Una vez más, tengo que disculparme por dejarlos una semana sin reseña. De nuevo, la vida y sus cosas metiéndose en el camino. Pero aquí estamos de vuelta, con otra reseña doble. Como siempre, recuerden que habrá spoilers, así que no quieren saber qué pasó en los dos últimos episodios de la serie, no continúen leyendo.
Empecemos con “The Other Side”. Este episodio, a mi criterio, estuvo tranquilo pero tuvo sus muy buenos momentos. Fue muy agradable ver a los pobladores de Hilltop entrenándose tanto con Maggie como con Sasha, aprendiendo a manejar y a lanzar el cuchillo. De esta forma es que se vuelve verosímil la idea de que un grupo de granjeros y herreros le haga frente a asesinos despiadados como los Salvadores, lo cual ocurrirá pronto. Se ganó mucho en construcción de mundo con ese detalle.
Me fastidió un poco la aparición de los Salvadores en el Hilltop, como si no hubiéramos visto a Gregory atenderlos servilmente en reiteradas ocasiones. Eso sí, la situación sirvió para encerrar a Daryl y a Maggie y obligarlos a hablar sobre la muerte de Glenn. Es cierto que pasa tanto tiempo que uno llega a olvidarse de ciertas cosas, pero considerando que Negan podría haber ejecutado a Glenn como represalia por el ataque de Daryl, tenía mucho sentido que este último se culpara y le rehuyera a Maggie, lo que volvía necesaria la conversación. El momento estuvo cargado de emociones y motivación de cara a lo que viene. “Ayúdame a ganar”… aún siento escalofríos.
En esta ocasión, la visita de los Salvadores, además de la aclaración de que Simon ahora se decanta por el tequila, tuvo como consecuencia el traslado del doctor Carson, quien hasta el momento estaba fungiendo como el ginecólogo de Maggie. Me intrigan mucho las motivaciones de esta situación. Claro, lo llevan como el substituto del fallecido médico del Santuario, quien por cierto era hermano de Carson; lo que me pregunto es si el hecho traerá alguna consecuencia o habrá sido escrito solo para que nos ensañemos aún más contra los Salvadores. Como siempre, habrá que ver.
La iniciativa de Rosita, que califiqué de absurda en una reseña anterior… pues… no dejó de parecerlo. Atacar solas el Santuario no puede ser más que un suicidio, pero de alguna manera Rosita se encargó de convencer a Sasha. Lo bueno fue que su viaje permitió, también, que ambas tuvieran la conversación que necesitaban sobre Abraham. Resultó otro intercambio conmovedor en el que finalmente cerraron el capítulo sobre el hombre al que ambas quisieron en su momento y que se fue antes de que una lo dejara por completo y la otra lo terminara de aceptar.
No me canso de decir que esos diálogos, tan cargados de humanidad y sentimientos, son la esencia de esta serie. Cada vez que un personaje se abre ante otro y le habla de sus miedos, sus esperanzas y sus ambiciones, se carga de significado y justifica su presencia, con lo que todo crece, desde nuestro aprecio por ellos hasta el temor de que a la vuelta de la esquina tengamos que despedirlos.
Con respecto al final, creo que podemos dar por un hecho que Eugene se pasó de bando o, cuando menos, que carece del valor necesario para dejar la zona de confort en la que se encuentra. Su negativa a escapar con Rosita y Sasha parece ser la confirmación que necesitábamos, aunque, terco de mí, mantengo la esperanza de que en algún momento reaccione y enfrente a sus captores.
Por último, la maniobra de Sasha, con la que se infiltró en el Santuario, dejando fuera a Rosita, me resultó difícil de comprender. Quedó claro que, gracias a la conversación previa, decidió darle a Rosita una oportunidad de vivir para pelear otro día pero ¿qué pretende?, ¿cazar a Negan en su propia casa… SOLA? La verdad es que estuvo raro.
Con respecto al cliffhanger, fue algo que agradecí pues, como creo que he dicho antes, la serie, por el hecho de ser precisamente una serie, se beneficia mucho con ese tipo de giros que abren las expectativas (siempre y cuando no sea una manipulación barata a final de temporada…) En este caso, ¿a quién vio Rosita? En el momento juraba que era Daryl, pues él dejó Hilltop para ir a buscar a las “prófugas”. Por otro lado, Dwight anda el pelo en una forma similar a la de Daryl y también tiene una ballesta… dicho sea de paso, me pareció una genialidad el que la ambigüedad recayera sobre precisamente ellos dos pues, como he mencionado muchas veces, Dwight trató desde el principio de ser Daryl y el que los podamos confundir queda como una confirmación última de la transposición que han sufrido ambos personajes.
Muchas preguntas planteadas en este episodio se resolvieron en “Something they need”. En primer lugar, vimos qué pasó con Sasha: la atraparon. Gran sorpresa. Metida en una celda, como Daryl. Este motivo del bueno encerrado en el santuario me está comenzando a cansar, sobre todo por el hecho de que Negan parece decidido a pasar a su bando a cuanto alexandrino se encuentre. Es interesante que opte por eso en lugar de simplemente matarlos, pero no sé, como que ya se siente uno viendo una y otra vez las mismas situaciones.
Ahora bien, el encierro de Sasha permitió ver una nueva escena fuerte con Negan, cuando mató a uno de sus propios hombres por estar a punto de violar a la prisionera. Me ha gustado esta clase de momentos, pues confirman que Negan representa un peligro latente para quien esté al alcance de su mano… o, en este caso, de su cuchillo. La puñalada a través del cuello fue simplemente escalofriante, así como el que dejara a Sasha sola con el cuerpo, cuya reanimación era inminente.
Hablando de la actitud de Sasha, estuvo raro ese oscilar entre sí se unía o no… digamos, nunca llegué a creer que se fuera a unir a los Salvadores, por lo que su negativa final no me sorprendió en absoluto. Lo que sí estuvo bueno fue el resultado de la treta con la que quiso manipular a Eugene: contándole que quería acabar con su vida, ella esperaba que el ingeniero le consiguiera un arma, pero no logró más que hacerse con aquella famosa y letal pastilla que él fabricara para una de las esposas de Negan. Habrá que ver de qué manera la utiliza finalmente.
Sobre Eugene, fue genial que le permitieran explicarse: para alguien como él, no muy valiente ni emprendedor, la influencia motivadora de un líder y guerrero nato como Abraham fue determinante, por lo que verlo masacrado a manos de Negan fue destructivo en las mismas proporciones. Con esta confesión podemos finalmente comprender, aunque tal vez no perdonar, el cambio de bando del ingeniero.
En cuanto a Hilltop, ahí pudimos ver una buena escena protagonizada por Maggie y Gregory, cuando aquella salió para tratar de trasplantar un arbusto de arándanos y este salió para conversar con ella. En cuestión de unos segundos, Gregory pasó de ofrecerse a colaborar a considerar librarse de Maggie con sus propias manos, situación que dijo mucho de la inestabilidad de este personaje, la cual ya conocíamos pero fue agradable verla tan explícita. También fue divertido verlo intentando acabar con un caminante y fracasar en el intento, así como interesante notar cómo los miembros de la comunidad se burlaron de él pero respetaron a Maggie.
De lo mejor del episodio ocurrió en Oceanside. Me gustó mucho que Tara tratara de sumar a la comunidad por las buenas… bueno, llegó encañonando pero el arma estaba vacía, así que califica como “por las buenas”, ¿no? El caso es que ella quiso darles una oportunidad de sumarse a la ofensiva, pero las dificultades para negociar no permitieron evitar que los alexandrinos tomaran el lugar por la fuerza.
La manera imponente con que Rick y los suyos llegaron al lugar fue un deleite. Sí, fue opresiva, despótica y hasta cruel, pero es muy comprensible que la comunidad ya no se ande con contemplaciones y vaya directo al grano, sobre todo tratándose de recursos urgentes que una comunidad no quiere entregar.
Sin duda, lo mejor fue el ataque de caminantes que obligó a que ambas comunidades unieran fuerzas por un momento. Seamos sinceros: lo más grato de ver en esta serie es a un montón de muertos atacando vivos y hace rato no veíamos un encuentro así de intenso. Me encantó particularmente la manera en que Rick dirigió al grupo, las indicaciones que dio y lo efectivos que fueron todos, incluyendo a las de Oceanside.
Lo que no entendí muy bien fue lo que Cindy le dijo al final a Tara. Por un momento me pareció que le decía que sí se unirían a ellos a pesar de la negativa de Natania, aunque no podrían hacerlo todas. No obstante, al final no se fue nadie con los alexandrinos, por lo que no sé cómo interpretar el asunto: ¿ayudarán presencialmente o su colaboración se limitará a las armas que entregaron? Supongo que conforme avance la guerra lo sabremos.
Al final, resolvimos el misterio de a quién se topó Rosita al térrmino del episodio anterior: se trataba de Dwight, lo que debió ser evidente cuando vimos a Daryl formando parte del grupo que asaltó Oceanside. En fin, el caso es que era él quien la estaba esperando y, ¡oh sorpresa!, ¡viene porque quiere ayudar! La reacción de Daryl fue completamente esperable pero sí me sorprendió mucho que Rick lo encañonara y lo obligara a arrodillarse. Queda la pregunta de qué lo pondrá a hacer: ¿le pedirá que se explique, lo hará jurar fidelidad, permitirá que Daryl se dé gusto agarrándolo a patadas? Otra cosa por la que tendremos que esperar al próximo capítulo.
Y ahora sí, todo quedó listo para el final de temporada. La verdad es que nunca he estado tan intrigado por un capítulo final, puesto que por un lado, no se me ocurre qué gran suceso nos estén guardando (sobre todo porque hace rato asumí que el gran enfrentamiento no tendrá lugar hasta la próxima temporada) ni cómo podrían superar el final de temporada anterior, puesto que sí, detesté que dejaran en suspenso de una manera tan manipuladora, pero sin duda fue un final impactante. Habrá que ver si este lo supera o, cuando menos, resulta satisfactorio luego de tantas idas y venidas.
¡Hasta entonces!
