O Maidens in your Savage Season, el manga de Mari Okada que estrenó su anime en la temporada de verano 2019; cuenta la historia del como las integrantes del club de literatura descubren la sexualidad.

Al contar la historia, la autora logra dejar claras tres cosas sobre la sexualidad humana a nivel social.: El desastroso y rápido descubrimiento en la adolescencia, los adultos solamente prohíben y minimizan a las personas jóvenes y que el aprendizaje de la sexualidad debe ser en los términos en que las personas que aprenden deseen.

Para retratar lo primero, es necesario recordar el primer capítulo de la serie. Donde las integrantes del club leían un texto que narraba de forma explícita el acto sexual. De esa forma empezaron a sentir curiosidad y numerosas preguntas. El resto, solamente mostraba como el culto al falo estaba presente en muchas capas de la vida: desde la música y anuncios de televisión, hasta el tren (falo) entrando en el túnel.

Cortesía Lay-duce

Al hablar de esta serie, es importante preguntarnos cómo fue que aprendimos sobre nuestra sexualidad. ¿Quién nos enseñó que un beso era una expresión de amor? ¿Cómo fue que aprendimos que se cogía de esa forma? En el manga, Okada nos muestra que las formas en que expresamos amor y nos erotizamos son aprendidas a partir de los textos que consumimos. Son los productos mediáticos los que nos dan ese primer acercamiento al sexo, a partir de allí comenzamos a experimentar.

Conforme avanza la historia, el club de literatura descubre que las representaciones de los libros no son precisas. El sexo y el amor no es como lo pintan los medios. Las representaciones limitan las prácticas sexuales y románticas a cierto tipo de cuerpos heterosexuales.

Pero no todo el mundo es heterosexual, no todo el mundo sabe que hacer luego de obtener el amor de esa persona querida ni todo el mundo sabe como funciona la sexualidad humana. ¡Y eso está bien!

Pero nuestra sociedad no solo venera las figuras fálicas, sino que, paradójicamente prohíbe hablar de forma abierta sobre la sexualidad, el segundo aspecto que Okada trata en O Maidens. Quienes se encargan de velar porque las prohibiciones se mantengan, son las personas adultas. En la historia, el personal del centro educativo, al enterarse de un caso de embarazo adolescente, en lugar de hablar sobre sexualidad de forma clara con el estudiantado, optan por prohibir las relaciones entre adolescentes.

La prohibición del desarrollo sexual de las personas jóvenes no solo es algo irreal, es atentar contra la salud de las personas. La prohibición de la sexualidad solamente funciona para que las personas obtengan información errónea, pues al no tener canales confiables de información, las personas tienden a estar expuesta a mayores mitos y prácticas de riesgo.

Cortesía Lay-duce

Pero a pesar de la censura, Okada recalca que las personas jóvenes tienen derecho a decidir los términos en los que van a descubrir su sexualidad. Hacia el final de la serie, las integrantes del club de literatura se rebelan contra la prohibición de los profesores y el director y dejan claro como quieren descubrir su sexualidad.

Este último aspecto es el más optimista de la obra. Si, el descubrimiento de la sexualidad es algo violento, pero eso se debe a nadie habla sobre el sexo sin morbo. Si, probablemente las futuras generaciones sigan experimentando lo abrumante que es el sexo, pero que esos sentimientos y pensamientos sean bajo los términos que las personas deseen.

A pesar de que al final el trabajo de Okada pareciera ser una oda a la juventud, termina siendo todo un manifiesto político a rebelarnos contra la censura. Que nadie nos diga a quién amar y con quién coger.

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