró acogida en Celia (más de esto adelante). Mady apenas y reaccionó al respecto, preguntándole a su hijo el porqué de sus acciones, las cuales él tampoco explicó por completo. Más que un personaje activo, Mady anduvo de un lado a otro de la trama como una especie de condensador: ella conectó los diversos elementos, dándole unidad a la historia como el centro emocional del grupo. Eso sí, fue la provocadora directa del aparentemente trágico destino de Celia Con todo, reitero, su reacción con respecto a Nick fue un poco comedida, sobre todo al final, cuando apenas y luchó por convencer al muchacho de desistir en sus extraños empeños y aceptó sin más que Travis no regresara.
Travis Manawa
Sin duda, uno de los personajes mejor tratados del episodio, con lo que no digo necesariamente que le fuera bien, sino que su hilo narrativo fue de los más ricos. Resultó atrapante verlo partir en busca de Chris y encontrárselo en una situación tan oscura, manipulando a un pobre campesino mediante el secuestro de su pequeño hijo. El punto culminante, cuando se enfrentaron cuerpo a cuerpo y Chris hasta intentó herirlo con el cuchillo, fue de verdad tenso y revelador. La verdad es que no creí que Chris estuviera tan «allá», pero parece que sí cruzó una línea y le será muy difícil volver. Tanto así que Travis decidió quedarse con él y hacer su propio camino en lugar de regresar con Mady y los demás. Fue un giro verdaderamente inesperado y que da para muchas aventuras, pues nunca se sabe lo que se puede encontrar en este mundo en indetenible deterioro. Eso sí, es inevitable apuntar que la transformación de Chris en asesino maniático resultó apresurada y, ciertamente, inmotivada. Claro, el muchacho tuvo que sobrellevar la muerte de su mamá pero puña… ¿ de verdad lo iba a trastornar tanto el asunto, al punto de ponerlo en contra de sus seres queridos y de aprovecharse de un niño para tomarlo como rehén? Cuesta digerirlo.
Nick Clark
Durante todo el episodio, Nick experimentó un acercamiento progresivo a Celia, el cual había iniciado en el episodio anterior gracias a un buen tazón de pozole. Como lo dejaron claro algunos momentos a lo largo de la temporada, el joven siente cierta fascinación o curiosidad por los caminantes, lo cual, como ya mencioné, encontró la aprobación de Celia. Ante el inminente exhilio del grupo, Nick decidió traerle a Celia el cadáver revivido de Luis, con lo que consiguió la permanencia en la hacienda de los suyos, con la excepción de Strand. Consumado el trato, Celia finalmente explicó su posición con respecto a los caminantes, a la que me referiré en el apartado del personaje. Para terminar con Nick, no podemos dejar de comentar su decisión final. Aunque insisto en que la reacción de Mady fue demasiado comedida e impropia de la actitud protectora que siempre ha mostrado, el deseo de Nick de quedarse en la hacienda repleta de caminantes y simpatizantes de Celia no deja de ser intrigante y de llamar la atención, sobre todo teniendo en cuenta las posibilidades narrativas. Ahora bien, tengo una observación: si Nick siente algún nivel de identificación con los caminantes, ¿por qué no le tiembla el pulso para destriparlos y embarrarse de sus vísceras? De hecho, la escena en que se jacta ante Maddy de ser «invisible» entre ellos me pareció contradictoria en ese sentido. El compa lo dice como si su invisibilidad fuera un súper poder y no la consecuencia de embarrarse en despojo de caminante. Eso sí, tampoco queda del todo claro que lo que Nick siente sea la misma compasión de Celia, así que su actitud aún está por explicarse.
Daniel Salazar:
Probablemente el personaje más interesante de esta parte de la serie, pero a la vez el más desperdiciado. El hecho de que Daniel fuera un ex militar salvadoreño que torturó y asesinó a muchas personas durante la guerra representaba cualidades interesantes para el personaje: tenía experiencia en situaciones críticas, manejaba bien las armas y mantenía una infranqueable desconfianza hacia la mayoría de su prójimo; pero no solo se trataba de habilidades, sino que su pasado bélico representaba también su debilidad: constantemente tenía pesadillas y cargaba con un remordimiento crónico dada su implicación en tantas muertes. Celia, de alguna manera injustificada, notó esto último y se lo mencionó en el episodio anterior. Pues bien, era de esperarse que el decenso al infierno de Daniel continuara y así lo vimos con el sueño en que Ofelia parecía podrirse en vida y con la constante sensación de que la hacienda de los Abigail estaba maldita, lo cual devino en que se pusiera violento con su hija y los hombres de la hacienda lo apresaran. La escena en que Celia lo enfrenta con su situación y se escucha la voz en «off» de la difunta Griselda es sencillamente escalofriante, sobre todo por la manera en que las líneas de Griselda son hábilmente intercaladas entre el diálogo de los otros interlocutores, de modo que al principio incluso es difícil comprender lo que está pasando. La aparición visual de Griselda confirmó que el estado mental de Daniel, consumido por el remordimiento, era irreparable. Ahora bien, lo que me decepcionó fue el desenlace: tras liberarse, Daniel se consigue un galón de gasolina y hace explotar la jaula de caminantes, con lo que provoca un incendio que consume toda la hacienda. Su muerte, si bien tuvo su impacto, saca de escena a un personaje cuya historia apenas estábamos comenzando a descubrir. Todo el asunto de que su primer asesinato ocurrió cuando era solo un niño quedó en nada, puesto que aunque ayudó a crear una idea sobre la verdadera identidad del personaje, tenía potencial de iniciar una historia aún más interesante. Pero bueno, el hecho de que Ofelia sobreviviera permite la posibilidad de conocer más de Daniel, aunque ya había quedado claro que ella tampoco conocía la verdad sobre su padre.
Celia Flores:
Otro personaje muy interesante que sufrió un final apresurado. Desde que Luis afirmara que su madre podía sobrevivirlo todo, Celia comenzó a parecer un personaje llamativo. Al conocerla y descubrir que mantenía una jaula llena de caminantes (a los cuales hasta alimentaba) despertó aún más el interés. Finalmente, en este episodio conocimos su posición: para ella los caminantes son criaturas incapaces de controlar su naturaleza y su hambre, por lo que matarlos resulta monstruoso. Lo intertesante es que dicha postura no es totalmente descabellada, sobre todo si la consideramos desde la noción de que los seres humanos solemos asignarnos, por defecto, la superioridad sobre las otras especies. Claro, es un hecho que los caminantes están bien muertos y bien revividos, pero la postura de Celia, a su particular y perturbadora manera, mantiene su coherencia. De hecho, hay todo un trasfondo religioso en su idea de la superación de la muerte y la vida eterna, así como en el hecho de que llame «criaturas» a los caminantes, con lo que los incluye en la Creación. Sobre su situación final, me pareció un poco inverosímil que llevara a Maddy a ver su colección de caminantes y que le diera la espalda con tanta confianza, brindándole la posibilidad de encerrarla. Eso sí, tengo mis dudas con respecto a su muerte, primero porque en realidad se mostró muy tranquila al verse encerrada y segundo porque al final, cuando Daniel hizo estallar el lugar, no es claro que Celia haya sido consumida por los caminantes. Ciertamente se ve que están comiendo, así como algunos trozos de carne en el suelo, pero podrían ser de los chanchos con los que los alimentaban. ¿Se escaparía Celia por alguna salida secreta?, ¿la devoraron al punto de no dejar ninguna evidencia?, ¿sería que algo se me escapó? No tendría nada de raro pero, por más que veo, no logro apreciar alguna evidencia de su muerte.
Con respecto a los otros personajes, como Alicia, Ofelia y Chris, sus roles fueron secundarios, así que no vale la pena entrar en detalles. El asunto es que tenemos tres subgrupos: el de Mady, completado por Strand, Alicia y Ofelia, el de Travis, a quien acompaña Chris, y el de Nick, que se quedó aparentemente solo. Considerando que el plan de Strand es volver al Abigail, es posible que las aventuras en altamar continúen y volvamos a ver a Jack y a Alex. Con respecto a lo que le espera a los demás en tierra, todo está abierto a la especulación.
Y bien, eso fue la primera mitad de la segunda temporada. El episodio me pareció bien escrito y dinámico, capaz de sostener varias narrativas de forma más eficiente que otros episodios que intentaron cosas similares. Con todo, en lo personal la serie me ha decepcionado más de lo que me ha gustado, puesto que se le complica mucho contar una historia cohesiva y coherente que logre interesar de verdad, pero he de reconocer que algo me interesa el destino de algunos personajes. Sin embargo, creo que ya podemos ir perdiendo la esperanza de que la serie mejore y alcance el nivel de The Walking Dead. El experimento ya no cuajó y solo queda esperar que los últimos cinco episodios de la temporada mantengan un mínimo de calidad y que cierren la historia de alguna manera, puesto que la verdad sería vara esperar una tercera temporada. Eso sí, como el mundo funciona al revés, no sería raro que la renueven. Como siempre, solo nos queda esperar.
