Vikingos
[Spoilers adelante]
La serie Vikingos de History Channel es un drama basado en el personaje histórico de Ragnar Lothbrock, quien según los libros de poesía nórdica, asciende en grandeza, donde pasa de ser un granjero a ser Rey de Escandinavia, gracias a sus fructíferos saqueos en Inglaterra y Francia. Este programa televisivo es una producción conjunta entre Canada-Irlanda que se transmite por el canal History y Netflix; se lanzó oficialmente en marzo de 2013, y hasta ahora cuenta con 5 temporadas.
Vikingos no suele oírse tanto como otras series por ahí (TWD, cough, cough..), una serie sumamente minusvalorada -en mi opinión-, que pasa de largo en los tablones de las revistas, y en las galas de premios, ¡sabrá Judas por qué! En su reparto encontramos a los actores Travis Fimmel (Ragnar), Katheryn Winnick (Lagertha), Gustaf Skarsgard (Floki) y Linus Roache (Rey Ecbert de Wessex), entre muchos otros.
En todo caso no vine a llorar ni a pedir que le den un Emmy a Fimmel y compañía, sino a tratar de compartir mi opinión sobre la serie para que aquellos que han escuchado sobre ella se decidan de una vez por todas a verla o que al menos le den una oportunidad (no se van a arrepentir).
El presupuesto para la primer temporada de la serie fue de alrededor de $40 millones, comenzando filmaciones en julio de 2012. Algunas de las escenas fueron filmadas en Luggala, condado de Wicklow, Irlanda, con un poco más del 70% de escenas de la temporada siendo filmadas al aire libre.
Históricamente se le llamaba vikingos a grupos de saqueadores provenientes de Escandinavia quienes se dedicaban a hacer saqueos y no por una etnia especifica, de hecho la palabra vikingo significa «incursión pirata» o «saqueo pirata» en el idioma nórdico antiguo.
Entrando en Materia
La primer temporada de Vikingos se enfoca en la obsesión de Ragnar de partir al oeste, en su consecuente acierto al llegar a Inglaterra y en cómo se convierte en Jarl (Conde) de su pueblo natal. Así pues, convencido de que existe tierra hacia el occidente, Ragnar encara al Jarl Earl Haraldson (Gabriel Byrne) en la reunión donde el pueblo discutía sobre los saqueos del verano, ante la negativa del Jarl, Ragnar consulta al vidente del pueblo sobre su futuro, y este le dice que algo así como que «hay que tomar la ley por nuestras propias manos», después de esto él decide construir su propio barco con la ayuda de su amigo del alma Floki, un personaje fuera de quicio pero un brillante constructor de barcos.
Sumados a los personajes ya mencionados, tenemos a Bjorn (el primer hijo de Ragnar), Rolo su hermano, Lagertha su primer esposa en la serie y Athelstan, un monje cristiano a quien Ragnar tomaría como ‘esclavo’ en su primer viaje al oeste, con Athelstan entablaría una amistad muy cercana, progresivamente iremos conociendo reyes de nuevas tierras donde los vikingos irán a saquear o establecerse en busca de tierras para cosechar.
El historiador Saxo Grammaticus, explica que en realidad el primer hijo de Lagertha y Ragnar fue Fridleif y no Bjorn como sucede en la serie.
Los viajes hacia Inglaterra resultan en tesoros de gran valor, robados en el Monasterio de Lindisfarne (en 793 d.C.), Ragnar y compañía regresan victoriosos a Kattegat, donde tras una pelea a muerte con el Jarl Haraldson, Lothbrock sale victorioso, volviéndose Jarl de Kattegat.
Las actuaciones son buenas (Floki es lo mejor), algunas creíbles, otras son meh, con puntos flacos en el intento fallido de los actores tratando de lograr acertarle al acento nórdico original a sus personajes, en especial los actores canadienses y estadounidenses. Por otro lado, los ambientes son bien recreados, muchas de las construcciones son reales (si no es que todas), logrando un conjunto de locaciones creíbles que hacen un excelente equipo junto al bonito vestuario de los actores (que discrepa un poco con la época de Ragnar) y demás elementos naturales de los ambientes.
Tampoco se pueden obviar algunas cosas, como pensar que los escandinavos ignoraran la existencia de Inglaterra en los tiempos del siglo octavo. Conoceremos al «malo» de la serie en el primer episodio, el ya mencionado Jarl Haraldson, representado como un despiadado que hace lo que le viene en gana y si no se le hace caso ejerce su propia ley, y eso está equivocado.
En un análisis más profundo; la pobre representación del sistema político enmarcado en la serie podría causar rabia entre aquellos conocedores de la historia nórdica (Yo no lo soy) y tal vez el desprecio de los amantes del cine (Yo tampoco lo soy), pues en esta trama se hace notar la pereza y poca creatividad de los escritores de hoy en día llevando el script a una historia cliché del ser oprimido buscando libertad.
Los Vikingos ya habían visitado las costas de lo que hoy es Canadá por allá del año 1000 d.C. alrededor de 500 años antes que Colón.
Todo esto, porque entendemos que «supuestamente» History Channel es un canal atado a hechos históricos, pero lastimosamente la serie no se asemeja mucho en ese aspecto a los datos de historia recabados a lo largo del tiempo.
Pero Vikingos no es sólo un puñado de escritores sin inspiración, y su audiencia no será 100% conformada por eruditos estudiados de la mitología e historia nórdica, así que esos pequeños grandes detalles pueden ser omitidos para el disfrute total del drama y la acción que vienen empaquetados en esta emocionante serie.
En Vikingos se destaca la intención de Ragnar por conseguir un mejor futuro para su pueblo mas allá de buscar el beneficio personal, sin perder el horizonte de dejar un legado digno de sus dioses para ser admirado durante siglos venideros (ya se que suena contradictorio, je, je) pues él mismo se ve como un descendiente de Odín.
A lo largo de las primeras tres temporadas que he visto, vemos como Ragnar, se aventura a zarpar en busca de Inglaterra gracias a un artefacto rústico que le permite saber en que dirección se dirige. Sufre la traición de su hermano Rolo, un guerrero habido que odia vivir a la sombra de Ragnar. En la segunda temporada se divorcia de Lagertha y se casa con la princesa Aslaug, con quien tiene muchos hijos, posteriormente se alía con un rey inglés y con la misma Lagertha para incursionar con saqueos en Francia, precisamente París, los franceses no son un hueso fácil de roer y les esperan momentos difíciles y una posible nueva traición de un Rolo perdido en la ambición que se debate entre el amor hacia su hermano y sus demonios internos de ser siempre el segundo.
Para la cuarta temporada se espera una entrega parecida a The Walking Dead, y se entrega en dos tractos.
En la primera parte, tras el regreso de los saqueos en Francia, Ragnar se recupera de sus heridas, mientras lidia con la perdida de alguien a quien él quería mucho, a manos de Floki. Por otro lado Lagertha y Auslug se enfrentan buscando cada una reclamar lo que creen les pertenece. Inesperadamente, Rolo se queda en Francia formando parte de la realeza.
En la segunda parte de la cuarta temporada Ragnar no es el que era antes, y todos parecen odiarlo, ahora Bjorn es quien lidera a los guerreros en Kattegat, emprendiendo un viaje al Mediterráneo con botes construídos nuevamente por Floki. Se nos narra cómo Rolo extraña su vida como vikingo, mientras un Ragnar ya cansado viaja junto a su hijo Ivar (hijo de Auslug) a vengar a sus hermanos traicionados en Francia, quienes fueron asesinados cuando los franceses rompieron un pacto de paz hecho días antes.
La cuarta temporada se puede encontrar en Netflix de Estados Unidos, pero yo prefiero esperar a que la pongan en Latinoamerica. Los capítulos pasan de ser 10 a un total de 20 en las temporadas 4 y 5, lo cual hace pensar que mucha gente la está viendo, aunque no es tan anunciada como otras que podemos ver a cada rato en las pautas de los canales de cable, noticieros de entretenimiento y portales de internet.
En conclusión tenemos que Vikingos es una serie que basa la acción y su drama en personajes históricos, sin aferrarse tanto en los hechos históricos, con mucha acción, alianzas, sangre y una trama que nos mantiene expectantes sobre el siguiente episodio, por lo pronto, yo espero con ansias que publiquen las ultimas dos temporadas en Netflix.
