Esta semana la tercera temporada de Rebels volvió con un episodio que tuvo poco o nada que ver con el relleno, lo cual es muy alentador en estos momentos. Pasamos a comentar, no sin antes advertir, como de costumbre, que habrá spoilers en los párrafos venideros.
En primer lugar, el episodio fue un poco prefabricado en términos de su historia, en el sentido de que la narrativa se estructuró bajo la premisa de «villano captura amigos, héroes van en su rescate». Esto no es de extrañar teniendo en cuenta que pocas cosas hay más prefabricadas que Star Wars (después de todo, recordemos que el Episodio IV incluye un rescate de princesa…), y de todas maneras, lo interesante fueron los personajes implicados y las aparentes revelaciones que recibieron.
Por un lado, el villano de turno fue nada menos que Darth Maul, a quien yo no esperaba ver tan pronto. Tras aquella primera aparición en el final de la temporada anterior, el ex-sith volvió con toda su siniestra personalidad. Desde sus arranques de frustración al no poder abrir el holocron jedi hasta su absoluta aptitud para la mentira, este sí me pareció el Maul resultante de los eventos tanto del Episodio I como de Clone Wars, pues a decir verdad, su aparición en el final de temporada me dejó pensando que tal vez lo habían retratado como alguien demasiado seguro de sí mismo y con una claridad mental un poco inconsecuente con su pasado.
Dos acontecimientos son dignos de destacarse: por un lado, la prueba a la que Bendu somete a Kanan y a Ezra, quienes se ven obligados a recorrer las cavernas infestadas de arañas en busca del holocron sith. Gracias a este recorrido, maestro y aprendiz se reconcilian, o tal vez sería mejor decir que Ezra se reconcilia consigo mismo al aceptar que no fue su culpa que Kanan perdiera la vista. Al que el abrazo entre ambos no le sacó un «awww» no tiene corazón. Cabe señalar también que esta prueba recordó profundamente a la que Yoda somete a Luke en el Episodio V, caverna subterránea llena de bichos incluida.
Por el otro lado, el momento culminante fue cuando Maul y Ezra combinaron los holocrons que, como advirtió Bendu, juntos revelarían secretos muy profundos. Toda la escena quedó muy bien lograda, con un nivel de tensión creciente mientras Ezra se consumía más y más en lo que los holocrons le mostraban y Kanan luchaba por hacerlo desistir, dado el riesgo de ver más de lo debido. Sin embargo, lo que provocó escalofríos fue la mención de unos «soles gemelos» y «la clave (the key) para destruir a los sith». Lo que Maul afirma al escapar («él… vive») termina de confirmar que él y Ezra tuvieron visiones de Tatooine pues ahí se encuentra lo que ambos buscan: venganza y una manera de vencer a los Sith. Obi Wan y Luke, respectivamente.
Ahora bien, esto deja muchas preguntas. ¿Significará que ambos personajes aparecerán en la serie? Como se ha especulado ya, esto tendría que hacerse con muchísimo cuidado, puesto que Obi Wan se encuentra en el retiro desde hace tiempo al comenzar el Episodio IV y no parece que Luke haya hecho mucho más que ayudar a su tío en las labores de la granja. No obstante, es un hecho que Luke sabe de la Rebelión al comienzo de ese mismo episodio y que el tema le interesa de alguna manera, por lo que no sería imposible incluirlo aunque sea de manera solapada en alguna aventura de nuestros rebeldes.
Tengo que confesar que un enfrentamiento entre Maul y Obi Wan me suena muy, muy prometedor, casi tanto como me sonaba el de Asohka y Vader en la temporada anterior. Además, viéndolo bien, sí hay maneras de que la situación no contradiga el canon establecido, por lo que tal vez no tengamos que renunciar a ese emocionante encuentro.
Lo cierto es que esta temporada se ve prometedora y, aunque ya vendrán los inevitables episodios de relleno, si los momentos cumbre se distribuyen adecuadamente, no habrá razón para lamentarlos.
