Realizar un remake de una película de infancia siempre conlleva el peligro de quedar mal ante los recuerdos de millones de personas, después de todo competir con la nostalgia es un negocio que no paga. A menos que lo hagas de manera certera, sepas tomar los mejores elementos, modernizarlos y mejorar las cosas que no funcionaban tan bien. Bueno, pues todo esto y más ha logrado Walt Disney y el director Jon Favreau con la nueva versión de El Libro de la Selva, recreando un clásico que tanto los adultos como los niños disfrutaran por igual.
Hablando de la nostalgia, hice el ejercicio de revisitar la versión animada de El Libro de la Selva de 1969, basada libremente en el libro clásico de Rudyard Kipling, antes de escribir este análisis. La conclusión a la que llegué es que los recuerdos y la visión de niño nos jugaron una mala pasada, la película no es tan buena como recordaba y lo mejor continúa siendo Baloo cantando… Es más, hagamos una pausa y canten conmigo:
*Busca lo más vital nomas*
Volviendo al análisis, acepto estar siendo un poco duro con la versión original, pues tiene sus momentos, pero lo que si queda claro es lo mucho que el guion está enfocada a un público infantil.
El Libro de la Selva para una nueva generación
La nueva versión toma los elementos principales de la película original y los mejora de forma significativa, esto es particularmente evidente en el guion y la forma en que se va desarrollando la trama, siempre queda claro que estamos viendo la misma historia, pero el ritmo y la forma en que se van desvelando los eventos tiene mucho más sentido en la nueva versión, creando una experiencia muy satisfactoria sin importar la edad del espectador.
Tal vez la excepción, pueden ser los niños muy pequeños. Al contar una historia más adulta se corrió el riesgo de hacerla más oscura en varios tramos. Si bien sigue siendo una película calificada para todo público, tiene varias secciones nocturnas donde Batman y Zack Snyder estarían orgullosos. Shere Kahn es particularmente imponente, un villano en toda la regla y por ende capaz de hacer gritar o poner nervioso al más pequeño de la casa. Incluso el Rey Louei, lo vemos acá en una versión más villanezca.
Si bien por cada sección oscura, hay secciones brillantes y graciosas que crean un gran contrapeso. En este sentido el oso Baloo se vuelve a llevar las palmas y su aparición en la película es un huracán de aire fresco y simpatía, que nos recuerda en conjunto con algunas referencias, como una escena calcada al Rey León, que estamos viendo una película de Disney al fin y al cabo.
Una cosa que hay que tener claro es que en general las comparaciones que he realizado con la película animada son un tanto erróneas, ya que estamos ante otra cosa completamente distinta. El nuevo Libro de la selva, combina la actuación humana con animales creados en CGI de una manera que creo que no tiene parangón.
En esto el único actor Neel Sethi hace un papel espectacular para un actor de tan corta edad, es impresionante pensar que logra hacer una personificación perfecta de Mowgli actuando la mayor parte del tiempo en una pantalla verde y hablando con amigos imaginarios. Amigos que igualmente se llevan las palmas.
El equipo de Weta Digital vuelve a hacer magia creando una amplia gama de animales con distintas personalidades que se complementan con un casting que termina por ser la cereza en el pastel, y es que el elenco de lujo termina por darle alma a cada uno de los protagonistas de la historia. Bagheera la pantera(Ben Kingsley), Baloo el oso (Bill Murray), Raksha el lobo (Lupita Nyong’o), Shere Khan (Idris Elba), Kaa la serpiente (Scarlett Johansson) y King Louie el orangutan (Christopher Walken), muestran un fenomenal trabajo de actuación de voz.
El Libro de la Selva es una historia que todos conocemos, pero la forma en que es contada en esta ocasión definitivamente vale el boleto al cine, sin importar si vas solo, con tus hijos o tu pareja esta nueva versión se disfruta por igual. Si este fin de semana estás buscando una película donde salgas del cinema con una sonrisa y tarareando alguna canción de propaganda, creada por un oso vago y bonachón, no puedo recomendar más esta cinta.
