En 2016 nos presentaron a uno de los equipos de villanos más famosos de los comics y… bueno mejor no recordarlo, aunque si hubo algo memorable, Margot Robbie como Harley Quinn.
Este año tendremos la (¿ansiada? ¿secuela?) nueva versión del equipo dirigido por Amanda Waller, solo que con un nuevo ocupante en la silla del director, un tal James Gunn.
Una segunda oportunidad
El estigma que dejó la primera representación del escuadrón suicida en la gran pantalla parecía definitivo en cuanto a la franquicia. Nadie salió del cine esperando una segunda entrega, bueno, casi nadie.
Cuando DC decide traer a un director experto en películas protagonizadas por equipos de súper héroes (y de la acera de enfrente ni más ni menos), lo que nadie se esperaba era que fuera para revivir Suicide Squad. Tampoco era claro porqué Gunn aceptó… hasta que uno ve la película.

Lo mejor de dos mundos
The Suicide Squad es absurdamente violenta, absurdamente divertida (tanto en humor absurdo como humor que funciona) y más profunda de lo que debería ser. El desarrollo de personajes es algo que también va mucho más allá de lo que uno esperaría de personajes un tanto estereotipados de entrada. Para desarrollar esto es mejor que les diga mis expectativas previo a ver la película: bajas.
El trailer sinceramente no me hizo gracia, me pareció un humor demasiado gringo y sin mucha profundidad aparente. Y así empieza la película, sin una forma especial de presentarte a los personajes y típica de películas genéricas de este tipo.

The Weasel por ejemplo, es un personaje chocante de entrada, pero que precisamente tiene ese propósito, es una cosa horrible, sin alguna característica que te de esa vibra que te da Rocket en Guardianes de la Galaxia. Uno inevitablemente está esperando ver a dónde va Gunn con esto, y es después de unos minutos que te das cuenta de que Gunn está activamente jugando con esas preconcepciones, solo para romperte el paradigma de maneras memorables.
Las secuencias iniciales te dejan ver que este es un director liberado, que tiene un lienzo en blanco para ponerle todo el color imaginable, en patrones inesperados. Te trae lo que hace a las películas de Marvel tan buenas, y te lo mezcla perfectamente con lo que se hace también en el universo animado de DC.
Absolutamente lo mejor de dos mundos.
Un director liberado
¿Quién iba a pensar que Gunn tenía tendencias Tarantinescas? Esta película, por si se lo estaban preguntando es una secuela; y eso queda claro con la complicidad que hay entre los sobrevivientes de la película que… no se debe mencionar. Esa decisión también tiene una razón específica de ser, te ahorra explicar cosas como quién es Amanda Waller o el fin de conjuntar a este escuadrón secreto; quien por cierto vuelve a ser interpretada por la increíble Viola Davis, solo que esta vez la palabra implacable le queda corta. La ira, la determinación y la frialdad están subidos al máximo, y espectacularmente ejecutada por la ganadora del Oscar.
Gunn juega con nosotros cada vez que puede y hace sentido hacerlo, sabe lo que se espera de estas películas a nivel de guion, diálogos, puesta en escena y de él mismo por su trabajo anterior, solo para cambiarte esa percepción y sorprenderte. No es que uno no sepa lo que va a pasar, o que el final sea algo complicado; pero si te dice: ¿esperabas que pasara esto aquí no? Pues no, te lo cambia de maneras que inevitablemente te pone una sonrisa en la cara, o hasta alguna carcajada.

Esos pequeños detalles ya son más que bienvenidos, pero además el director no se detiene ahí. El desarrollo de personajes no baja del estándar que se espera en una película de James Gunn. Con actuaciones memorables (Cena siendo la sorpresa más feliz) y una forma de humanizar a estos delincuentes que no se puede comparar con nada en el universo cinematográfico de DC. Así mismo el nivel de violencia y acción es de alguien que está sin ataduras de ningún tipo.
No quiero indagar en mucho detalle porque esta película merece ser experimentada sin saber mucho. Pero si debo decir que contiene las mejores escenas y la mejor representación de Harley Quinn en la pantalla grande, Margot Robbie es precisa en su entrega. Te deja claro la profundidad del personaje sin quitar de la mezcla ese factor de locura y de una combatiente nivel: Sí, necesitamos a Batman.

Idris Elba es otro punto alto, en general el guion permite que se pase de acción increíble a momentos personales de forma magistral.
Como mencioné antes, no voy a profundizar en los personajes porque parte de vivir esta cinta es entrar sin mucha información. Pero todos, Stallone incluido, dan con la tecla muchísimas veces más de las que no.
El Veredicto
La película no es perfecta, pero es definitivamente lo más cercano que DC ha llegado a, no solo a adoptar lo mejor de Marvel, sino que a mezclarlo con lo que las películas animadas de DC nos tiene acostumbrados. Se nota a leguas que James Gunn hizo la película que quería hacer, con mínimos compromisos.
¿Es la mejor película de DC? Eso se los dejo a ustedes, pero es definitivamente de las que hay que ver sí o sí, cero dudas.