Hace diez años Square Enix hizo una promesa que por poco no puede cumplir, la promesa de un nuevo y prometedor Final Fantasy basado en el mundo de Final Fantasy XIII pero con su propia identidad, con un protagonista/antagonista que daba a entender que la saga elevaría la barra (nuevamente) de la séptima generación de consolas. Sin embargo, el tiempo pasó y no tuvimos noticias del juego, sabíamos que este «seguía en desarrollo» pero nada más.
Este panorama cambió cuando, el miércoles pasado ( 30 de marzo de 2016) la compañía detrás del juego decidió soltar bombas del tamaño de 10 mil gigatones en un evento en donde liberaron un demo que pudimos probar y que a continuación detallaremos. El demo en cuestión tiene por nombre Platinum Demo y tiene una duración aproximada de una hora de juego si se explora lo suficiente, o de media hora si lo juegan haciendo speedrun.
Platinum Demo nos pone en la piel de un joven Noctis (protagonista del juego) atrapado en uno de sus sueños más profundos. En este sueño tendremos que luchar contra pesadillas de diferentes niveles y se nos presentará a una tierna criatura (a la que podremos darle nombre al finalizar) que servirá como nuestra guía en todo el universo onírico creado para nosotros en el demo del juego. La probada que pudimos tener con el demo no es una que pudiera afectar la historia, aunque definitivamente tenemos guiños a lo que podremos ver en Final Fantasy XV, Platinum se nos presenta como un demo técnico para que podamos evaluar desde antes el juego en términos de jugabilidad, luces, resolución, cuadros por segundo, mecánicas de juego y exploración.
Respecto al rendimiento del juego, podemos decir que es aceptable, sin embargo, tiene problemas de caídas de cuadros que pasarán desapercibidas para el ojo inexperto, pero para aquellos acostumbrados a 60 cuadros por segundo notarán definitivamente estos baches. La resolución es mayor en la consola de Sony que en la de Microsoft y esto afecta en temas de dientes de sierra y movimientos regulares de la física. Me explico, si compararas el movimiento de cabello, ojos y labios de una versión del demo y otra, notarías diferencias visibles y además verías muchísimo más dientes de sierra en la versión de Xbox que en la de Sony lo cual no arruina por completo la experiencia, pero sí la disminuye un poco.
La distancia de dibujo está bien para el juego, sin embargo, no es la que nos hicieron ver en los videos de presentación. Lo que sí se ve muy bien (y pareciera que es el objetivo del demo) es la física de las luces, los ciclos de clima, día y noche realmente lucen fabulosos en el demo. Las mecánicas son de lo mejor para este nuevo juego, el combate se siente dinámico y fresco, no tan rígido como el combate por turnos, pero tampoco tan suave y flojo como el auto attack de juegos pasados de la franquicia. Podremos asignar armas a cada una de las direcciones del pad direccional, y atacar con un solo botón, al tiempo que podrás usar magias con otro botón pero igualmente asignado en la cruz direccional.
La exploración nos deja con varias inquietudes, pero teniendo en cuenta que es un demo pensado para mostrar técnicamente el juego quedamos satisfechos; tendremos que recolectar gemas amarillas con un fin determinado (conocer secretos del demo) y podremos activar otros items para el juego que dan poderes especiales, aunque en realidad significa un impacto nulo para el desarrollo del demo.
Habiendo revisado lo que nos mostró el demo, podemos decir que la promesa de Square Enix se mantiene, aunque flaquea en términos técnicos en algunas ocasiones. El juego definitivamente será un nuevo estándar para los JRPG y en ese sentido respeta la tradición de la saga (innovar en cuanto a gráficas y mecánicas en cada juego) y hará honor o competencia a los nuevos títulos del género como Xenoblade Chronicles X, su rival inmediato a vencer. Por lo demás no podemos esperar a que salga esta nueva joya, que promete convertirse en todo un clásico moderno.
