Entre los amantes de la ciencia ficción, Star Trek, siempre ha tenido un papel predominante. El fandom de la serie rivaliza con otras series míticas como Star Wars y Dr Who. Pero el tema es que Star Trek suele tener sus propias particularidades especiales que la hacen diferente al resto, al menos para sus acérrimos fans.

El tema central es que, la franquicia, nunca se ha tratado de guerras en el espacio o de una novela espacial, a pesar que sí existen esos elementos, sino de exploración y sobre todo de mostrar un futuro optimista para la raza humana. Además, como generalidad, los episodios son autocontenidos, o sea, que la historia inicia y se resuelve en el transcurso de una hora y no suele continuar la siguiente semana, aunque claro, siempre han habido excepciones, pero no dejaban de ser eso.

Star Trek Discovery, al menos en sus dos primeros episodios, rompe con lo clásico y convierte la excepción en regla, y me atrevo a apuntar que probablemente es la decisión y dirección correcta, a pesar que estoy seguro que esto no va a ser del agrado de muchos fanáticos de las series originales, como tampoco lo son de la obra de J.J. Abrams.

Un Star Trek diferente

Los seguidores más puristas posiblemente se hayan sentido traicionados por lo mostrado en el piloto, y es que Star Trek Discovery inicia rompiendo muchas reglas. La primera es que su protagonista no es la comandante de la nave, al menos no aún, y quién sabe si lo será alguna vez.

Sonequa Martin-Green, es la primera oficial Michael Burnham, la primera mujer de color protagonista principal en una serie de Star Trek, donde Philippa Georgiou quién es interpretada por Michelle Yeoh, es la capitana del USS Shenzhou. Es la primera vez que vemos los dos puestos principales en una nave de la federación ocupados por el sexo femenino, algo que resulta una decisión sumamente acertada debido a las actuaciones sobresalientes de ambas. Philippa es a Picard, como Michael es a Riker, la mentoría de la capitana sobre la número uno y el respeto inicial entre ambas juega a favor conforme avanza la historia.
De hecho, es una lástima que no podamos ver más de Michelle en el puente en futuros episodios, su papel es tan bueno que muchos desearíamos ver una serie entera con ella como capitana del Shenzhou a la vieja usanza.

Pero Discovery juega a otra cosa, y algo tan ambicioso como lo que parece plantear la serie, sería imposible sin una actriz tan fuerte como Sonequa, la cual igualmente hace una excelente interpretación de una humana vulcana, elemento con el que ya ha jugado la franquicia en ocasiones anteriores. Sin embargo, su personaje no es perfecto y de hecho genera ciertas interrogantes más a nivel de guión que de actuación.

Michael es una humana que ha sido criada en Vulcano ni más ni menos que por Sarek, padre de Spock, lo que la convertiría en hermana adoptiva del entrañado personaje. Por tanto, algunas decisiones que toma pueden verse como un tanto ilógicas, algo que resulta incomprensible, pero que se antoja como el posible arco de crecimiento del personaje. Donde Spock luchaba por ocultar su parte humana, Michael resulta a veces demasiado humana.

Esto da para largos debates entre fans, pero entrando en cuestiones puramente de canon y comparativas, es casi imposible pensar en el Spock de la serie original tomando las decisiones imprudentes que toma Michael una y otra vez, a pesar de ser supuestamente basadas en lógica. Así mismo cuesta pensar en un Vulcano intentando disparar primero a una nave enemiga tomando a Spock como referencia, a pesar de lo que haya dicho Sarek.

Pero es en este punto de la emocionalidad donde la serie empieza a diferir más ampliamente de sus antecesoras. Michael, y compañía dejan claro que la serie está interesada en contar historias personales, en el hecho de lidiar con los propios demonios del pasado de los protagonistas. Esto tampoco es necesariamente nuevo en Star Trek, es algo que vimos con Jean Luc Picard después de la saga de los Borgs en Star Trek: Next Generation y en Deep Space 9 con el comandante Benjamin Sisko.

Hablando de DS9, Discovery también toma la idea de querer contar un arco y una historia a través de varios episodios, por lo que el piloto lo que hace es poner las primeras piezas de un rompecabezas más amplio. Sí parece que esto lo hará de manera bastante más fuerte y pronunciada que su hermano mayor. Después de todo CBS necesita vender la serie y su servicio de streaming. Debido a esto, además de Michael, los demás personajes y su caracterización se vuelven importantes y es posible que igual tengan que lidiar con sus historias personales, o sea que esta vez si tendremos una novela en el espacio, pero como Battlestar Galactica demostró, esto puede salir muy bien, buen guión mediante, por lo que no debería ser motivo de preocupación inmediata.

De todos los personajes, me parece importante hacer énfasis en Saru, el oficial científico y pesimista de la especie Kelpien, que crea conversaciones y un ambiente muy particular en el puente y quién se antoja como un protagonista importante en la serie. Curiosamente, este personaje por alguna razón me parece más salido de algo como Mass Effect que de Star Trek, tanto por los comentarios como por su forma de actuar, de hecho, me recuerda específicamente a Mordin, para quienes entiendan la referencia. El que la nave internamente se parezca más al Normandy de la misma serie que a una nave de la federación acentúa la apreciación.

Ya dentro del universo de Star Trek, el puente del Shenzhou y la nave en general tiene más en común con el universo de J.J Abrams que con el de la serie original, a pesar de que supuestamente los hechos contados en Discovery, ocurren tan solo 10 años antes de la famosa misión de 5 años de James T. Kirk y compañía.

Por esto y por el manejo que la serie hace de los Klingons, resulta muy complicado creer que esta serie exista en la misma continuidad temporal de la serie original, a pesar de lo que digan los ejecutivos de CBS.

Un largo camino para llegar a Worf

El asunto de los antagonistas es todo un tema y por eso lo menciono hasta ahora. Estos Klingons tampoco son los de tu padre o tu hermano mayor, y ni siquiera los que conocimos en Star Trek Into the Darkness. Son bastante diferentes a lo visto anteriormente, más grotescos y viscerales. Su cultura tampoco parece la misma y ahora existe un enfoque hacia una especie de fanatismo religioso y supremacia racial, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Unamos los clanes, rechacemos a los diferentes y la multiculturalidad.

Como villanos de la federación, que por contraposición representa los mejores valores de la humanidad, funcionan perfectamente y ya fuera de bromas hacen una perfecta analogía para el momento que vive la raza humana en estos momentos, por fin algo muy Star Trek de parte de Discovery, y como siempre, se le agradece que nos retrate como especie.

Sin embargo, el hecho que los planes de T’Kuvma funcionen y tengan sentido dentro de la serie, no evita preguntarse si lo mostrado y las consecuencias de la batalla, realmente tienen lógica dentro del canon establecido anteriormente, y si no hubiera sido mejor buscarse o inventarse otro antagonista. Supongo que las respuestas a dichas interrogantes vendrán en futuros capítulos, pero por el momento estos Klingons me siguen pareciendo un enorme signo de pregunta.

Donde ninguna serie de Star Trek ha ido antes

En cuanto a cuestiones técnicas, la serie es de alta calidad. El apartado visual es fantástico y se nota que no escatimaron recursos, mi única crítica es que en algunas ocasiones se notan ciertos problemas en las prótesis de los Klingons, que no los hace verse tan realistas, pero en general la serie pasa con nota en efectos especiales, sonido y música.

Sinceramente este era un elemento que me preocupaba luego de ver varios trailers,  sin embargo, tras sólo un par de minutos y unas pocas tomas en un planeta desértico con una gran tormenta, fueron suficientes para darme cuenta que esto no iba a ser un problema. Star Trek Discovery, como debe ser, es la serie de la franquicia con mejores efectos especiales, se nota que CBS ha tomado el proyecto como una apuesta muy fuerte.

En cuanto al guión, como dije antes, no es perfecto y sobre todo rompe con el pasado y lo que mucha gente piensa que debe ser una serie de Star Trek. Si bien disfruto mucho las series viejas y la visión de Gene Roddenberry, e incluso la prefiero al enfoque moderno de acción que Discovery comparte con el reboot cinematográfico, no me sentí especialmente contrariado por lo que propone.

Desgraciadamente por la plataforma en la que ha vuelto cobrar a la vida, ni siquiera me queda claro que una serie a lo antaño funcione hoy en día, además que eso ya lo hemos visto muchas veces. Sin importar de lo que haga Discovery, Kirk, Picard, Sisko, Mulgrew y Archer seguirán explorando el espacio. Es hora de permitir a Michael Burnham intentar hacer algo diferente, tener paciencia y esperar sobre cómo evolucionará la serie en los próximo capítulos. Si creo que es posible que estemos ante una gran nueva entrada en la entrañable franquicia, por lo que sí recomiendo verla si no lo han hecho y le doy un aprobado.

Para lo que viene, toca cruzar los dedos o formar una V, como prefieran, para que Star Trek: Discovery tenga una larga vida y prosperidad.

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