¿Qué hace a un protagonista un buen personaje? ¿Por qué millones de jugadores se sienten atraídos o identificados con un héroe de juego en específico?
Ese es el tipo de pregunta que algunos de nosotros nos hacemos, especialmente cuando se tiene casi toda una vida de rondar mundos fantásticos asumiendo la identidad de seres cuasi-míticos, inclusive cuando muchos de estos no comparten cualidades con las que nos podríamos identificarnos realísticamente.
Para darle inicio a esta serie de artículos, he optado por enfocarme en un personaje que ha formado parte integral de mi vida como jugador y mi desarrollo personal, además, por lo cual me siento cómodo discutiendo los múltiples aspectos presentados en el arco de su historia como protagonista de Final Fantasy VII aún de manera concentrada: Cloud Strife.
Su Identidad
Cloud Strife es un mercenario, otrora miembro de una división élite del gobierno mundial corporativo (Shin Ra) de Gaia conocida como SOLDIER, que ha sido contratado por la organización eco-terrorista Avalanche. Desde un principio el jugador puede notar que Cloud es un tipo duro y estoico, casualmente indiferente, producto de una vida típica de un súper-soldado que ha sido expuesto al lado oscuro de la humanidad.
Vistiendo indumentaria funcional (jumper y botas) y blandiendo una espada desproporcionadamente grande – no sobre-analicemos el simbolismo de esto -, el rubio guerrero de ojos azules cumple la parte dual de galán y anti-héroe en un principio. Es el centro de foco del juego desde el inicio y su actitud no es necesariamente la que los jugadores, especialmente en el contexto de juego de rol Japonés de mediados de los noventa, esperaban o estaban cómodos asumiendo.
Su único lazo emocional presente es una de sus coprotagonistas, Tifa Lockheart, quien fuese amiga de su infancia y quien le contactó con la solicitud de sus servicios para Avalanche apelando a su antigua amistad. Tifa sirve la función de mostrar el lado algo más humano de Cloud en secuencias de diálogo en las que ella logra convencerle donde otros personajes, como los miembros de Avalanche, simplemente topan con un muro.
No obstante, en algunas ocasiones de apremio, como cuando un personaje menor y miembro de Avalanche se queda atascado y solo restan minutos para que una bomba que han plantado en un reactor estalle, Cloud hace una pausa en su propia trayectoria de escape para ayudarle, no sin sacudir la cabeza como comentario tácito sobre lo molesto que le es tener que hacerlo.
Otro personaje cuya presencia muestra en Cloud su lado gentil es Aeris (Aerith/Aerizu), quien se convierte en el segundo personaje más importante de la historia ya que es el objeto romántico de Cloud inicialmente y la clave para salvar al planeta Gaia a la misma vez. Al conocerla, y verse obligado acto seguido a salvarla de unos soldados de Shin Ra, su rol cambia de guerrero pagado sin interés alguno más allá del dinero al papel de protector incansable de la joven.
Un protagonista es efectivamente definido por cómo este se comporta y reacciona con los demás personajes que pueblan el mundo donde se desenvuelve la historia, y ¿qué personaje es más importante en su relación con el protagonista que el enemigo principal?
Sephiroth es quizá uno de los antagonistas más icónicos de la afamada serie, y sirve como un recuerdo para Cloud de que, no solo es él inferior a Sephiroth, sino que ni si quiera es realmente la persona que dice ser.
Cloud, en su forma de comportarse y la imagen que proyecta, nos es más que una personalidad artificial que él mismo creó para cubrir sus debilidades y fallos percibidos, algo que muchos de nosotros en nuestra condición humana hacemos aún como adultos. No solo proyecta una imagen falsa, sino que él mismo no logra creer en su potencial a pesar de que todos a su alrededor confían en él, inclusive aquellos quienes le conocen desde pequeño e intuyen la verdad tras su máscara.
El Camino y el Destino
Como todo buen protagonista dinámico, la ruta que cursa Cloud es escabrosa y llena de cambios, algunos inesperados como la muerte de Aeris, y otros un tanto más predecibles como el punto crítico en que escala el conflicto del planeta Gaia a tal nivel que su misma existencia llega a estar en grave peligro.
El hito más prominente del desarrollo de Cloud como personaje es cuando, luego de la muerte de Aeris, cae en un tipo de trance causado por una inmersión en la esencia vital del planeta, conocida como Mako, y se ve sólo ante su “yo” intrínseco en un enfrentamiento multitudinario con todas sus diferentes facetas o personalidades, sus máscaras, y las de-construye hasta poder llegar a un estado unificado de personalidad, una amalgama lograda solamente si se cruza el Rubicón que divide los ideales y fantasías que inhiben el crecimiento personal de la honestidad brutal que en cambio fomenta la madurez.
Cloud Strife es un protagonista de primera clase porque guía al jugador por caminos a veces incómodos en el desarrollo de sí mismo pero que, tras ir revelando nuevas capas emocionales y haciendo hincapié en la importancia del ser honesto consigo mismo ante todo, logra su cometido y triunfa ante las adversidades internas y externas. A lo largo de la historia de Final Fantasy VII, Cloud se autodestruye para poder reconstruirse más fuerte que antes, inquebrantable y finalmente seguro de quien es.
