Pocas veces hemos visto al mundo geek tan dividido como con el debate de Godzilla contra Kong. Sin importar cuál sea tu bando, la película es increíblemente satisfactoria y da con creces lo que prometió: Una pelea épica entre los dos titanes. Siendo el espectador el verdadero ganador.
La película está pensada para satisfacer a los fans que quieren ver una pelea épica con la mejor animación y efectos especiales. Es una película de acción sin pretensiones o narrativas complicadas y en ello radica su calidad. Adam Wingard, director de la cinta, tenía un norte muy claro que era llevar acción a los fans de ambos bandos y lo cumple sin miramientos.
La trama se divide en dos arcos narrativos, uno por cada titan. Del lado de Kong tenemos como protagonistas a Alexander Skarsgard y Rebbeca Hall como los doctores a cargo de la misión que busca dar la solución a la situación Kong y su estadía en la tierra. Y del lado de Godzilla tenemos a Millie Bobby Brown (repitiendo su papel de King of Monsters), Brian Tyree Henry y Julian Dennison. Estos tres actores lideran el arco que busca respuestas con respecto a Godzilla y su cambio de actitud ante la humanidad, un arco que funciona como catalizador de respuestas y comic relief.
Godzilla vs Kong es la continuación del universo narrativo planteado en Godzilla: King of Monsters (2019); pero quienes no vieron esta primera película no deberían detenerse de ir al cine ya que Godzilla vs Kong se encarga de repasar y explicar los puntos importantes de la trama y contextualizar las reglas de este mundo de forma rápida y fácil.
Dentro de los regalos que da esta película a sus fans son las referencias de momentos clásicos y escenas icónicas en la historia de ambos titanes. Desde Kong en el rascacielos hasta Godzilla rodeado de luces neon en Hong Kong. La atención está casi asegurada gracias a estos detalles y al hecho de que la acción de la primera gran batalla no dura en llegar. Eso y un robot gigante que nunca le sienta mal a nadie.
Eso sí, esta película se debe ver sí o sí en la pantalla grande. Así que alisten su mascarilla, su alcohol en gel y la mejor camisa de su respectivo bando; y prepárense para una de las mejores experiencias visuales del año. A partir del 31 de marzo en cines.