Análisis de Uncharted 4: Los videojuegos como un arte

Uncharted 4: A Thief’s End, no es un juego perfecto, sin embargo, hay muy pocas cosas que criticarle haciendo un análisis a conciencia. La nueva joya de la corona de Naughty Dog sobresale en todos los apartados importantes que hacen a los videojuegos ser un arte interactivo, creando una experiencia perfecta en la síntesis de todos los elementos que lo componen.

La industria de los videojuegos ha sido muy criticada y categorizada desde diversas direcciones como un pasatiempo de niños. Los que llevamos años jugando y viendo evolucionar el medio sabemos hace años que esto no es cierto, y hemos disfrutado de muchas de las mejores historias y experiencias con un control o un mouse en la mano.

El lore de Warcraft o Dragon Age es a estas alturas bastante más extenso que el de Tolkien, el de Mass Effect se encuentra al nivel de Star Wars o Star Trek y los enrevesados argumentos de la saga de Metal Gear pueden dejar con dolor de cabeza a cualquier lector de libros de Tom Clancy, y sin embargo acá estamos en el 2016 aún con la necesidad de defender a los videojuegos como un arte.

La academia de las artes reconoce a la fotografía como el octavo arte y el cómic como el noveno… ¿Cuánto falta para que los videojuegos sean reconocidos como el décimo? Desde mi punto de vista, solamente que jueguen Uncharted 4.

Palabras mayores para un título que no tiene el mejor guión o la mejor historia jamás contada en un juego de video. Haciendo un ejercicio rápido, me vienen a la mente en unos 5 segundos 10 juegos mejores en ese apartado, y sin embargo no existe otro juego que haya contado su historia de manera tan orgánica. Me refiero a la forma en que combina la jugabilidad y la trama con maestría.

Naughty Dog, claro está, es uno de los estudios más adelantados en este sentido y cada nuevo juego que publica ha avanzado a la industria y la forma de narrar una historia dentro del marco de un juego varios grados. A la mente nos viene The Last of Us, juego revolucionario que para muchos ya marcó el salto narrativo interactivo al que me refiero. Sin embargo, los anteriores Uncharted también dieron importantes pasos en este sentido, los dos primeros le dieron una personalidad brillante a Nathan Drake y acompañantes, con conversaciones que se mezclaban con el juego y lo que sucedía en pantalla, sin embargo esto sucedía de manera guionizada. Uncharted 3 agregó además un motor de animaciones complejo que hacía que los protagonistas reaccionaran físicamente al entorno, cambiando su expresiones o postura dependiendo de los eventos en escena. The Last of Us tomó todo esto, lo perfeccionó y le agregó corazón a la historia.

Uncharted 4, es una amalgama de todo lo anterior, pero llevando de nuevo el concepto de juego / historia un paso adelante, con personajes orgánicos y un sistema de conversaciones dinámico que mezcla el gameplay con la acción en formas no vistas hasta este momento. Nathan Drake cambia sus diálogos dependiendo de lo que sucede en la batalla y de tu forma de jugar. Si juegas el juego varias veces es posible que la experiencia sea bastante distinta. Pero es aún más interesante como los acompañantes en la aventura siempre tienen algo que decir, también de manera dinámica, ya sea un comentario, una historia o un consejo sobre cómo resolver un acertijo.

Para ejemplificar a lo que me refiero, hay una sección donde Drake, Sully y Sam, el hermano perdido de Nathan, se encuentran conversando en el jeep sobre una vieja anécdota de Sullivan, cuando encuentran un sitio misterioso que los hace cambiar el enfoque. La historia se detiene en lo que el jugador busca como subir al tejado de la estructura, en ese momento Sam insulta a Nathan como solo un hermano lo haría, aconsejandole usar el Jeep para subir. Luego de revisar el lugar, encontrar el tesoro y regresar al camino y al vehículo, Sam dice: “¿En que estábamos? Ahh si, les contaba la historia de…” y continúa el dialogo justo en el punto en que lo había detenido anteriormente.

Momentos como este, tan humanos dentro de un mundo interactivo es lo que hace de Uncharted 4, un juego especial, que supera a sus antecesores, y es que es complicado hacer un análisis de un juego cuyas expectativas estaban en las nubes. Más aún cuando la experiencia personal solo aumentaba las mismas. Personalmente considero Uncharted 2 como el mejor juego de la generación pasada, sí, sobre el de todo el mundo: The Last of Us. Claro está, ambos títulos tienen muchísimo en común, el mismo estudio creador y a varios nombres que ya son leyenda en la industria como Nolan North, Troy Baker, Bruce Straley y claro está Neil Druckman, el gurú emergente de nuestros tiempos.

Uncharted 4 logra lo mismo que la segunda parte, y es ya el mejor juego de esta generación, y el mejor juego creado por Naughty Dog, y hasta el momento candidato en solitario a juego del año, con permiso de Doom.

La historia es una maravilla y te lleva en el lapso de unas 15 horas por varios países y locaciones exóticas, los rompecabezas siguen siendo simples pero imaginativos y el encanto de la interacción entre Nathan Drake, Sully, Elena y compañía sigue siendo espectacular. La inclusión del hermano mayor perdido de Nathan, Sam añade una mejora a una fórmula que ya funcionaba. Además el juego es técnicamente una maravilla y el mejor contraargumento de que un juego de acción no se siente fluido a 30 FPS.

Si no ha jugado ningun Uncharted, le recomiendo hacerlo con esta cuarta entrega, aunque es mejor haber completado sus antecesores, ya que Uncharted 4 es también una oda a la franquicia y está lleno de referencias. Si es un jugador recurrente de las aventuras de Nathan, se encontrará sonriendo en más de una ocasión y es que la forma en que se cierra la historia, sea posiblemente una de las mejores que recuerde en un juego de video.

Hasta luego Nathan Drake, que mejor final para un ladrón. – «Hodie mecum eris in paradiso«