Hace un año la industria del entretenimiento electrónico sufrió una de sus mayores pérdidas, la muerte de Satoru Iwata, quien fue presidente de Nintendo desde el 2002 y falleció a los 55 años. La despedida de Iwata nos recordó que el medio de los videojuegos aún es muy joven y que todavía contamos con muchos de los pioneros entre nosotros.
No importa que consola jugués, si sos de la PlayStation, de Xbox o incluso de la PC Master Race, a Satoru Iwata se le ve con respeto entre los jugadores de todas las ramas y mucha de la innovación de la última década se le debe a él. “En mi tarjeta de visita, soy presidente de una corporación. En mi mente, soy un desarrollador de videojuegos. Pero en mi corazón, soy un jugador”, esa frase que la pronunció en la Conferencia de Desarrolladores de Videojuegos en el 2005 demuestra su autenticidad y amor por su trabajo.
En su tiempo con Nintendo estuvo involucrado en títulos como Super Mario Sunshine, Metroid Prime, Star Fox Adventures, Eternal Darkness: Sanity’s Requiem, Animal Crossing y The Legend of Zelda: The Wind Waker. Durante su periodo como presidente destacó por apertura a la comunicación con los usuarios de Nintendo.
Iwata participó activamente en el lanzamiento del primer juego de Pokémon (Red, Green Blue) en 1996. Satoru le vio potencial a la franquicia a pesar que la venta de cartuchos con las estampas de Charizard de Blastoise empezó fría, Iwata insistió en sacar más cartuchos y el tiempo le dio la razón. El expresidente tomó la dirección de Nintendo en uno de los momentos más convulsos de la compañía que en ese momento afrontaba números rojos.
El nacimiento concreto del Nintendo DS, 3DS, el WiiU y sobre todo el Wii, consola con control de movimiento, lanzada en el 2006 y que fue un éxito rotundo con ventas de más de 101 millones de unidades,. Los últimos esfuerzos de Iwata se enfocaron en los videojuegos móviles y fue de los propulsores del actualmente aclamado Pokemon Go.
Iwata era uno de los nuestros, un gamer que revolucionó la industria con a creatividad y diversión como la punta de lanza, tanto así que ponía al jugador por encima de los números de Nintendo. Descansa en paz genio.
