El título de esta reseña responde a varias razones. Por un lado, la sensación de estar fuera de su elemento es una que comparten varios de los personajes de la serie, pero por otro es justo como nos sentimos todos como expectadores. Lynch, como siempre, nos saca de cualquier referencia posible y nos mete de lleno en un mundo tan suyo que es complicado captar algo de entre todo el lío que vemos. Paso a comentar el quinto episodio de la nueva temporada, aclarando, como siempre, que es mejor que lo vean antes de leer porque habrá spoilers.

«Part 5» fue un episodio particular en su inicio y su final. Para empezar, lo abrieron algunos agentes de la «mafia» que parece seguir empecinada en dar con Dougie y ajusticiarlo de alguna manera. Vimos a algunos agentes vigilando el carro que, claro, sigue donde se quedó cuando Cooper se fue con Jade. Esta vez nos ofrecieron un vistazo a lo que parece ser una líder o, cuando menos, una miembro importante de la «mafia», de quien lo que obtuvimos fue un puñado más de preguntas: ¿por qué podrían matarla por no haber terminado el «trabajo» con Dougie?, ¿por qué usa un blackberry?, ¿por qué duda tanto a la hora de usarlo?, ¿qué puede significar el solitario «2» que marca?», ¿qué DIABLOS es la caja negra con dos luces rojas que reacciona cuando ella digita ese «2»? Por un lado, es claro que Dougie estaba metido en líos serios… por el otro… esa caja negra… nada qué decir, por ahora.

Una misteriosa caja negra tuvo un par de apariciones en el episodio

De acá saltamos a Dakota del Sur, donde la forense sigue investigando el caso del hombre decapitado que vimos en «Part 1». Además de sus muy inapropiados chistes (tal vez en sus rutinas de stand-up funcionen mejor), nos reveló que en el estómago de la víctima, además de la evidencia de que esta llevaba mucho tiempo sin comer, se encontraba un anillo con una inscripción: «para Dougie de Janey»… pues bien, ahí la tienen, una conexión más para que especulemos.

Cooper-malo tuvo sus minutos en este episodio, por supuesto, y de hecho nos dio una de las escenas más emocionantes de lo que va de la temporada. Como con cualquier franquicia que vuelve tras mucho tiempo (parece que estamos en la época de ese tipo de renaceres), los momentos en que se referencia el pasado de la historia suelen ser muy emocionantes. En este caso, pudimos ver finalmente algo de la relación entre este Cooper-malo y Bob. Como muchos lo habían pensado, parece ser que la entidad que hemos visto no es exactamente BOB poseyendo el cuerpo de Cooper, sino que es el doppelganger del agente el que tiene el control, aunque BOB se encuentra también hospedado con él. El momento en que la cara de BOB comenzó a superponerse en la de Cooper… decir «escalofríos» se queda corto, francamente.

Cooper-malo se alegró de que BOB aún «esté con él»

Si alguien aún se pregunta por este tema del doppelganger, creo que lo que lo demostró fue que, justo antes de dicha superposición de caras, viéramos a modo de flashback la escena en que esa versión oscura de Cooper y BOB se carcajeaban en la Logia Negra. Al menos, me parece evidente que con eso buscaban dejarnos clara la identidad (o identidades) del misterioso ente que salió con Annie de la Logia al final de la segunda temporada.

A continuación presenciamos el regreso de Mike, aunque en realidad no vimos mucho de él. De hecho, su aparición como gerente de una empresa sirvió más bien para introducir a un nuevo personaje, un tal Steven, quien es despedido. Más adelante nos enteramos de que Steven es la pareja de Becky, la hija de Shelley quien, por lo que se ve, sigue los pasos de su madre en tanto tener parejas un tanto particulares. Steven y Becky son drogadictos y parecen metidos en más de un lío. Sobre su escena, hay que mencionar el primer plano larguísimo a la cara de Becky mientras viaja en el asiento del pasajero del carro de Steven. Aunque no dura realmente ni un minuto, se sintió como si se acercara a los diez. Esa toma me dio la impresión de que Becky será importante más adelante, además de que, bueno, la interpreta Amanda Seyfried y sería raro que la escogieran a ella para un papel fugaz  e intrascendente… como parece ser el caso de Michael Cera…

El primer plano eterno de Becky

En cuanto a Cooper, pudimos ver más de su incómoda situación suplantando a Dougie Jones. Esta vez, lo acompañamos a su trabajo en una compañía de seguros, donde vivió varias situaciones difíciles de las que el azar, que parece a su favor, lo sacó eficientemente. El mejor ejemplo es el momento en que, de nuevo, se está reventando de ganas de orinar y, sin mayores complicaciones, su compañera asume que el baño de hombres está cerrado y lo lleva al de mujeres. Tengo que repetirme diciendo que estos momentos son divertidísimos y que son de lo mejor de este regreso de la serie, aunque claro, no merman las ansias por ver de nuevo al Cooper que amamos.

Algunos datos reveladores sobre Cooper:

  • Janey, su esposa, menciona que gracias al total de 425 mil dólares que su esposo ganó en el casino, finalmente podrán pagar los 50 mil que deben. ¿A quiénes y por qué?
  • Como explicación a su extraña actitud, Janey menciona que Dougie debe estar «en otra de sus crisis». Pareciera una nueva manera en que el azar ayuda a Cooper a no ser descubierto como impostor… aunque podría tratarse de algo relevante con respecto a la identidad real de Dougie…
  • Varios elementos de su entorno lo hicieron reaccionar, tales como el café (de nuevo), la palabra «agente», la mención a unos «archivos de caso» (case files) y una estatua que empuña una pistola. Por lo visto, cada vez serán más los recordatorios de su ser original, por lo que la vuelta del viejo Cooper podría estar cerca.
  • Lo más intrigante, sin duda, fue cuando Cooper pudo identificar que uno de sus compañeros de trabajo estaba mintiendo, gracias a una misteriosa luz que vio aparecer sobre su cara.  Inevitablemente, asocié esta situación con las indicaciones que la Logia le dio antes para ganar en el casino. Probablemente los hechos estén relacionados y Cooper sea ahora capaz de discernir los misterios de cuánto lo rodea, facultad que resultaría muy útil siendo él el protagonista de esta serie… (como dato adicional, creo que esta fue la primera vez en que Cooper, tras salir al «mundo real», dijo algo sin imitar a alguien que lo dijo antes).
Cooper, o la relevancia del café en la vida de un hombre

Otra situación relacionada con Dougie pero en la que no se vio envuelto Cooper fue la que ocurrió con su carro. Un grupo de jóvenes que apareció en un carro negro, claramente ajenos a la «mafia» que anda persiguiendo a Dougie, trataron de robar el vehículo, lo que activó la bomba que le habían puesto a su dueño. Si los elementos querían robarse el carro o hacer algo más significativo es imposible de saber, pero lo que quisiera rescatar de la escena es la tremenda tensión que le aportó la presencia del niño de enfrente, quien aprovechó que su madre permanecía inconsciente para ir a ver el carro. La suerte le impidió estar lo suficientemente cerca como para morir en la explosión, pero durante largos segundos daba la impresión de que no contaría el cuento. Fue una excelente escena.

Jade, la joven prostituta con la que estaba Dougie en su primera aparición, llevó su vehículo a arreglar y uno de los empleados le entregó el llavero del Great Northern  que Cooper dejó al viajar con ella. La muchacha lo puso en el buzón y el asunto se diluyó, por lo que habrá que esperar para ver si tiene alguna relevancia.

Uno de los momentos más «lyncheanos» de este episodio fue el del doctor Jacoby, quien por fin nos reveló para qué sirven las palas en las que ha estado trabajando desde el principio de la serie. Como una broma de mal gusto, resultó que se trata simplemente de un producto que el doctor pone a la venta mediante un paranoico podcast en que afirma que el sistema envenena y engaña a las personas, enterrándolas en mierda y lodo. Pues bien… las palas son para abrirse camino a palazos. Y cuestan $29,99. Mejor ni hablemos del hecho de que el doctor está ofreciendo una herramienta, digamos, literal, para resolver un problema figurado… no, ni entremos ahí. Limitémonos a comentar que, cuando menos, ya sabemos para qué eran las palas y que pudimos ver a Jerry Horne y a Nadine durante la escena, pues ambos formaban parte de la audiencia del podcast de Jacoby.

Jacoby y su paranoico podcast para vender palas…

En el Pentágono, un oficial es avisado de que hubo otra alerta por las huellas del capitán Briggs, de quien lo único que sabemos es que murió, que Cooper fue el último en verlo con vida y que pudimos ver su cabeza flotando en el espacio y diciéndole «blue rose» a Cooper. Resulta que en el episodio anterior, la forense de Dakota del Sur mencionó que al tratar de identificar las huellas de Cooper-malo apareció un bloqueo militar. Si ambas situaciones están relacionadas, como parece evidente, ¿qué tiene que ver el Capitán Briggs con Cooper-malo? Anótenme con otro desconcierto, por favor…

Como situaciones sueltas pero probablemente relevantes, tuvimos por un lado a Tammy revisando fotos y huellas digitales tomadas a Cooper y a Cooper-malo. Por su sorpresa, asumo que lo que descubrió es que dichas huellas no coinciden; por otro lado, conocimos a un tipo en el Bang Bang! que no tiene problema en transgredir toda clase de reglas, desde la sencilla de no fumar hasta la de respetar el espacio personal de los demás; su relevancia queda, también, en el misterio.

Sobre Cooper-malo, la siguiente escena con él fue de lo mejor del episodio. La manera en que provocó un inexplicable caos en la estación de policía al usar el teléfono fue sumamente perturbadora y ni qué decir del hecho de que aparentemente podía leer la mente de sus captores, pues la mención a un tal «Mr. Strawberry» parecía tener que ver con la vida privada de uno de los oficiales que lo vigilaban, probablemente algo relacionado con un hijo suyo o algo así. La llamada, por lo visto, fue al lugar donde se encuentra la caja con luces rojas que vimos al principio del episodio. Por lo visto, dicha caja se encuentra en Buenos Aires, Argentina… o al menos ahí estaba, pues tras la llamada de Cooper-malo se redujo de tamaño y quedó convertida en un pequeño fragmento de metal, plástico o de lo que sea que estaba hecha. Para mayor intriga, sumar que lo único que Cooper-malo dijo al llamar fue «la vaca saltó sobre la luna»

Cooper-malo se trajo abajo la estación de policía con solo hacer su llamada

Y bien, eso nos dejó esta semana nuestro misterio favorito. Aunque tal vez no tuvimos una dosis de surrealismo como la de «Part 3», definitivamente el episodio, como ha pasado con todos, no hizo más que aumentar el desconcierto y soltar suficientes preguntas como para esperar ansiosos por la próxima entrega. Sigamos pues en sintonía, porque eso cada vez se pone mejor.

 

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