Varios años atrás, muchos(as) nos encontrábamos rogando por una adaptación animada de esta legendaria novela gráfica. En esa época, Mark Hamill fué bastante vocal acerca de tomarse un descanso como la voz de The Joker, sin embargo, fué explícito al mencionar que una adaptación de The Killing Joke lo haría volver al rol del príncipe payaso del crimen.
Años, grupos de facebook y miles de peticiones después, el sueño se concreta y no solo tenemos por fin una adaptación animada de esta historia, sino que nos brindaron el grandioso regalo de tener a Mark Hamill y a Kevin Conroy re-interpretando sus icónicos roles, pero, ¿es lo que esperábamos?.
La película abre con una mini-historia de Batgirl (Barbara Gordon) que narra como Barbara esta teniendo una obsesión con un villano que parece estar jugando mentalmente con ella. Esta historia se extiende por alrededor de 25 minutos en los cuales he de ser honesto, no sentía en lo más mínimo que estaba viendo una adaptación de The Killing Joke. A ésto, le sumaría una muy innecesaria y categóricamente extraña escena de sexo entre Batman y BatGirl en el techo de un edificio.
Imagino que la intención de los directores y escritores al hacer esto no solo fue de crear un arco para Barbara ya que las escenas post-créditos nos muestran su inicio como Oracle, sino que también de generar una reacción mas intensa y personal en Batman al momento de la tragedia que la deja paralítica. Sin embargo, resulta problemático ya que se siente innecesaria y ambas partes se sienten desconectadas, lo cual causa que el duelo inicial entre Batman y Joker (una batalla de ideologías con años de haberse gestado) pueda ser malinterpretada aquí como solamente una venganza por el nuevo afecto emocional que tiene por Batgirl (como si el tener que proteger a la hija de su mejor amigo, aliado y figura paterna alternativa no fuera suficiente carga emocional para sufrir por la tragedia).
Perfectamente podría uno adelantar esto e iniciar justo donde The Killing Joke toma el control y entender absolutamente todo el arco de Barbara. Apesar de esto, cuando comienzan a aparecer todas las escenas y diálogos extraídas directo de los paneles del libro, la película toma un nuevo rumbo de la mano de…Mark Hamill.
The Killing Joke realmente comienza en este punto. No solo nos presentan unos hermosos «easter-eggs»en la baticomputadora haciendo alusión a múltiples versiones de Joker, desde Jack Nicholson en su anuncio de Smilex en la playa, pasando por Heath Leadger en la prisión, mostrándonos la portada de «The Man Who Laughs», la muerte de Jason Todd, etc, hasta ver la espectacular interpretación de Mark en su etapa Pre-Joker con un tono de voz mas dulce y comedido, pero a la vez desdichado y triste.
Aunque en varias escenas la animación es solamente aceptable, tenemos la suerte de que en las escenas importantes realmente brilla e impulsa las emociones a lo alto, particularmente la escena del disparo a Barbara que se convierte justo en el golpe a las entrañas que la película debía replicar de su contra-parte literaria. No cabe duda que lo que sostiene y eleva la película son las actuaciones (SI, actuaciones) de Hamill y Conroy (como era de esperarse). La clasificación para mayores de edad esta bien ganada y justificada, aunque realmente no genera un impacto por lo gráfico de la violencia.
Conclusiones.
Pienso que la película generará división (como siempre) ya que los puristas podrán ver la mini-historia de BatGirl como un punto muy bajo que altera un poco el sentido de la historia y que ese tiempo en escena se pudo utilizar para incluir diálogos y escenas de The Killing Joke que no están presentes. Siendo esa una crítica totalmente válida y justa, la película tiene éxito en contar una versión semi-resumida de este gran libro, con magníficas y muy memorables actuaciones y con un sound-track que, aunque discreto, pone los puntos suspensivos del final de forma grandiosa. Si esta película guía a nuevos lectores hacia la novela gráfica, pues bienvenida sea.
