Quería terminar este review recomendándoles un montón esta película, sin embargo, ya está fuera de las carteleras nacionales. Se las hubiera recomendado antes, pero la pude ver hasta el último día que la dieron, en una tanda tardísima en TerraMall, y como dice el meme, mientras buscaba cobre encontré una película de oro. ¡Pero quédese leyendo, no se vaya!, porque aunque ya no la pueda ver en el cine, puede que le transmita la emoción que carga esta película y lo motive a alquilarla e incluso comprarla. Así que, sin más, vamos al review a ver si les renazco el interés de entrarle con esta película a la ya tan quemadísima saga de Arturo.
Dirección
Desde que se escucha que Guy Ritchie va a dirigir una película, ya uno sabe a lo que va. Este señor, amante de la adrenalina y de Madonna (y cómo no si ambas van de la mano), está muy apegado a su estilo artístico muy frenético; si no están familiarizados con él, recuerden nada más que fue el director de las películas de Sherlock Holmes; ¿recuerdan un momento de paz en las neuronas en estas películas?, ¿no?, pues esta es una película es una Sherlock Holmes con una inyección de adrenalina sumada con el desenfreno de MadMax y la cámara de combate de los Transformers de Michael Bay; o sea, un completo despiche.
¿Eso la hace mala?, ¡para nada!, es una película disfrutable a más no poder, con un excelente apartado visual, un aun más perfecto apartado musical, un guión bien hecho y una historia contada desde otra perspectiva muy fresca que mantiene atrapado al espectador hasta el final. En lo particular, yo salí con taquicardia de la sala del cine.
La película no perdona, te lanza relámpagos de euforia desde el primer minuto que se sienta uno en la sala, pues empieza en pleno combate épico con ejércitos y montruos muy bien logrados, una música que pone la piel de galllina, y con tomas y acciones heróicas desde los primeros minutos que dan ganas de lanzarse a la pantalla en combate; incluso un caballo se sacrifica por la causa noble de luchar contra las fuerzas enemigas, y ya a uno le dan ganas de hacerle una estatua al corcel. Por esos primeros 20 minutos de la película, ya vale pagar la entrada.
Pero bueno, no me adelantaré más, hablemos de estos aspectos, dejando lo mejor para el final.
Guión
Pese a que he introducido a esta película con mucha emoción, la película tiene muchos fallos y por eso ha salido rápido de cartelera, durando en los cines, a lo mucho, tres semanas, muy similar a lo sucedido con Ghost in the Shell. Uno de esos errores es el guión oscilante, que es llano en su mayoría con picos altísimos muy positivos. En general, la película no tiene mucho diálogo, pues todo se explica mediante acciones, lo cual es muy positivo también. La mayoría de los diálogos existen para construir bien la historia, sin embargo, no siempre son palabras dignas de Óscares; eso sí, no hay diálogos que rayen en lo estúpido y sobrado; en esta película pasan tantas cosas que no hay tiempo para estupideces, por dicha…
Eso sí, los picos altos son los momentos heróicos de Arturo, que batalla entre ser el salvador durante toda la película, pero no de manera molesta, es más, su lucha se nota más que todo en sus acciones y sus gestos muy bien logrados por el actor Charlie Hunnam. Ya luego, conforme el héroe se empieza a conformar, se vuelven cada ver mejores sus diálogos, llegando a su epítome en la lucha uno a uno con el villano final, un villano que rivaliza a Arturo en fuerza, lo que hace a la batalla super interesante, y que con pocas palabras logra decir tanto y con tan profundo significado (sobre todo con la aparición de un personaje sorpresa en la batalla) que en definitiva es imposible no merecerle la victoria a Arturo con todo lo que ha aprendido en su vida dirigida a ser rey.
Apartado visual y cámara
Nuevamente, nos encontramos con bemoles a la hora de llegar a este apartado.
En primer lugar, los efectos especiales y animaciones son impecables, se nota que esta no es una película apresurada en este apartado, sino que se tomaron su tiempo para diseñar y montar el CGI y efectos especiales, de manera que nada queda ridículo y todo es creíble dentro de ese mundo medieval. Las criaturas fantásticas y los efectos de luces y explosiones son fabulosas y palpables, al menos con el tacto mental.
En segundo lugar, las tomas de las locasiones y de los personajes también son bien logradas. Siempre se entiende el lugar en que están ubicados los personajes, y también se dirige la cámara hacia ellos en los momentos debidos, agregando interés, drama y tensión, dependiendo de la escena.
En tercer lugar, las tomas de los combates es el peor tropiezo de esta película y la razón porque nunca llegará a un Oscar ni a quedarse más de tres semanas en cartelera. La película está cargada de combates épicos con una música que yo podría decir, es perfecta; sin embargo, las tomas son tipo Transformers… creo que con eso lo dije todo. Creo que Ritchie es admirador de Bay, pues cuando empieza a pasar todo lo genial, todo lo épico y lleno de hype, la cámara se pierde entre tanta cosa que pasa y no se entiende quién le pega a quién ni como, y al final uno no entiende cómo Arturo y sus amigos ganaron, pero ganaron. Bueno, tampoco hay que ser exagerado, hay momentos de las peleas que están muy bien filmados, y lo llenan a uno de hype, pero podría afirmar que un 50% de cada pelea tiene el efecto Bay, y el otro 50% sí se entiende y tiene el efecto hype. Cuando Arturo logra controlar la espada es una pelea increíble, pero tal vez, porque podemos entender lo que pasa gracias a la cámara lenta (jaja); y la batalla final es un combate memorable tanto por su coreografía como por lo que sucede en ella mientas pasa.
Historia
Este sí es un punto alto en esta película. Vamos a ver, si decimos que Ritchie es malo para dirigir las cámaras, también podemos decir que en lo que sí es bueno es en rebootear historias. A ver, todo el mundo conoce las historias de Sherlock Holmes, por los libros, películas viejas y series de televisión; no obtsante, Ritchie logró una buena nueva película de tan quemado personaje, que aunque no sea de culto, sí tiene su público de fans. Lo mismo pasa con el Rey Arturo La Leyenda de la Espada, es un reboot hasta mejor que el de Sherlock Holmes, pues la película tiene una personalidad única y eso es uno de sus mayores logros como arte.
Como lo he hecho, continuaré hablando de la película sin Spoilers, pues mi intención es recomendarla y se pierde muchísimo del hype si se cuenta.
La historia comienza con el rey Uther Pendragon, el padre de Arturo, y su realmente emocionante batalla contra el mal, sin embargo, un personaje llega a tambalear todo (personaje que desconocemos hasta la mitad de la película), y a partir de allí, comienza la leyenda de la Espada y de Arturo. Arturo se forja en los barrios bajos tal y como se ve en el trailer, para luego ser una víctima de su destino, construírse como líder y terminar trascendiendo su destino.
La historia, como mencioné con anterioridad, no tiene muchos diálogos y algunos son bien planos, pero ello no elimina el clásico simbolismo que tiene el Rey Arturo y su viaje por de la mano con la voluntad. La piedra donde esté enterrada la espada simboliza la pierda con la que tropieza el hombre para cumplir sus sueños, su misión en la vida; Arturo, tanto el personaje mitológico como en esta película, tiene sueños, y estos no consisten en salvar el mundo y hacer el bien, consisten en la formación de su propia historia como ser humano. Cuando se encuentra esa piedra, encuentra también la espada, símbolo de la voluntad casi en todas las mitologías del mundo, pues esta corta con cualquier obstáculo que se atraviese frente a los obstáculos físicos y de la mente (la espada samurai, la espada Jedi, Narcil la espada de Aragorn, la Master Sword de Link, la Soul Calibur, entre muchas más). Sin embargo, portar la espada no te hace ganador ni rey, y una vez tomada la decisión de cumplir con lo que sentimos debemos hacer en la vida, la tarea más difícil es mantenerse, y allí radica la riqueza del mito del Rey Arturo, el ver la responsabilidad de asumir un sueño y hasta verlo desistir, como cuando lanza la espada al mar.
Toda esa riqueza mitológica la tiene la película, y bien construída, uno logra empatizar con Arturo y observar la conjunción de los símbolos mientras se construye la historia. No obstante, lo más importante es que no cae en las viejas fórmulas y lo cliché, pues como dije, la película tiene su propia personalidad, y la mitología se va construyendo muy bien, con sus propias técnicas, con nuevas locaciones, mundos internos y mágicos, tomas del rostro del protagonista, diálogos externos e internos y acciones que hablan por ellas solas. No sé cómo ser más enfático, pero de verdad la película no cae en lo aburrido ni viejo, es una película que muestra la historia de manera nueva, muy centradas en novedosos elementos y argumentos que realmente mantienen el interés de quien la ve, descubre elementos que nunca se habían pensado que tuviera Arturo. No sé, tal vez lo puedo comparar con jugar un nuevo Zelda, que aunque uno sepa de lo que trata, tiene una manera de contarse e interacciones tan distintas que uno no puede apartar la necesidad de seguir el hilo hasta el fin.
Lo más importante en cuanto a historia está en su inicio, pues como todo buen camino del héroe, el primer paso es crucial para comprender por qué nos pasa lo que nos pasa en la vida, y cuando se llega al destino, a la cúspide, a ese trabajo soñado, a esa solución del problema, a esa pareja anhelada, se entiende por qué todo tuvo que haber estado mal y difícil para que ahora todo esté bien; y esta película lo logra de maravilla enlazando todo desde el padre de Arturo, hasta la batalla final.
No está de más agregar a este apartado el excelente diseño del enemigo final, el cual considero, uno de los mejores artes que he visto como «final boss».
Desarrollo de personajes
Parte de la personalidad de esta película es que se centra plenamente en Arturo y de manera ínfima en sus personajes secundarios. Pienso que esto está mal como arte cinematográfico pero bien en lo que respecta a la personalidad de la película.
En esta película ni aparece Merlín, lo que aparece es una aprendiz de él que es tal vez el personaje secundario más importante, y tiene poderes muy bien logrados e interesantes la verdad. Tampoco aparece Morgana, y salí de la película sin saber cuál de todos era Lancelot. Imagino que quienes saben de cine, dirán que una película sin buenos personajes secundarios es una mala película, imagino que así lo es.
Desde otra perspectiva, y es la que defenderé, a mí me parece que esto le da muchísima personalidad a la peli. Pues el estar centrado en el personaje principal, nos hace comprenderlo a fondo y disfrutar muchísimo de su viaje. Todo lo que pasa en Inglaterra en ese entonces se mira desde la perspectiva de Arturo sin que este tenga que emitir una sola palabra del país, pues él no habla de Englan ni de Londinumm, él las vive. De esta manera, el viaje externo, y más importante aún, el externo se vive con más euforia.
Arturo se cría en las calles de un convuslo Londinumm, capital de Inglaterra, en la cual los habitantes viven bajo el yugo de un rey déspota, sin caer en la rebuscada licencia del pueblo cansado del rey, únicamente se nota una que otra barbaridad, muy al estilo de Game of Thrones. En un resúmen acompañado de música increíblemente genial, vemos cómo el personaje es forjado por las calles y cómo se convierte en un peleador excepcional, además, cómo desarrolla un buen corazón ya que vive en carne propia lo que es el dolor humano. De hecho, esa parte siento que le hizo falta a la película de Dr. Strange, un resúmen de cómo se logró convertir un mago de tan alto nivel. En esta peli, sí logran construir eso.
Eso sí, este personaje cae en el cliché del típico personaje de moda al estilo Sherlock Holmes, Deadpool, Tony Stark y demás; es decir, del arrogante; en este caso, semi confiado pues Arturo conoce bien sus límites. El personaje no es 100% estóico ni correcto. Tampoco cae el ser muy arrrogante muy amenudo, es de vez en cuando que sí cae en la patanería del confianzudo; sin embargo, en sus mejores momentos, se porta como un guerrero noble y vivaz.
La música
Dejé este apartado para el final, pues considero que este es el aspecto artístico que salva a esta película de ser un bodrio total y desapercibible.
Subjetivamente, para mí este apartado es perfecto. Esta película no transmitiría las emociones constantes que transmite si no fuera por la música tan increíble que la acompaña. La película raya en ser un musical, y no porque canten, sino porque toda la peli está cargada de música épica tan variada que nunca llega a cansar. Tonadas magestuosas acompañan las batallas contra ejércitos, acelaradas el crecimiento del personaje en Londinumm y las escaramuzas que se dan, terror de violines y órganos enfocados en los villanos y momentos paupérrimos, y épicos en los momentos cúmbres de la película que hasta dan ganas de pegar gritos. En los momentos psicológicos internos de Arturo, la música es frenética y desordenada como lo es una mente dudosa, pero álgida y magestuosa cuando es un guerrero decidido por la espada. Es más, hay un momento que la música sube tanto de volumen que resulta hasta molesto, y ya eso le quitó toda oportunidad de premios de la academia que podría tener, sin embargo, a mi parecer, es parte de la frenética de emociones que siento Ritchie desea transmitir, en mi caso, lo logró, porque todos hemos tenido esos momentos de duda y frenesí. Finalmente, en el momento más épico, resulta realmente épica.
La música de esta película lo lleva a uno a mil por hora entre batallas externas e internas, uno tiene que agarrarse del asiento para no salir volando entre la tormenta de tonalidades adrenalínicas que intentan derrotar a cada uno de las neuronas, y el simbolismo de la batalla final se impregna en el corazón y mente con el martillo de tonalidades épicas.
Veredicto final.
Objetivamente: la película muestra un apartado bien logrado en su renovación de la historia del Rey Arturo y su espada, con buenos efectos visuales, una distinta perspectiva centrada en el personaje principal, un villano regular aunque si digno rival de Arturo, una historia interesante y atrapante y un excelentísimo soundtrack. Al mismo tiempo, carece de un buen desarrollo de personajes, falta de personajes emblemáticos, un personaje principal arrogante, y unas tomas pésimas al estilo Michael Bay de los combates. La película es únicamente recomendable y no más, pues como séptimo arte contiene muchísimos errores de cámara, historia y música estrambótica que matan la experiencia.
Subjetivamente: los lectores que leen mis notas creo que ya están acostumbrados a esta sección. A algunos les gusta la pizza con piña, a otros el helado, a otros la comedia y a otros el drama; finalmente, algunos nos alimentamos del hype, y si como yo, usted es un hype-adicto, esta puede ser una de sus películas de culto. Creo que fui bien claro en lo frenético que es esta película, en sus momentos álgidos y épicos. La música que acompaña a estos momentos es magistral, perfecta para mí, llena de adrenalina y una fuerza que embrutecen todos los sentidos para dejarnos únicamente con el cerebro y corazón activos mientras tratamos de sobrevivir a tanto ataque de epicidad. Como dije al principio, esta película no tiene piedad con el espectador, no deja ni un solo momento para recuperar el aliento y bajar el ritmo cardíaco, apuñala constantemente con persecusiones, peleas rápidas, golpes fuertes, acercamientos, reflexiones internas, movimientos de cámaras, ejércitos, planes secretos y efectos de las batallas con la Escalibur completamente atronadores.
Las diferentes catársis que sufre el personaje principal son enriquecedoras, las actuaciones de Arturo cuando teme, llora, le duele y trasciende son espectaculares; los momentos simbólicos llegan al corazón de quien por dentro también se considere un guerrero de la vida, y el papel Uther Pendragon y cómo se une todo al final para desencadernar y superar la batalla final es magestuoso, es significativo, ata el significado de la tragedia con lo que significa trascenderla, convertirse en un Rey de nuestro propio destino.
Perdón que me tome esta licencia, pero de ahora en adelante esta película la denominaré como «el Rey Hype-turo».
