-«Hola, soy Sparks y… soy un Nintendo Fanboy.»
-«¡HOLA SPARKS!»
*Suena mi mamá llorando en el fondo*
Lo siento mamá, de verdad yo traté. Cuando los otros muchachos en el colegio querían jugar PES y CoD yo solamente… trataba pero… no era divertido. Sentía que estaba fingiendo ser una persona que le gustaban los juegos de guerra, pero era mentira.
Me gustan los colores y los hombres con bigote y los dinosaurios de sexualidad dudosa.
Me gustan los elfos mudos y las ratas eléctricas. Y, en especial, me gusta simplemente divertirme. No colecciono trofeos, disfruto de los juegos por su esencia.
Me presento, lectores de The Couch. Mi nombre es Fede, username de vida SparksCat (Tanto en PSN como en el Switch, si son adictos a Overwatch como yo, me avisan). Soy economista de profesión y saqué una maestría en Mercadeo. Es justo por eso que siempre me ha parecido muy interesante analizar cómo es que se vende nuestra amada industria ñoña. Les presento mi primer caso de estudio:
Nintendo.
Desde que tengo memoria dos cosas han sido predicciones constantes en el mundo de los videojuegos: Nunca va a existir Half Life 3 y Nintendo está al borde de la quiebra.
Lo recuerdo desde cuando empecé a meterme en foros y sitios de reviews. Cuando IGN todavía tenía alguna clase de peso y en Game Trailers veía a Michael Patcher. Cada año desde el Wii (y seguro desde antes, solo que no estaba al tanto) veía opiniones y gente decir: «Este será el último error de Nintendo». Era claro, era una sentencia.
Tal vez el exponente más vistoso sería cuando anunciaron el Wii. Y sino, que lo diga Chad Warden:
SHIIIIIIIIEEEEEEEEE… -Chad Warren
El consenso general es que el Wii iba a ser para… em… odio esta palabra pero me la dijeron todo el cole: Iba a ser para «maricones». Yo lo viví, yo era el «maricón» con un Wii y nunca entendí la lógica de esto. El Wii no era rudo, no era hardcore. No eran balazos, robar carros, prostitutas… Era como el primo raro que nunca creció. Era el Wii e iba a fracasar porque nadie iba a comprar una basura de esas. ¿HAY QUE MOVERSE? Adiós Nintendo, nos vemos en el infierno…. Pues se equivocaron.
Adelantamos varios años y llegamos al Wii U. Ahora sí, la muerte de Nintendo. Adiós. ¿Fue un fracaso de ventas? Sí. ¿Fue el fin de la compañía como la conocemos? No.
Y ahora viendo el Switch parece que la historia se repite un poco. Me queda la duda, ¿por qué? ¿Cómo es que tanto «gamers hardcore» como periodistas y expertos en la materia se siguen equivocando una y otra vez?
Considero que la clave se encuentra en que están tratando de leer un libro con el lente equivocado. Nintendo utiliza un enfoque de mercadeo a la hora de crear sus productos muy distinto al de sus competidores. (Aclaro, acá no estoy diciendo que X compañía es «mejor» que otra. No quiero herir sentimientos… en especial que si una nota de opinión sobre mercadeo de empresas de videojuegos de verdad los ofende entonces realmente necesitan algo con qué entretenerse. Les recomiendo ser sus propios jefes con Zrii que no es para nada una estafa, chiquillos.)
En todo caso: Piensen en sus conocidos gamers. ¿Conocen compradores de Sony y Microsoft que han cambiado de compañía al pasar a otra generación? Por ejemplo, tuvieron un Xbox 360 y luego se pasaron a PS4. Sí, ¿verdad? ¿Qué tal los de Nintendo? ¿Los fans de Nintendo en algún momento dejan de comprar Nintendo? No. Eso es porque Nintendo no solo busca que sus clientes les compren. Buscan que sus clientes desarrollen lealtad.
Y lo logran creando en sus seguidores una mezcla brillante entre funcionalidad y nostalgia. Apego por ser único. Y nos mantienen FELICES. Que un consumidor le tenga lealtad a una marca significa un valor intangible para la compañía. No solamente compran sus productos, los aprecian. (Travis, 2017)
Nintendo no saca un Zelda nuevo cada año a propósito. Para dejar que el amor por el anterior se quede grabado en nuestra memoria. Digo, perfectamente podrían hacerlo. Zelda 27: Modern Hyrule Warfare. Definitivamente ganarían plata, ¿no? El juego ni ha salido y ya tiene 3 paquetes de DLC por $80. *Ka-Ching*. Pero eso no genera lealtad. Es unirse a la monetización de la industria. Nintendo hace mucha plata, pero con otra estrategia.
Vean el Switch, le auguraban una muerte expedita con el típico argumento de «where are the 3rd party gamez???!1». Esa no es la meta del Switch, este busca ser un punto medio entre potencia y jugabilidad, no una consola para el próximo GTA. Por saber hacer eso bien es que llevan 8 meses de no poder alcanzar la demanda de ventas en los Estados Unidos y siguen agotados. (Acá en Costa Rica lo podes comprar por 400000 colones y el hígado de tu primogénito, ¡ofertón!)
Y hay una razón por la que Nintendo no gasta dinero en tener los procesadores y specs gráficos de más alta calidad: No los necesitan. Porque al tener un producto claramente diferenciado en el mercado, tienen que jugar con sus propias reglas. Es una formula arriesgada, fue un proceso que inició en los años 80. Tomó mucho tiempo. Pero ahora están recogiendo los frutos de su trabajo. Ahora el mercado de personas que crecieron al lado de los videojuegos ya tiene poder de compra. (O sea, los chiquitos que se enamoraron de Mario con 5 años ahora tienen 30 y hacen buena plata)
Podemos ver incluso todos los intentos que otras empresas tuvieron para tratar de acomodarse a los éxitos de Nintendo. Fallaron no porque la tecnología fuera defectuosa o poco atractiva. Fallaron porque no era una estrategia propia. Y los consumidores no son tontos. Lo notaron en seguida. Las cámaras de Sony, los controles con movimiento, Kinect.
Nunca voy a olvidar cuando revelaron Kinect. Vimos el video de lanzamiento en el cole y un compa me volvió a ver y me dijo «ya está, mamó Nintendo».
Créanme. Mientras no entiendan el mercado de Nintendo, estos supuestos expertos se seguirán equivocando.