Pues no: aún no tenemos al verdadero Cooper con nosotros. 15 episodios de 18 han quedado atrás y aún no hemos recuperado al afable y siempre optimista agente del FBI a quien acompañamos durante dos temporadas de la serie original. Así pues, ¿a qué se debe el título de esta reseña? A dos razones fundamentales que serán aclaradas a su debido tiempo. Mientras tanto, comentamos el episodio, no sin antes recordar lo de siempre: ¡SPOILERS!
La quinceava parte empezó con un encuentro un poco extraño. Nadine, con todo y pala, abordó a Ed para informarle que lo deja libre para perseguir su felicidad junto a Norma. En cuanto a sí misma, no sorprendió al afirmar que «saldrá a palazos de la mierda», tal como le ha enseñado el doctor Amp (Jacoby) durante toda la temporada. Y así, aunque por un momento pareció que Norma insistiría en continuar con su nuevo hombre de negocios, la pareja finalmente se reunió. Si me lo preguntan, es probable que este sea el cierre de Norma y Ed, quienes no han tenido mucha relevancia en la temporada y serían distractores en los últimos episodios, al menos si, como lo supongo, estos estarán muy llenos de historia y revelaciones.
Cooper-malo hizo su aparición, arribando nada menos que a la «Convenience Store» que vimos en Parte 8 y que habíamos oído mencionar por Jeffries en Fire Walk with Me. Ahí vimos tanto a los leñadores como a una extraña mujer que hablaba como los residentes de la Logia Negra y que le abrió una puerta al visitante. Además, la puerta que daba a una especie de patio central parecía ser la misma del cuadro que le dan a Laura también en Fire Walk with Me. Todo, poco a poco, se va relacionando.
La intención de Cooper-malo era preguntarle a Jeffries por qué lo había mandado a matar. Entre otras cosas, de su conversación destacó el hecho de que Jeffries le dijera «entonces eres Cooper», refiriéndose al hecho de que Cooper-malo recuerda la ocasión en que Jeffries se apareció en el FBI hablando de una tal Judy. Esto me dejó varias interrogantes. Primero, ¿por qué Cooper-malo tiene los recuerdos de Cooper? Esto podría sumarse al hecho de que él también recuerda la última noche en que estuvo con Diane, lo cual no quedó claro si fue antes o después de la entrada de Cooper a la Logia Negra. Si fue después, entonces no hay enredos: el que estuvo con Diane esa noche fue Cooper-malo. Sin embargo, si fue antes, el que estuvo con ella fue el Cooper real . Segundo, ¿podría ser que el Cooper-malo que hemos estado siguiendo en la serie sea, de hecho, el Cooper original, quien volvió alterado de la Logia? Siempre hemos asumido que quien salió era su doppelganger, pero la afirmación de Jeffries podría arrojar una inesperada luz en el caso. La verdad, esta posibilidad no me parece demasiado factible, pero uno nunca sabe.
Por cierto, no se puede más que alabar la manera en que se representó a Jeffries. Lamentablemente, David Bowie no pudo repetir su rol como el personaje, pero mostrarlo con la forma de esa extraña cafetera gigante, que no es la primera que vemos en la serie, fue hilarante y sumamente lyncheana. Especialmente notable fue el momento en que le dio a Cooper-malo los datos para ubicar a Judy con esos chistosos números de humo saliendo del escape. Pero más allá de lo gracioso que estuvo el momento, un detalle importante es que los números, de hecho, corresponden a las coordenadas en el brazo de Ruth. Estas habían sido ya conseguidas por Cooper-malo, por lo que supongo que la novedad para él será que ahí puede encontrar a Judy. Parece que por fin sabremos de quién no quería hablar Jeffries en la película…
Como si todo eso fuera poco, la sección dedicada a Cooper-malo nos dio otra confirmación: Richard es, en efecto, el hijo de Audrey. El muchacho, quien afirma haberlo visto en una vieja fotografía que conserva su madre, reconoció a Cooper-malo y lo siguió. Ahora, tras ser neutralizado por este último, Richard lo acompaña en su viaje. Lo que le espera está por verse. Dato adicional: vimos a Cooper-malo enviarle a Diane el mensaje de «Las Vegas?». De nuevo, el juego con el tiempo…
Dougie no apareció mucho esta semana, pero lo que vimos de él podría ser lo más importante hasta la fecha: impulsado por una reminiscencia más de su memoria (escuchar el nombre «Gordon Cole» en la película Sunset Boulevar, que estaba pasando en la tele), metió un tenedor en el tomacorriente y sufrió una intensa descarga eléctrica. Aunque podría tratarse de otra manera de jugar con nuestras expectativas, este bien podría ser el suceso que nos devuelva al verdadero Cooper. Pienso que sería un momento ideal, pues justo estamos a las vísperas del final de la serie, lo que nos dejaría un par de episodios para verlo en acción. Crucemos los dedos.
En el bar, James, que venía acompañado por Freddie, trató de entablar conversación con René, lo que no le gustó al novio de esta última, quien saltó sobre James. Freddie, al ver que agredían a su amigo, no dudó en usar su mano enguantada no una, sino dos veces, con devastadoras consecuencias para las víctimas. Este personaje, que fue introducido en el episodio anterior de una manera tan repentina que solo se la perdonamos a Lynch (o incluso, a Twin Peaks), se proyecta como uno importante hacia el final de la temporada. De nuevo, puede que toda expectativa sea subvertida al final, pero hay que tener en cuenta que tanto el propio Freddie como James terminaron encerrados en la jefatura, justo al lado de la mujer sin ojos, Chad y el tipo que no deja de babear y repetir lo que dicen los demás. Habrá que ver qué pasa con ellos.
Por otro lado, la escena extraña de la semana estuvo a cargo de Steven y su amante quienes, en un aparente estado alterado (probablemente por drogas), conversaron atropelladamente en el bosque sobre la conveniencia de que el joven se suicidara. Al ser descubiertos por un caminante ocasional (quien, por cierto, fue interpretado por el propio Mark Frost), Steven mandó a la joven a huir y no pudimos ver qué pasó entre él y el caminante, más específicamente, quién recibió el balazo que se escuchó resonando entre los árboles.
En cuanto a los personajes de Twin Peaks, volvimos a ver a la Dama del Leño, aunque tristemente pareciera que por última vez. Como siempre, llamó a Hawk y le comentó, entre otras cosas, que estaba muriendo. Hawk interpretó la conversación como la despedida de Margaret, por lo que le comunicó a los otros de la comisaría del deceso de la enigmática mujer. Fue un momento muy conmovedor, sobre todo teniendo en cuenta que la actriz se encontraba en una situación muy similar a la de su personaje, al punto de que falleció muy poco después de filmar sus escenas. La conversación en sí fue intensa, ya que abordó temas como el miedo de dejarse ir y la idea de que la muerte no es un final, sino un cambio. Esto último me dejó pensando si será que la Dama volverá de alguna manera, tal vez como una encarnación distinta de sí misma en la Logia o algo por estilo, tal como hemos visto al Hombre de Otro Lugar y a Phillip Jeffries. Por otro lado, no se puede olvidar que la mujer le advirtió a Hawk sobre el que está bajo la luna en Blue Pine Mountain. A menos que se me esté escapando algo, creo que no sabemos a quién se refiere, pero posiblemente se esclarecerá en los episodios por venir.
Finalmente, tuvimos una nueva intervención de Audrey, la cual no hizo más que aumentar nuestras dudas… si es que eso es posible. En un extraño diálogo con su extraño esposo, Audrey se arrepintió de su intención de ir al bar justo en la puerta de la casa. Esta inseguridad y la facilidad con que cambia de opinión son tan impropias de Audrey que definitivamente algo pasa con ella. Seguimos sin idea de qué podrá ser, claro, por lo que también con respecto a esto habrá que esperar.
A dos semanas del gran final, todos los caminos parecen dirigir a Twin Peaks, por lo que solo resta esperar a que confluyan y ver qué resulta. Conociendo a Lynch, el todo será mucho mayor a la suma de las partes y aquí seguiremos semanas después aún comentando lo que veremos. Con esa esperanza, será hasta la próxima semana.
