Advertencia: ¡spoilers!
Kallus es Fulcrum. Él lo sabe. Los Rebeldes lo saben. Nosotros lo sabemos. Pero Thrawn no lo sabe y, eso, diría Hitchcock, es el suspenso. Sin lugar a dudas, el agente Kallus es de los personajes más interesantes de Rebels, no solo porque pasó de ser un arrogante oficial entregado a la causa del Imperio a un espía rebelde, sino porque su posición, por ende, es la más riesgosa que se ha visto en la serie.
Esta situación da para mucha narrativa interesante y eso fue precisamente lo que logró este episodio. Al mejor estilo del cine de espías, «Through Imperial Eyes» estuvo lleno de tensión, engaños y salidas de último minuto.
Si bien la historia se concentró en Kallus y sus maniobras para evitar ser descubierto, fue emocionante y entretenida. El episodio nunca dejó de sorprender , manteniendo una tensión que no se resolvió ni al pasar los créditos.
La resolución, cuando Kallus inculpó a Lyste mediante el mismo movimiento que permitió escapar a Ezra, fue magistral, un momento bien escrito y realizado. Kallus, que ha dejado claras sus habilidades como espía manteniéndose vivo hasta ahora, terminó de confirmar su talento para salirse con la suya.
Sin embargo, como mencioné antes, la tensión permanece pues, a pesar de su esfuerzo y su aparente éxito, Thrawn, exhibiendo su gran inteligencia, terminó por resolver el enigma gracias al único error cometido por Kallus: inculpar a Lyst quien, a todas luces, no es tan capaz como para ser un espía rebelde. A partir de esa mínima falla, el gran almirante dedujo la verdad y, ahora sí, todo es cuestión de tiempo para que tome acción contra el traidor. Como en la novela de Gabriel García Márquez de la tomé el título para esta reseña, no importó todo el complicado aparato de engaños puesto en marcha por Kallus, al final, fue descubierto.
Podemos enumerar algunos datos interesantes del episodio:
- Ezra se disfrazó con un atuendo imperial, lo cual podría tomarse como una referencia al disfraz de Cassian en Rogue One.
- Chopper y AP-5 se infiltraron al destructor imperial de Thrawn tal como 3PO y R2 lo hicieron en el Episodio IV.
- Contamos con la presencia de el coronel Yularen, a quien los seguidores podrían recordar no solo de algunos capítulos de The Clone Wars, sino del propio Episodio IV, en el que el coronel aparece como el único oficial Imperial de uniforme blanco en la Estrella de la Muerte.
- Como ya lo había hecho Rogue One, se mostró para qué sirven los objetos alargados que los imperiales usan en las bolsas de los hombros. Por si quedaban dudas: no, no son lapiceros, sino dispositivos de seguridad e identificación.
- Thrawn no solo descubrió a Fulcrum, sino que consiguió identificar a Ezra dado el dibujo de un gato de Lothal en su casco, el cual identifica como obra de Sabine. Como fue establecido en las novelas de Timothy Zhan y confirmado en Rebels, Thrawn es un estudioso del arte y la cultura, por lo que detalles como estos no se le escapan.
- Hablando de las novelas de Zhan, el código que utiliza el gran almirante para detener a sus droides de entrenamiento, «Rukh«, corresponde al nombre de su guardaespaldas en dichas novelas.
- Un detalle sobre la gobernadora Pryce: cuando Kanan y Rex llegan para recuperar a Ezra, el primero trata de usar el truco jedi de manipulación mental en ella, pero no da resultado. ¿No tuvo efecto o simplemente Kanan no pudo aplicar el truco? Al menos para mí, fue un momento extraño…
Y así quedamos . Las principales preguntas que nos deja este buen episodio son, por un lado, si Thrawn será capaz de descubrir la base rebelde y si tomará acción directa contra «Fulcrum»; francamente me inclino porque las respuestas sencillas a esas preguntas son «sí» y «no»: por lo visto, no hay manera de engañar a Thrawn por mucho tiempo y, conociéndolo, su venganza contra Kallus será mucho más completa que una simple ejecución…
