Los trenes tiene algo que me encanta, son máquinas enormes que pueden mover muchas toneladas de cargamento de un lugar a otro, conectan ciudades haciendo que movilizarse sea accesible para muchas personas, entonces, si eso lo puedo transformar en un juego de gestión donde puedo hacer crecer mi propia empresa ferroviaria, no podría estar más feliz. Para hacer este sueño realidad tengo la oportunidad de probar Railway Empire, un título gestión y administración de empresas de trenes, un simulador muy bonito que nos lleva a establecer compañías de transportes en escenarios muy variados, desde Estados Unidos, pasando por México, la zona de los Andes, o la misma Europa con países como Alemania, Francia, el Reino Unido y ahora, con su nuevo DLC ambientado en Japón, podemos disfrutar de las tierras niponas mientras vemos crecer nuestro imperio ferroviario.
El juego ofrece a los jugadores un modo de campaña, modalidad caja de arena, escenarios en diferentes continentes, desafíos y un modo libre donde podemos hacer lo que queramos. Railway Empire nos da una tarea simplemente simple: ser la mayor empresa de trenes superando a los competidores. La mejor forma para hacerlo es con una expansión inteligente y comprar las acciones de las entidades competidoras para eventualmente tener el control total de sus compañías.
Railway Empire elabora bien el trajín de administrar una red de transportes como es la de locomotoras, mantiene un balance óptimo donde no nos aburre con demasiados detalles. Igualmente es fácil de entender para empezar a jugar, de hecho, al iniciar el juego por primera vez, veremos un tutorial bastante decente con los conceptos básicos para conectar ciudades mediante la construcción de estaciones y vías férreas, aprenderemos sobre edificios de mantenimiento, comprar locomotoras y finalmente crear rutas para el transporte de personas y bienes.
Con el tutorial tan limpio y rápido de comprender pensé que tenía al toro por los cuernos, pero pronto entendí que las cosas podrían ser un poco toscas con alguna que otra configuración en la red de vías ferroviarias, aprender a domar el teje y maneje de líneas de tren funcionales al 100% toma tiempo, de hecho, en ciertas ocasiones no me era posible estaciones a pistas por alguna razón, y el juego realmente no indicaba por qué aquello no es posible, estos errores no se comentan en el tutorial, por lo que a veces cuesta un poco encontrar el motivo de no poder hacer algo en concreto. Todo esto hace que debamos aprender en el camino, con la presión de la competencia pisando nuestros talones o alargando su delantera, lo cual no resulta muy agradable en el modo campaña. Eso sí, una vez le tomamos el hilo, es demasiado gratificante mirar cómo nuestros trenes se desplazan a sus destinos de forma fluida y rápida.
Nuestro sistema de rutas no se centra únicamente en llevar los trenes de una ciudad a otra, será necesario también llevar bienes de las granjas o fincas rurales hasta las ciudades donde se manufacturan los alimentos o bienes, esto hace más complejo el administrar el transporte de recursos pues nos toca jugar con las vías y la cantidad de trenes que pasan por ellas. Esto de transportar materia prima es necesario, pues de ello se valen las ciudades para crecer.
Las primeras campañas son muy entretenidas, sirven para tomar experiencia para las campañas posteriores, pero estas últimas podrían resultar molestas para algunos dado que su dificultad aumenta demasiado en lo que tiene ver a la IA. En un momento dado, la modalidad de campaña agrega competidores, es decir, otras empresas que también querrán su tajada del pastel en la industria. En este aspecto, la IA es avasalladora, nuestros primeros intentos serán palizas completas por parte de la CPU, pues veremos como nuestros contrarios irán a una velocidad mayor. En un pestañeo, veremos como de la nada empiezan a comprar las acciones de nuestra compañía, para finalmente hacerse con el 100% de nuestro negocio y dejándonos en Game Over. Personalmente, este tipo de agresividad de IA se lleva mucho del disfrute del juego, haciendo que se vuelva una carrera contra el tiempo para no perder nuestra empresa. Obviamente esto solo sucede en la campaña, pero si vamos al modo Libre, ahí podemos cambiar muchas cosas, desde el número de oponentes, su dificultad, etc.
Railway Empire es un simulador agradable incluso con los pequeños deslices de dificultad en la IA, siempre es bonito empezar un nuevo mapa para probar nuevas formas de crear rutas ferroviarias. La creación de vías es muy simple, y me gusta mucho el ambiente que se crea con la banda sonora. Lo más molesto es los pop-up de notas de periódicos que saltan cada 2 minutos con alguna noticia -que a nadie le interesa- sobre los aconteceres en el país donde se ubica nuestra partida. Por lo demás, el juego me parece excelente, un juego bonito, donde el tiempo se pasa volando.