«La ciencia ficción es la literatura más importante en la historia del mundo, porque es la historia de ideas, la historia de nuestra civilización dándose a luz a sí misma. La ciencia ficción es central a todo lo que hemos hecho».
-Ray Bradbury, Brown Daily Herald (marzo, 1995).
Si en este momento llegaran alienígenas a estudiar a la humanidad, podríamos darles un libro de Ray Bradbury y entenderían a nuestra especie a la perfección.
El pasado 22 de agosto se conmemoró el nacimiento de uno de los grandes autores de la ciencia ficción. Entre sus obras más famosas destacan las “Crónicas Marcianas”, una colección de relatos que reúnen la crónica de la colonización de Marte por parte de la humanidad, o historias de futuros distópicos y sombríos donde los libros son quemados y está prohibido leer, como el de “Fahrenheit 451”. También escribió una gran cantidad de cuentos cortos y recopilaciones de relatos como “Las doradas manzanas del Sol”.
Pero el trabajo de Bradbury no se limitaba a crear historias de tecnología avanzada para la época o de viajes en el espacio. El autor le ganó credibilidad y respeto a la ciencia ficción dentro de los géneros literarios. La grandeza de sus obras no radica en crear universos alternativos, posibles futuros o viajes a otros planetas, sino en la capacidad de retratar la humanidad y la sociedad, de forma que sus novelas e historias no pierden vigencia a lo largo de los años.
Entre 1951 y 1954, Al Feldstein adaptó 27 de sus historias para EC Comics, y algunas de estas fueron recopiladas en los paperbacks «The Autumn People» (1965) y «Tomorrow Midnight» (1966). En los 50’s también se adaptaron algunas de sus historias a la televisión, para series de antología como Tales of Tomorrow, Lights Out y Alfred Hitchcock Presents, así como adaptaciones al radio drama, como Dimension X y X Minus One.
En 1953, William Alland llevó por primera vez una historia de Bradbury a la gran pantalla, adaptando «It Came from Outer Space». A lo largo de los años, sus obras se han seguido adaptando y su influencia se ha expandido a otros medios, como el videojuego de estrategia «Fahrenheit 451», lanzado en 1984 y basado en el libro homónimo. De hecho, el mismo Bradbury colaboró durante la creación del juego. En la música, canciones como «Rocket Man» de Elton John y «The Veldt» de Deadmau5 están también basadas en las historias del mismo nombre. Esto por poner tan solo unos ejemplos.
El efecto mariposa
«El sonido del trueno» es uno de los cuentos más populares de Bradbury, publicado en 1952. Retrata un futuro en el año 2055 en el que se puede viajar en el tiempo. A esta historia se le acredita el origen del término «efecto mariposa». Un error cometido en el pasado, la muerte de una mariposa en la Era Jurásica, ocasiona que el presente en el 2055 sea completamente distinto. El término como tal en realidad fue introducido por Edward Norton Lorenz en 1960 como un concepto de la teoría del caos, que plantea que el aleteo de una mariposa en un lugar del mundo puede producir un huracán al otro lado del planeta. Efectivamente, el cuento de Bradbury es uno de los ejemplos más significativos de esta teoría y de la física del viaje en el tiempo.
De la misma forma, como el efecto mariposa, es normal oír historias de múltiples autores contemporáneos que casualmente toparon con un libro de Bradbury cuando eran niños, y este les abrió la mente y los llevó a otros mundos. Pocos autores logran ser tan genuinos y auténticos a la hora de capturar el espíritu de aventura de un niño. La forma en que Bradbury escribe es la forma en que uno se siente.
Su influencia se refleja en varios autores y cineastas como Steven Spielberg, quien considera a Ray Bradbury como «la musa de gran parte de su carrera en la ciencia ficción». Neil Gaiman, ha recalcado el impacto que ha tenido el autor en él desde niño y como adulto, que se refleja en su historia «The man who forgot Ray Bradbury», un tributo para su cumpleaños número 91. Stephen King no solo lo considera una influencia sino que afirma que «Sin Ray Bradbury, no hay Stephen King».
No solo el maestro del terror no existiría sin Ray Bradbury. La influencia de sus obras se extiende a directores como David Lynch, James Cameron y Bob Gale, productor y guionista de «Back To The Future». Sin Bradbury no habría «The Twilight Zone», pues fue influencia directa de Rod Sterling e incluso colaboró con ideas y guiones para la serie. Algunos clásicos como Star Trek o la Familia Adams no serían lo mismo sin sus ideas. Se pueden encontrar referencias a sus historias en películas y libros contemporáneos, desde Jurassic Park, hasta Harry Potter o Doctor Who.
Construir el futuro en lugar de predecirlo
Sus obras han moldeado la forma de narrar historias de generaciones que vinieron después de él, al punto en que se hace imposible pensar o escribir sobre ciertos temas o ideas sin tomar a Bradbury como punto de referencia.
Como suele suceder con la ciencia ficción, muchas veces los autores se adelantan a la época y predicen inventos o realidades que años o décadas más tarde se llegan a cumplir. Audífonos bluetooth, pantallas planas gigantes, autos que se manejan solos, circuitos cerrados de vigilancia, inteligencia artificial y cajeros automáticos, son tan sólo algunos de los aparatos o conceptos que Bradbury explora en sus libros.
Sin embargo, más allá de inventos tecnológicos, sus retratos de sociedades ficticias son lo que hacen que su trabajo continúe vigente hasta la fecha. Historias como «Fahrenheit 451» llegaron a convertirse en mitos de nuestra era. Si bien hoy en día no estamos quemando libros en las calles y no somos gobernados por un ente central, la forma en que la sociedad actual consume información, datos e imágenes de forma masiva, con una fijación adictiva a una pantalla que nunca se apaga, no es tan alejada de la realidad que retrató Bradbury en 1953.
De igual forma, la idea de los medios masivos controlando los pensamientos y acciones de la población es una crítica que puede aplicar perfectamente a la sociedad de hoy en día, que mantiene un conformismo basado en su desinformación.
Explorando la humanidad
En «Crónicas Marcianas», los humanos colonizan el planeta rojo, huyendo de una Tierra devastada, y entran en un conflicto con los pobladores marcianos. Cualquiera que haya leído este conjunto de historias, sabe que no tratan sobre Marte. La Era Espacial es solo una excusa o una metáfora para retratar a la humanidad misma.
Trata sobre la exploración, la ambición y los efectos de la colonización. Trata sobre temas que nunca pierden vigencia, sea en 1950 o en 2016. Prejuicios raciales o de género, la devastación de la guerra y la naturaleza humana. Bradbury nos muestra a los hombres repitiendo los mismos errores del pasado con el fin de que no volvamos a cometerlos.
El legado de Bradbury es eso mismo. Es su capacidad de contar una historia de ciencia ficción, de terror, fantasía o misterio y convertirla en un espejo de autocrítica que permanece a través de la historia, sin un límite de tiempo. Es la forma en que logra dar justo en el punto, haciendo que un cuento o historia corta escrita hace más de 50 años nos haga cuestionarnos todo, y analizar el presente en que vivimos.
Es, sobre todo, la inspiración que representa para generaciones de generaciones de imaginar y construir un mejor futuro. Algo que se resume bien en esta frase:
«La gente me pide que prediga el futuro, cuando todo lo que quiero hacer es prevenirlo. Mejor aún, construirlo. Predecir el futuro es muy fácil, de todos modos. Miras a la gente a tu alrededor, la calle en que estás parado, el aire visible que respiras y predices más de lo mismo. Al diablo con más. Yo quiero mejor».
-Ray Bradbury, «Beyond 1984: The People Machines».