Esta semana, el «spin-off» que nos ocupa experimentó un extraño giro que me afectó por partida triple: me decepcionó, preocupó e intrigó. Sigan leyendo para descubrir por qué… pero cuidado con los «spoilers«, que de fijo se me caerán de vez en cuando.
«Captive» no tardó en continuar la línea justo donde quedó la semana pasada: mientras Alicia y Travis fueron tomados prisioneros por Connor y compañía, Maddy hirió a Reed impidiéndole escapar. Aunque en un principio la herida de Reed parecía fatal, resultó no serlo, por lo que el abusivo joven fue convertido en prisionero a bordo del Abigail. Este fue el primer elemento que me sacó un poco de concentración, pues en realidad parecía difícil que alguien pudiera sobrevivir a semejante herida, ni qué decir de que siguiera hablando y comportándose como un imbécil. Pero en fin, la cosa es que ahí se quedó y en su verborrea reveló que era el hermano menor de Connor, revelación en la que Daniel vio una posible ventaja. Tras hablar con Maddy, decidieron proponer un intercambio por Travis y Alicia. Sin embargo, Chris no se enteró de esto y, segundo momento absurdo, se consiguió una pistola y le metió un balazo al prisionero.
Más allá de que la situación fue un poco extraña, nunca entendí exactamente qué fue lo que le hizo Chris a Reed. El cuerpo de este último mostraba una herida en la mejilla, pero ¿cómo podría eso haberlo matado? Ah claro, la herida está en la mejilla pero seguramente la bala siguió hacia la cabeza y lo mató… ¡no! Minutos más tarde, el cuerpo se reanimó confirmando que podría estar herido en cualquier parte excepto en el cerebro. Entonces, ¿qué pasó? Supongo que la idea es que la bala le fracturó el cuello o algo así, pero en todo caso me dio la impresión de que simplemente no supieron montar bien la escena. Al menos fue interesante que a Daniel se le ocurriera la idea de dejarse al cadáver reanimado y tratar de intercambiarlo de todos modos.
Por su lado, Travis y Alicia vivieron experiencias muy distintas. A bordo de una gran embarcación, la base de operaciones de Connor y los suyos, la muchacha fue hasta cierto punto agasajada por Connor, comida con bistec y toda la cosa. Travis simplemente fue tirado a una celda bajo cubierta. Y por fin se reveló por qué Connor se los llevó precisamente a ellos dos… lo cual fue una completa decepción: Alicia simplemente ejerció algún encanto sobre Jack quien, en palabras de Connor, «vio algo en ella». En el caso de Travis, resulta que Alex, la sobreviviente del vuelo a la que Strand dejó a la deriva, está con Connor y le informó del Abigail y su tripulación. Tras despertar el interés del líder, le pidió que le permitiera «conservar» a Travis. Por la tediosa conversación que tuvieron, uno podría pensar que quiere vengarse por lo de la balsa, pero el que hizo eso fue Strand… aunque Alex insiste en que Travis también es responsale… ay yo no sé, la verdad es que el asunto fue muy confuso y ni siquiera me dan muchas ganas de pensar en ello.
De la estadía de Alicia rescato la conversación entre ella y Jack con respecto a la seguridad: tanto pensar en comer bien y usar el cinturón de seguridad para que al final resultara que nadie estaba a salvo. Ese tipo de reflexiones son lo más interesante de una serie como esta, pues nos involucra como expectadores al referenciar el mundo en que vivimos y provocarnos pensamientos relacionados con la manera en que vivimos. Sin embargo, casi no ha habido diálogos como este en esta producción.
Ahora bien, no solo las razones de que Alicia y Travis fueran los escogidos por Connor tuvieron poco sentido (de hecho ni siquiera fue él quien los escogió, lo que le resta autoridad), sino que el hecho de que Alex fuera la que cantó a los tripulantes del Abigail le quitó a Alicia la responsabilidad de haber sido abordados. Poco importa que ella haya hablado por radio con Jack, de todas maneras Alex los iba a delatar, con lo que su constante mantra de «yo los metí en esto y yo los voy a sacar» perdió todo su sentido.
Con todo, lo peor fue el desenlace. Al intercambiar al cadáver de Reed por Travis, Connor cayó redondo en el truco y fue hasta mordido. ¿De verdad puede haber sido tan ingenuo de entregar a Travis sin cerciorarse de que Reed estuviera bien? No tiene ningún sentido, sobre todo teniendo en cuenta que ÉL MISMO dijo que no entregaría a nadie hasta comprobar el estado de su hermano. Ahora bien, Alicia, aunque tuvo un par de segundos de duda, abandonó a Jack y regresó con Maddy y Travis. Así, el grupo está reunido, todo volvió a la calma y el arco argumental de Connor pasó sin provocar ninguna consecuencia.
Tal vez me estoy adelantando a los hechos: tanto Jack como Alex y Vida (la muchacha embarazada cuyo nombre tuve que buscar en Internet) siguen vivos y cercanos, por lo que podrían continuar y complicarle la existencia a los héroes tarde o temprano. Sin embargo la pérdida de Connor echó por la borda («no pun intended«) la posibilidad de establecer no solo a un villano, sino a todo un grupo de antagonistas. Por lo que se vio, no parecía que hubiera tantas personas con él, así que mis esperanzas de poner en apuros al grupo principal recae únicamente en los tres mencionados. Ojalá vuelvan a salir.
Claro que hay circunstancias interesantes a futuro: Luis insiste en que Strand está tentando al destino al llevar a siete personas adicionales con ellos rumbo a la frontera. ¿Será que veremos la históricamente irónica situación de un grupo de emigrantes estadounidenses tratando de cruzar hacia México? Eso sería genial y permitiría expandir la historia con respecto a lo que está pasando en latitudes que nunca hemos visto. Además, es posible desatar conflictos de todo tipo. Eso sí, ojalá que sean conflictos duraderos y con consecuencias, no una mini historia que, más bien como una «side-quest«, sirvió solo para extender la temporada y darnos la ilusa impresión de que por fin íbamos hacia acontecimientos interesantes.
En síntesis, sería injusto no reconocer que el episodio tuvo sus momentos de tensión, pero tampoco se puede obviar el desperdició de y lo que parecía la introducción de un grupo de sobrevivientes despiadados e intratables que complicarían las cosas. Como siempre, no queda más que esperar y ver qué pasa.
