Reseñar productos tan grandes como Pokémon siempre es un reto formidable. Esto debido a la existencia de diferentes capas de «fans» que quedan más o menos satisfechos con los productos que nos entregan Game Freak, Nintendo y Creatures. Así las cosas, hay fanáticos que aman la serie, existen aquellos que se quedan con los juegos de cartas y existen también los que se quedan con los juegos de video.

Es en este último grupo en donde encontramos una fauna más variada de personas. Encontramos aquellos coleccionistas que solo quieren completar el Pokedex y luego 100 nuevos monstruos más en otra entrega y así sucesivamente ; existen aquellos que juegan competitivamente y que les importan los IV’s los EV’s y la naturaleza de sus pokémon y existen (por si no hubiese suficiente variedad acá) aquellas personas fanáticas de Pokémon Go, experiencia para smarthphones que viniera a generarle millones a Niantic, Google y Nintendo por concepto de microtransacciones.

Dicho lo anterior, la primera pregunta natural sería ¿Para quién está dirigido Pokémon Go? Pues bien, la respuesta, aunque parezca obvia sería: para todos. Sí, un producto de este tamaño indudablemente dejará a unos fans más satisfechos que a otros, esto pasa cuando tenés algo de ese tamaño monumental.

Pokémon Let’s Go Pikachu es un remake de Pokémon Amarillo Pikachu Edition; aunque, como ya sabrán, con sus muy marcadas diferencias. Para empezar y pese a que me hubiera gustado un poco más de trabajo en esto, la historia es exactamente la misma que la de Amarillo, con la diferencia de que ahora el protagonista sos vos y que hay cinemáticas dentro del juego.

Además de lo anterior el evidente cambio en la captura de Pokémon puede que no sea del agrado de los más acérrimos defensores de la saga. Esto se debe a que ya que no será necesario debilitar a la criatura que querás atrapar, sino más bien una mecánica de arrojar pokéballs harán de las delicias de quienes han disfrutado de Pokémon Go.

Este es el primer punto de divergencia de la gente que ama la franquicia, pero, por más fácil que suene, la mecánica tiene su truco. Y es que no es tan simple como lanzar pokeballs y ver la pintura secar, sino que hay un tiempo y una fuerza determinada a la hora de lanzar tu pokeball que determinar tu rango de éxito. Este sutil cambio hace que el juego sea bastante más inmersivo (sobre todo si tenés la pokeball plus) pero es muy disruptivo si jugás con uno de los dos joycons pues el lanzamiento es sumamente impreciso. Al final, la forma en la que mejor me acomodé para capturar pokémon fue en modo portátil pues acá es mucho más preciso.

Otro de los cambios que trae el juego es que ahora podrás observar a los pokémon en su estado salvaje por lo que será más fácil evadirlos, adiós a la mecánica y tediosa tarea de huir de todos los Zubats de las cuevas. Sumado a esto cada que atrapés o ganés un combate todo tu equipo pokémon recibirá experiencia, cambio que se agradece por cuanto facilita el «farmeo» de nuestras criaturas.

En esta nueva versión tampoco necesitarás enseñarle técnicas secretas a uno de tus monstruos y así dejarlo inahibilitado para la batalla. En su lugar, Game Freak optó por que todas estas habilidades las aprendiera Pikachú a manera de técnica secreta sin que esto obstruya sus movimientos de pelea, todo un acierto. Tampoco existen las habilidades, ni habilidades ocultas, por lo que el proceso de batalla competitiva también se simplificó.

Gráficamente el juego luce espectacular, los modelados de los monstruos, las ciudades en 3D y los personajes humanos lucen fabulosos. Las animaciones conservan la esencia de la serie, pero, añaden buenos elementos modernos que me generaron una satisfacción infantil inmediata. Sumado a lo anterior la música del juego es preciosa (Lavander Town es impresionante), definitivamente un soundtrack orquestado le sienta muy bien al juego.

Al final del día Pokémon Let’s Go Pikachu es una respuesta de Nintendo hacia al menos dos nichos de mercado (eso no excluye al resto de nichos más o menos amplios de jugadores), el primero, aquellas personas que en un ardid de nostalgia iniciaron su aventura en los juegos de la serie en Pokémon Go y se metieron tanto en el universo de los videojuegos que ahora buscan una experiencia más profunda.

Segundo, una ola de niños que ya no se sentían entusiasmados por la saga, recuerdo que una vez en una pieza periodística leía una pregunta a un niño japonés sobre el fenómeno Yokai Watch y porque lo jugaba, la respuesta del niño era tanto reveladora como verdadera: «Es que los mayores no lo juegan»; esto da cuenta de lo complejo que se volvió el metajuego de Pokémon que ha terminado por crear una comunidad muy competitiva pero también cerrada que no admite nuevos miembros a no ser que le dediquen mucho tiempo.

En Let’s Go encontrarás un juego mucho más Pokémon de lo que te imaginás, es una oda nostálgica de un tiempo más sencillo, un tiempo en donde nos sentabamos y lo importante era atraparlos a todos, jugar y correr, descubrir cómo obtener a Mew, intercambiar con un cable y ver sprites pixeleados con muchísimo carisma. Definitivamente un acierto para la saga y una renovación de una franquicia de nivel global que no afecta en lo esencial sus cimientos: la captura y el intercambio de Pokémon.

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