Reseña de Ace Combat 7: Skies Unknown

El pasado 18 de enero de este año salió finalmente Ace Combat 07, para muchos un lanzamiento más del montón, uno dirigido a un nicho específico de fanáticos de la aviación militar, pero para los que hemos seguido la saga desde vieja data es un acontecimiento realmente monumental.

Esta reseña la está redactando un aficionado devoto a la saga de Ace Combat y es un esfuerzo sincero por equilibrar una carga de emoción con el deber de realizar un análisis crítico para los lectores de The Couch.

Antes de redactar esta pieza me di a la tarea de completar la campaña en su dificultad normal y explorar brevemente algunas partidas de los dos modos multijugador; lo necesario para emitir una opinión informada y tener una noción clara de las bondades y los defectos del juego.

Es justo decir que Ace Combat 7 se apega a la fórmula tradicional que tuvieron sus predecesores numerados y se aparta de la mostrada en el año 2011 con Assault Horizon. Debo recordar que fue en aquel título donde se introdujo un «Dog Fight Mode» modo de juego que muchos llamaron «combate de aviones sobre rieles», siendo esa la mejor forma para describirla aunque suene ilógico.

Tras lo que algunos tildaron como un fracaso con Assault Horizon, Ace Combat 7 apareció como el primer Ace Combat numerado en más de diez años. Es la más reciente visita al universo ficticio de «Strangereal» donde ocurren todos los eventos canónicos de la saga (AC03, AC04, AC05, AC00, AC06 y AC07).

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La historia es bastante complicada, en realidad hasta para los fans de la saga es difícil de seguir. En Strangereal los continentes, países y ejércitos son enteramente ficticios y no es sencillo seguirle la pista a sus nombres y asociarlos con determinados acontecimientos, no obstante, a los personajes sí se les recuerda fácilmente.

En todos los juegos de Ace Combat, particularmente el 04, una de las principales características del protagonista es su gran habilidad para pilotear acompañada por silencios radiales prolongados.

Trigger es el protagonista de Ace Combat 07. No es el mejor ni el peor protagonista de la saga, ciertamente no tiene el encanto de Pixy y ni el estatus legendario de Mobius 1, aunque siendo justos, el emblema de Trigger es de los más rudos e icónicos de la saga.

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La construcción de la leyenda de un piloto de Ace Combat depende de los demás personajes, de los adversarios, las batallas aéreas vividas, los eventos narrados. Es importante que todos los sucesos sean desarrollados de forma interesante, y en este caso todos esos factores tuvieron una presentación espectacular pero sin una marca tan memorable como la de varias entregas pasadas.

Es increíble que aún con animaciones verdaderamente impresionantes, la historia y los personajes no tengan el impacto que sí tuvieron las narrativas de juegos con una presentación visual mucho más rudimentaria.

Mihaly, el rival de Trigger, fue un personaje que a lo largo de las distintas misiones parecía tener un rol fundamental y ser de gran trascendencia en los acontecimientos, mas no fue así finalmente, no como lo fuera Yellow 13 en AC04. Debió tener un rol más trascendente en la trama, aunque la orquesta y los cánticos que acompañan las intervenciones del SU-30SM que pilotea Mihaly sí lo son.

Para entender a profundidad la historia contada en Ace Combat 07 y entender sus referencias, se debe haber jugado los títulos anteriores, no hay otra forma integral de hacerlo.

No basta con escuchar detenidamente sobre la invasión de las fuerzas de Erusea hacia Osea, la política que hay detrás, el rol de los fabricantes y desarrolladores de drones (UAVs), de la princesa y la chica que construyen aviones (Scrap Queen) y ver Mihaly tratar de vencer sus límites como piloto. La historia contiene elementos de muy poca relevancia para el jugador si no los conoce con antelación (El cañon Stonhenge por ejemplo).

Aunque sienta un gran cariño por el universo de Ace Combat, he de reconocer que no es más que un complicado y divertido escenario ficticio para utilizar aviones de combate avanzados.

A diferencia de juegos anteriores, Trigger y su escuadrón no son una banda con la cual sea tan fácil conectarse e identificarse. Este juego carece de los momentos emotivos que con sencillez fueron narrados en Ace Combat 04 y su trama es notablemente más débil que las 3 entregas de la sexta generación de consolas.

Lo anterior sucede porque se conjugan un guión bastante confuso, una dirección llamativa pero sin un rumbo claro y un desarrollo insuficiente de los personajes (Mihaly como se dijo), además de algunos agujeros significativos en la historia.

El giro de la conflagración a favor de las fuerzas de Osea, para quienes pelea Trigger, fue resuelto prácticamente «fuera de cámara» y esto no es algo que se pueda decir de las entregas anteriores. El impacto y la trascendencia de todas las misiones de Mobius 1 (AC04) y los otros pilotos era más claro y perfectamente lineal, aquí no ocurrió lo mismo.

He de decir que, si bien la historia de Ace Combat 07 tiene defectos muy característicos y marcados, la barra que dejaron sus predecesores quedó muy alto, lo digo en especial por AC03 y AC04.

Cabe preguntarse entonces ¿Vale la pena Ace Combat 07? Oh sí. La debilidades narrativas del juego no lo demeritan como lo que es simple y sencillamente el mejor título de simulación de vuelo y combates aéreos logrado en el mercado de los videojuegos.

Siempre se ha catalogado a Ace Combat como parte del género de la simulación, sin embargo, esto debe aclararse: llamar a AC «simulación» es un uso muy generoso del término. La saga se ha caracterizado por ofrecer a los jugadores una trama propia y original, escenarios ficticios pero bien trabajados para llevar a cabo los combates aéreos y una fidelidad prácticamente sin rival a la hora de reproducir los modelos de los aviones de las grandes empresas fabricantes como Lockheed, Mcdonell Douglas, Migkoyan Gurevich y por supuesto, los Sukhoi.

Algunos otros como el Strike Wyvern, son ficticios, pero también son una estampa en la saga y un objetivo codiciado para desbloquear, y hablando de esto último los aviones se desbloquean a través de un cómodo sistema denominado «Aircraft Tree» donde se pueden comprar paulatinamente las aeronaves. El dinero se obtiene por jugar la campaña y el modo multijugador. En ese mismo lugar se desbloquean armas y piezas específicas para mejorar el rendimiento de los distintos aviones, algunas de las cuales son exclusivas para cierto tipo de aviones, además de otras que solo pueden equiparse en los modos multijugador.

La jugabilidad de Ace Combat y su vuelo simplificado se presentan mejor que nunca, disparar los misiles básicos, las ametralladoras, los lasers y los enjambres de misiles equipables es completamente satisfactorio, con una inclusión de efectos de clima novedosos e impresionantes.

Ahora es posible perder el control en cabina por el impacto de un rayo en pleno vuelo y experimentar la distorsión del visor, los equipamientos y la pantalla que observa el jugador. Todo esto logra «simular» el efecto que tendría algo así sobre un piloto, o eso creo.

La humedad, la condensación y la nubosidad son ahora recreados con un grado de realismo nunca antes había visto ni en la saga ni tampoco en ningún otro juego de este género. El detalle de efectos de partículas al derribar aviones enemigos y su destrucción en pleno vuelo es también espectacular, no se limita tampoco a una sola animación estándar, es muy diferente la animación al derribar un avión pesado que uno ligero.

Las 20 misiones de este juego no nos llevan a territorios absolutamente nuevos para los fans de la saga, más bien se sienten demasiado familiares, pero para los nuevos jugadores definitivamente serán el estándar con el cual medirán cualquier otra incorporación al género, por la propia saga de Ace Combat u otros juegos a futuro.

Se me han quedado grabadas las misiones en donde según la trama, el seguimiento e identificación satelital se pierden, forzando así la detección de amigos y enemigos en pleno vuelo, y sobre el territorio donde se dan los combates entre aviones, vehículos y soldados. Es desesperante recibir fuego de quienes segundos después se marcan en el visor como fuerzas amistosas.

El modo de realidad virtual, por su parte, no pude explorarlo de propia mano, pero consiste de 3 misiones: defensa de bombarderos enemigos, combates aire aire y una misión final de combate aéreo la cual incluye un jefe, también, se encuentra un modo de vuelo libre y otro de show aéreo.

El modo multijugador en línea es por su parte uno de los componentes menos vistosos del juego, el modo «battle royal» (último jugador vivo con reapariciones) y el «team deathmatch» son opciones de juego poco pobladas excepto por los aficionados más dedicados y al menos en mi experiencia, no es tan divertido jugar contra otros jugadores como sí lo es superar los retos de la campaña.

Tengo una explicación psicológica para la apatía por este modo, los derribos entre aviones, a diferencia de las matanzas en gatilleros en primera persona, son bastante impersonales, se derriba al avión sin conocer al jugador. En otro tipo de arenas de combate se conoce al avatar o al personaje utilizado por el enemigo con gran facilidad. En las batallas aéreas es difícil prestar atención de a quién se disparó un misil y a quién se acuerpó, se pierde la cercanía e intimidad vivida al utilizar combate cuerpo a cuerpo para acabar con un contrincante y por ello, me resultan un poco frías las batallas aéreas contra otros jugadores.

Ahora bien, por más impersonales que sean, se cargan fácilmente de tensión y adrenalina, los jugadores son mucho más implacables y metódicos que la mejor inteligencia artificial provista por el juego y no recomendaría a nadie saltar esa opción sin haberla probado al menos unas cuantas veces.

¡Sigan volando hasta alcanzar cielos aún desconocidos!

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