Presentación
Color Guardians es el primer juego desarrollado en Costa Rica que se publicó en una consola de Sony, este título creado por el estudio Fair Play Labs llegó a la Playstation 4 el pasado abril. El hecho anterior rompió un hito para la industria del entretenimiento electrónico del istmo centroamericano, así que vale la pena hacerle el review. Dicho lo anterior, vamos a revisar el debut de los ticos en las consolas de última generación.
El juego inicia con un argumento simple, un villano inescrupuloso con alas se roba los colores del mundo y dependerá de nuestros héroes, Rod, Lia y Grock, recuperarlos. Los guardianes se aprovecharán de su velocidad para pasar obstáculos y así salvar al universo de un terrible destino gris.
Color Guardians se realiza en secciones cortas muy bien depuradas, sobre todo en las pantallas iniciales, en las que se nota el buen trabajo que realizaron los muchachos de Fair Play. En cada tramo se puede apreciar un mundo relativamente orgánico y en constante movimiento, que en un principio es gris pero progresivamente cobra color a medida que el jugador avanza entre las dificultades.
En total son cinco mundos, cada uno con 10 pantallas. Al final de cada mundo hay un jefe final que resulta ser el mismo solo que más poderoso en cada encuentro, lo cual es un error mayúsculo y una oportunidad desaprovechada. Le quita la sorpresa y evidencia una falencia en el desarrollo.
Durante la progresión, los personajes hablarán a través de cajitas de texto. En general los diálogos están llenos de clichés y le aportan poco al argumento de la historia y parece que están ahí para ser ignorados. No obstante, el fuerte de Color Guardians recae en su jugabilidad no en su historia.
Jugabilidad
Color Guardians es un juego de plataformas similar a Rayman Legends o Donkey Kong Country y utiliza la mecánica de apretar botones al mejor estilo de Rock Band o Fahrenheit. A medida que el juego progresa queda en evidencia su inmisericorde dificultad. En los tramos finales Color Guardians es bastante cruel y, en algunos casos, injusto con el jugador.
En cada pantallas se usará a un personaje que puede cambiar entre los colores azul, rojo y amarillo. Nuestros héroes tendrán que moverse entre tres carriles y así evadir obstáculos hasta llegar a la meta. Después del tercer mundo se podrá decidir si usar a Rod, Lia y Grock, aunque no viene al caso porque los tres tienen exactamente las mismas habilidades, lo cual es otra oportunidad desaprovechada.
Al inicio Color Guardians introducirá las mecánicas básicas del juego. Pasar entre carriles, cambiar de color cada vez que sea necesario, qué botón presionar para aumentar el puntaje. La jugabilidad es sencilla al inicio, pero la exigencia aumentará cada vez que se pase de nivel. De repente, el hecho de pasar de carril, evadir los obstáculos con los cambios de colores y mantener la vista en el camino para saber qué es lo que viene se vuelve abrumador. Este juego remite a las clases de solfeo en la escuela de música. En un principio la profesora explica que son los tiempos y el valor de cada signo musical, pero a medida que se avance en la clase, la maestra suelta las cuatro estaciones de Vivaldi para dejar al estudiante en un coma mental.
Es una pena que después del tercer mundo, el tema se vuelva redundante. Sí, el juego tiene secciones en monorriel, de flotación, y de evasión; sin embargo todas estas mecánicas se basan en apretar botones en un tiempo determinado para no morir.
En ciertas partes, las muertes se sienten forzadas y el juego abusa de la memoria del jugador. En los últimos dos mundos se notó que el juego dejó de medir la habilidad y más bien ponía obstáculos ridículos para forzar una muerte segura. Por ejemplo, hay partes en las que se va a máxima velocidad y el juego obliga a saltar entre dos carriles que están separados por un hueco. El carril derecho lleva a un callejón sin salida, pero no hay manera de saberlo hasta que es demasiado tarde. De esos callejones hay muchos y son frustrantes para el usuario.
El juego evaluará el desempeño del jugador al finalizar cada pantalla con estrellas, una para los mediocres, dos para los buenos, tres para los genios y la de diamante para los que realizan un recorrido perfecto (nunca obtuve una de esas)
El jugador tendrá la posibilidad de visitar cada sección para obtener el puntaje perfecto, lo cual es demandante al extremo.
Conclusiones
El juego creado por Fair Play Labs tiene más errores que aciertos, no está mal para ser el primer salto a las consolas de última generación, pero se queda corto a la par de otras obras independientes que están en el mercado. Color Guardians no es un mal juego, es atrevido y está trabajado al principio, pero yerra en el abuso de dificultad y su redundante jugabilidad. Por ejemplo, si lo comparamos con Limbo, una experiencia corta y gratificante, que contrasta con el cansado ejercicio de los últimos dos mundos de Color Guardians.
Costa Rica dio el primer paso en la nueva generación del entretenimiento electrónico, cumplió, pero no se acerca a otros títulos independientes que se pueden conseguir por 15$ como Child of Light, Guacamelee o Apotheon.
Color Guardians está disponible en Steam y PS4.
Lo bueno
- Comienza bien
- Pantallas bien elaboradas en los primeros mundos
- Desafíos en el puntaje
- Es una dosis de adrenalina.
- Puede ser considerado un juego de culto si cae en buenas manos
Lo malo
- Las últimas pantallas dependen más de memoria que de habilidad
- Gráficos no le llegan a la nueva generación
- Historia floja
- No le llega a otros juegos con el mismo precio
- El jefe se repite en cinco ocasiones
- Hay tres personajes con las mismas habilidades ¿entonces?
- Glitches interrumpen el juego y llevan a una muerte barata
Trailer
http://https://www.youtube.com/watch?v=86Lkrr6onlI