Reseña SIN SPOILERS de Wonder Woman 1984

DC ha pasado por una serie de altos y bajos con su universo cinematográfico. Más bajos que altos si somos sinceros. Pero entre esos altos, definitivamente se cuenta a la primera película de una súper heroína en la gran pantalla.

La Mujer Maravilla 1984, dirigida por Patty Jenkins y protagonizada por Gal Gadot, Kristen Wiig, Pedro Pascal y Chris Pine, es la continuación de la historia de Diana, y aún más que la película anterior, esta vez la historia es sumamente personal. Ahora, el objetivo de la historia es madurar al personaje, evolucionarlo en la heroína que conocemos todos.

Anclas del pasado

El rencuentro con Diana Prince empieza con un siempre bienvenido recuerdo de las aventuras de la pequeña niña maravilla, en la paradisíaca isla de Themyscira. En esta en particular, nos presentan con la moraleja que funcionará como brújula moral a lo largo de la película, misma que dura aproximadamente dos horas y media.

Conocemos también la vida que lleva nuestra protagonista después de batallar con Ares y sobre todo, de haber perdido a Steve Trevor. Siempre salvando a quien necesita ser salvado, pero tratando en la medida de lo posible de pasar inadvertida. Diría que sin demasiado éxito a pesar de que nos vendan lo contrario.

En esa vida recluida, se encuentra rodeada de recuerdos, el reloj de Steve, fotos de épocas pasadas y demás. Su trabajo es su única fuente de socialización y es aquí donde conocemos a Minerva, quien al ser una persona socialmente extraña, una geek se podría decir, logra una conexión más cercana con la elusiva Diana.

El pasado es clave para los cambios que experimentará el personaje en esta historia.

El contexto

El centro de la trama es complicada de analizar sin spoilers, ya que lo que genera el conflicto es algo que es mejor experimentar sin saber nada. Sin embargo los trailers nos dan una idea de cosas que se pueden entender.

A rasgos generales, esta película se diferencia de su antecesora en un claro aspecto. Wonder Woman 1984 logra mantener un tono narrativo de inicio a fin. Esta vez no hay un final animezco en el que se usa un bastante cuestionable CGI (efectos especiales) que te saca un poco de la narrativa minimalista, realista y de pez fuera del agua que traía hasta el climax.

En esta ocasión el tono se mantiene a lo largo de cinta, y su final nunca te descoloca un poco de lo que habíamos experimentado hasta ese momento. Sin embargo, no tiene una escena como “No man’s land”, posiblemente la escena en la que se nos revela al súper héroe más emotiva y bien lograda.

Las críticas que tengo para esta segunda entrega, es la forma de manejar la información que nos presentan en pantalla. Me explico. Cuando Steve revive, por ejemplo, la forma en la que se maneja semejante acontecimiento es cuando menos, poco realista… por unos minutos, los suficientes para que me preguntara si hay que aceptar que la reacción realista no se va a dar. Luego si reaccionan, aunque muy casualmente.

Otro aspecto similar es el fin del villano, Max no Cheetah. Después de que pasa el evento trascendental para la trama, no se tiene demasiado claro como funciona todo, y es menos claro aún porqué el personaje de Pascal busca lo que busca… hasta que casi termina y se aclara un poco.

Ese casi, casi pero no; es bastante extraño. Porque pudo ser un agujero de trama si no se arregla, pero se arregla cuando uno pensaba que era un agujero de trama. Algo que sinceramente no he experimentado antes en una película para ser honesto.

La armadura dorada del águila

El resto de la puesta en escena es algo simplemente sobresaliente. El amor a los 80 salta por la pantalla en cada aspecto posible, es un tributo que merece ser destacado. Igual pasa con la cinematografía en general y la dirección de Patty Jenkins. Las escenas están brillantemente coreografiadas y dirigidas.

El espíritu de la predecesora está ahí gracias a la actuación de Gal Gadot, quien en verdad se ha adueñado del personaje absolutamente (lo siento Linda Carter). Gadot nos brinda la mejor actuación desde que se puso el lazo de la verdad en la cadera.

Su actuación es natural, sentida y consecuente con todo el contexto. Ella logra poner en la pantalla todo lo que quería transmitir con absoluta autenticidad.

Su contra parte, no el villano principal, es Minerva. Representada perfectamente por Wiig. Su historia es bastante cliché y predecible a nivel de arco evolutivo de personaje, pero logrado muy bien con ese punto de actuación que permite empatizar totalmente con al mismo.

 Su relación con Diana es uno de los factores que hace funcionar el conflicto que se da con el villano principal. Wiig nos presenta a una persona real, a pesar de que no nos presente un personaje diferente al que hemos visto de sobra ya, y eso es puro mérito de la actriz.

Lo de Pascal es ya conocido ¿qué se puede decir de él que no se haya dicho ya? Es uno de los actores más prolíferos de Hollywood actualmente sin ninguna duda. En esta película es destacable, su cambio es notorio. Su sobreactuación controlada. Su profundidad notable. En fin, si no hubieran actuaciones a su mismo nivel, se podría decir que se roba la película. Sin embargo, eso sería injusto para con el resto del elenco.

Chris Pine también nos da una sólida actuación, el tipo tiene definitivamente ese aire de estrella de cine tipo James Dean, es difícil no notarlo en la escena. Su química con Gal Gadot es perfecta y su propósito como personaje termina siendo importante, aunque en realidad, muy similar al que tuvo en la película anterior. De igual manera su aparición es bienvenida.

El veredicto

Cuando se le hace justicia al personaje, se tiene un guion claro y a las personas correctas detrás, el resultado siempre será positivo. Wonder Woman 1984 es una película que me devolvió a una época pre pandemia, donde ir al cine y ver a los héroes de toda la vida en la pantalla grande era lo normal. El mensaje de la película también es relevante en la sociedad de hoy día. La espera ha valido la pena, esta película es una digna sucesora de la anterior y eso es mucho decir. Es imperdible.