Star Wars Rebels 3×19: «el ejemplo supremo del relleno»

Sabemos que vienen. Sabemos que habrá varios; muchos. Pero es IMPOSIBLE ver uno sin irritarse. Los episodios de relleno son un mal necesario que nunca deja de frustrar y esta semana Rebels nos trajo precisamente, un «ejemplo supremo de relleno», como afirmó un querido amigo. Pasamos a comentar con la advertencia (innecesaria, pues no pasó nada importante) de que habrá spoilers si no han visto el episodio.

Pues bien, “Double Agent Droid” se centró, claro, en los droides y se sintió como una historia concebida única y exclusivamente para extender la temporada y desatar un rato el humor que caracteriza a estos personajes. En ocasiones, como fue el caso de “Warhead” en esta misma temporada, alguna pelea o escena emocionante justifica de algún modo el episodio, pero puedo asegurar que esta vez no hubo prácticamente nada interesante.

Con todo y que contamos con la presencia de Wedge y de un nuevo tipo de oficial imperial, llamado simplemente “Controller”, la narración se centró en los diálogos pretendidamente cómicos entre Chopper y AP-5. Por cierto, aunque ya lo había percibido anteriormente, en esta ocasión comprobé que el segundo  me resulta sumamente irritante. No solo su diseño es muy poco atractivo, sino que su voz me disgusta y escucharlo durante tanto tiempo fue verdaderamente cansado. Y bueno… tengo que mencionarlo: ¿alguien más se sintió prácticamente ofendido cuando el droide se puso a cantar al final del episodio? Nunca he sido seguidor de los musicales, lo que no significa que no pueda disfrutar de una canción en películas o series. Pero ¿en serio?, ¿en Star Wars?, ¿un droide flotando en el espacio cantando…? En fin, fue ridículo, forzado y totalmente innecesario. Y pensar que por un momento creí que estábamos ante la trágica pérdida de AP-5…

Hablando de oportunidades desperdiciadas, llegué a pensar que la existencia del episodio se justificaría después de todo cuando el Controller obtuviera la ubicación de la base rebelde tras controlar remotamente a Chopper. Este giro hubiera sido interesante pues, como decía, hubiera conectado efectivamente el episodio con el resto de la historia. No obstante, el oficial imperial no consiguió su cometido y el secreto de la Rebelión continúa intacto a la espera de que Thrawn lo descifre.

Por lo demás, fuera de un par de curiosidades como que por primera vez se mecionó el baño en Star Wars y que la destrucción de la nave del Controller fue sorprendentemente violenta, no hay mucho qué destacar de un episodio que, probablemente, fue estratégicamente colocado aquí para hacer crecer la expectativa por el próximo, nada menos que el esperado “Twin Suns”. Probablemente, la reseña de la próxima semana será mucho más entusiasta que esta.

Antes de irme, un detalle más: me ha resultado curioso que nadie haya mencionado a Sabine desde que esta decidió quedarse en Mandalore. Supuse que Kanan y Ezra le explicarían al resto de la tripulación del Ghost que la joven había decidido quedarse con su gente, pero hasta el momento no ha ocurrido nada similar. Sabine, por supuesto, volverá a la serie tarde o temprano; inclusive es probable que regrese con sus compañeros de equipo o que estos acudan a ella por alguna razón. Sin embargo, no deja de ser llamativo que su ausencia no se haya hecho explícita por algún otro personaje.

Eso sería todo por esta semana. Quedamos pues a la espera del regreso de Maul a Tatooine donde, si tenemos suerte, veremos el fin de una rivalidad que inició en el Episodio I y que ha estado siempre en la mente del otrora sith quien, por lo visto, finalmente se encontrará con su destino.