La primera mitad de la última temporada de Rebels quedó atrás y la verdad es que me dejó un sinsabor que no esperaba. Antes de comentar, cuidado con los spoilers, vean el episodio y luego procedan a leer.
En primer lugar, debo mencionar que me frustró que, tras cuatro semanas de episodios dobles, el cierre de media temporada fuera un capítulo simple. Probablemente así fue planeado y no hay mucho qué decir al respecto, pero se sintió un inevitable vacío al cerrar con solo 22 minutos.
Ahora sí, con respecto al contenido… «Rebel Assault» no fue un mal episodio. Tuvo practicamente todo lo que podríamos esperar de un buen final: batallas espaciales, presencia de héroes y villanos importantes, misterios y mucha acción, pero a la vez se sintió como el cierre de una tanda de episodios poco inspirados que no pasó de coquetear con algunas ideas interesantes, pero sin ninguna retribución satisfactoria.
Para colmo, momentos que estaban destinados a ser memorables se desinflaron ante la falta de un contexto que los significara adecuadamente. Fue el caso de la revelación de que el Escuadrón Phoenix ahora vuela en X-Wings. Mientras que en la segunda temporada tuvimos un episodio completo dedicado al «origen» de la B-Wing. La X-Wing, uno de los iconos indiscutibles de la saga, apareció sin más como parte de la flota rebelde. Desde el trailer sabíamos que la nave aparecería, por lo que especulé mucho cómo sería su inclusión en la serie: ¿explicarían si la ARC-170 era en efecto una forma previa de la X-Wing?, ¿darían algún dato sobre cómo obtuvo la Alianza su nave más característica? Pues no, esta simplemente apareció y hay que hacerse a la idea de que ya la tienen.
¿Que si me emocioné cuando Hera dijo «Lock s-foils in attack position»?, ¡por supuesto! Sin embargo, la inclusión de la frase (como la de la nave) resultó totalmente vacía y únicamente efectiva debido a las fibras sensibles que toca en cualquier fanático. Inclusive podríamos decir que la frase devino absurda cuando Hera disparó con las alas cerradas pues, como cualquier jugador de Rogue Squadron o de casi cualquier otro juego que incluya las X-wings sabría, esto no es posible. Sí, sí, yo sé que eso nunca se definió así en un medio canónico, pero al menos la situación le daba sentido a que la posición con alas abiertas fuera la «de ataque».
En fin, el ataque a la fábrica de TIE Defenders fue frustrado por Thrawn con gran facilidad, lo que aún deja por explicar por qué esta nave no fue producida en masa durante el resto de la guerra galáctica. Claro que queda tiempo para explicarlo, pero hubiera jurado que esa era una de las intenciones de este episodio. De nuevo, me equivoqué. Al menos fue agradable ver el aplastante poder del Imperio cuando sus fuerzas son dirigidas por el almirante, quien acabó con la iniciativa rebelde justo cuando parecía que tendría éxito.
Luego tenemos a los lobos, quizá el elemento más intrigante a estas alturas de la serie. ¿Quiénes son?, ¿qué pretenden? De momento no tenemos la más remota idea. Su intervención en el ataque rebelde fue muy extraña, pues detuvieron a Kanan en su intento por salvar a Hera y lo dirigieron a salvar a Mart y a Chopper… o al menos eso me pareció a mí. La utilidad de esta intervención resulta dudosa cuando menos. ¿Estarían evitando que Kanan muriera? Es posible… pero de momento no le veo sentido a lo que pasó ahí.
Como dato curioso, cuando el lobo emitió su sonido característico, los subtítulos del episodio que vi rezaron «Doom», lo que parecería confirmar que el sonido no es, como Kanan cree, «Dume», su apellido real. Habrá que esperar alguna confirmación… ya le puse un tweet a Dave Filoni; si me contesta, estaré informando.
Pero bueno, Pryce y Rukh atraparon a Hera y ahora la general (sí, ahora es general; quizá nunca sabremos por qué) está en manos del Imperio. Ese es el gancho hacia el resto de la temporada, que no vendrá hasta el próximo año. Por lo pronto, me parece que la serie desperdició la oportunidad de darnos algunas historias interesantes (como el origen de las X-Wing o la batalla por la destrucción de las TIE Defenders) y, lo que es peor, no parece lista como para acabarse tras nueve episodios más.
Eso sí, no sería la primera vez que tras una temporada irregular, el final nos da justo por donde es, así que no nos apuremos a acribillar a la serie y a los creadores. Si tras los últimos episodios nos sentimos igual, le caeremos con todo el peso necesario. Por ahora, al menos merece el beneficio de la duda. Confiemos en que todo este lío llegará a buen término cuando la serie regrese.
