Que quede constancia de que escribo con la herida aún abierta. Pocas veces una cancelación me ha afectado tanto. Hay rumores, se dice que Silent Hill, la franquicia, seguirá y que muy posiblemente se retomen elementos de lo que se trabajó…. pero el caso es que Silent Hills, el de Hideo Kojima y Guillermo Del Toro, ese ya no será.

Y es que si hay una saga otrora exitosa y que necesita recuperar terreno es la ambientada en el terrorífico pueblo de Maine, Estados Unidos. La trilogía inicial, que repitió la fórmula sin añadirle practicamente nada, fue lo mejor. Silent Hill 4: The Room, un primer distanciamiento de esa fórmula, no resultó demasiado efectivo, pero tampoco demasiado terrible; 0rigins, por su condición de precuela y juego originalmente creado para el PSP, no las traía del todo consigo para ser un título memorable; Homecoming decepcionó a muchos al incorporar artificiosamente ciertos elementos de la película y presentar un modo de juego un tanto confuso, mientras que Downpour, aunque propuso variaciones interesantes, tampoco aportó lo necesario.  Así, ya son muchos años sin un Silent Hill definitivamente bueno que devuelva la serie a su gloria pasada.

Pues bien, cuando menos lo esperábamos, algo sucedió. Todo empezó con P.T., un curioso mini juego, por así llamarle, aparecido el 12 de agosto de 2014 como descarga gratuita para PlayStation 4. Se trataba de una experiencia en primera persona, desarrollada por el supuesto estudio 7780s, en la que el jugador tenía que recorrer una y otra vez el mismo pasillo, generando cambios en cada ocasión al interactuar con diversos objetos o realizar ciertas acciones.

Los eventos sobrenaturales se iban intensificando hasta que, al resolver el último acertijo, el juego concluía con un video en el que un personaje con la apariencia de Norman Reedus (Daryl Dixon en The Walking Dead) recorría las calles de un pueblo sumido en la niebla. Al final, los tres nombres: “Kojima, Del Toro y Reedus en”… la mandolina del “Silent Hill Theme” y el título: Silent Hill… s. Así que de eso se trataba. En una de las maniobras más ingeniosas que se han visto en la industria, Kojima y compañía crearon un teaser jugable (de hecho una de las revelaciones del final era, precismaente, que «P.T.» correspondía a «Playable Teaser») que anticipaba lo que sería la próxima iteración de la exitosa saga de Konami, pero la única manera de saberlo con certeza era resolviendo el complejo y escalofriante juego. Una verdadera genialidad, si me lo preguntan.

P.T. era justo lo que Silent Hill necesitaba. El modo de juego, los nombres involucrados, la estética, las posibilidades narrativas, la calidad gráfica y de sonido, todo daba para esperar un monumental juego que, si bien no se parecía a nada antes visto en la saga (tal vez un poco a Silent Hill 4, pero nada más), podía representar su esperada vuelta a la forma. La “Concept movie” que el propio Kojima mostró en el Tokyo Game Show de 2014 terminó de emocionar a las masas. Ahora sí, no había pierde: Silent Hill volvería y en qué forma…

¿Qué pasó?

A principios de 2015 se desataron los rumores con respecto a que Kojima dejaría Konami,  los cuales se confirmaron poco después. Metal Gear Solid V: The Phantom Pain sería su último trabajo para la compañía, de la cual se separaría con el consecuente cierre de Kojima Productions. Del Toro y Reedus se refirieron eventualmente a la cancelación de Silent Hills y Konami anunció que P.T. sería retirado de PlayStation Store.

Ante la situación, los seguidores lanzaron una campaña en pro de mostrar el apoyo que el juego tendría de ser lanzado, la cual acumuló firmas con una velocidad impresionante. Sin embargo, la posibilidad de que el proyecto vea la luz es muy remota.

Con toda seguridad, este no es el final de Silent Hill. Así lo ha dicho Konami y así es de esperar; pero la intriga sobre qué pudo haber salido de semejante colaboración, incentivada por las pequeñas probadas que nos dieron, vivirá por siempre. Y es que teniendo en cuenta que el propio P.T., un mero teaser, ganó premios anuales y creó lo que ya podemos llamar escuela (su influencia puede notarse en Allison Road y Visage, títulos a publicarse este año, así como en Layers of fear, del año pasado), el escenario posible de haberse concretado Silent Hills es verdaderamente sobrecogedor. Pero una vez más, tendremos que imaginárnoslo. Y la herida, como les decía, quedó abierta.