Lo primero que recuerdo al pensar en la Edad Media son los asedios, caballeros y arqueros librando batallas con mucha sangre y desmembramientos por doquier, esa imagen no dista nada de lo que me topé en Chivalry 2, y si le agregamos momentos épicamente divertidos, es innegable decir que estamos ante un juego crudo y lleno de risas. Este es un juego multijugador en línea, sin campaña.
En Chivalry 2 nos tocará llevar a cabo el tutorial sí o sí, si bien el título aparenta ser un simple Hack & Slash, la jugabilidad es bastante profunda, con la salvedad que una vez entendemos cómo funciona, vamos a aprenderlo fácilmente. Lo más importante es el timing a la hora de defendernos y poder contraatacar eficientemente, esto último hace la diferencia entre vivir o morir; lo que me encanta es que incluso al morir es divertido. Estamos en un juego donde verse en un 1vs2 es casi una muerte segura, y vernos en esta situación causa tanto miedo como risas.
Al entrar en batalla podemos elegir entre cuatro clases diferentes: Caballeros o soldados de Vanguardia, quienes vienen a ser como la clase Tanque, con armaduras pesadas y espadas enormes. Siguen los Lacayos, quienes hacen uso de armas que sirven para mantener a los enemigos a raya cuando carguen contra nosotros. El último tipo de soldado son los Arqueros, que no necesitan mucha explicación.
Las mecánicas al entrar en contienda son sencillas, pero como dijimos al inicio, requieren que hagamos lo correcto en el momento justo, golpes ligeros, golpes fuertes, parry, y bloqueos son las bases, podemos dar patadas para sorprender a un enemigo que solo gusta cubrirse, o podemos movernos a un lado con rapidez para evitar un golpazo en nuestra cabeza. Incluso podemos usar nuestra arma como proyectil, lanzándola a los soldados del otro bando, o cargar con una embestida si vamos corriendo. Cada ataque puede realizarse con mucha sencillez, pero repetimos, hacerlos en el momento justo es la prioridad si queremos vencer.
Chivalry 2 nos da hasta tres modalidades de juego, donde destacan las batallas campales con contiendas de hasta 64 jugadores en dos equipos. En ellos, cada equipo tendrá objetivos que cumplir, como defender una zona específica del mapeado, o rescatar prisioneros mientras el equipo contrario intenta detenerlos. Si al ir y venir de cuerpos desmembrados le agregamos el humor que dan las funcionalidades de chat, cada partida se vuelve en una obra teatral de comedia y sangre, el juego hace mucho para que cada enfrentamiento sea tenso, crudo, irrisorio y bonito de llevar, puedes ir de último en la tabla que la vas a pasar bien, eso es de seguro.
Chivalry 2 también se ve extremadamente bien, especialmente en el detalle de los personajes, las armaduras se ven espectaculares, la sangre y los cuerpos que perdieron sus extremidades abundan en detalle. Mucho de la inmersión se debe a que los mapeados creados son muy detallados, se sienten como lugares realmente vivos a pesar de que estaremos muy concentrados en no recibir golpes. La parte donde el juego brilla más es cuando vemos morir a otros (o si nosotros causamos dichos decesos), ver un brazo volar tras un hachazo bien dado es alucinante, el sonido de los soldados al morir o perder una parte de su cuerpo nos mete demasiado en el rol que acontece en torno a todo el barullo de la batalla. Eso hace que Chivalry 2 sea placentero visualmente. El sonido del metal y huesos rotos complementa la obra, y la banda sonora es igual de buena, agregando mucho de emoción en cada segundo.
Honestamente pensé que Chivalry 2 no lograría vivir a la altura de su antecesor, pero sorprendentemente me atrapó, es increíblemente fácil de aprender, y jugarlo es una experiencia divertidísima, personalmente me atrae que la cero necesidad de aprender una gran cantidad exagerada de movimientos o combos, es simple: Te encuentras a un oponente, blanden su espadas, gana el mejor, aunque si terminamos siendo el perdedor, va a ser igualmente encantador.