Cuando Los Increíbles llegaron a la pantalla por primera vez hace 14 años, el panorama del género de superhéroes en el cine era muy distinto. Existían únicamente dos franquicias: X-Men y Spider-Man, la trilogía original. Además se rumoraba que Christopher Nolan estaba ideando una nueva historia de Batman, pero sin duda el tema de los supers en la pantalla no era la mega industria que es hoy día.
Entonces, Samuel L. Jackson prestó su voz para uno de los personajes secundarios más destacables de esa entrega, Frozono. Curiosamente, el hombre no tenía ni la menor idea de que algunos años y un parche en el ojo después, él mismo lanzaría a la más grande franquicia de todos los tiempos dando vueltas hacia el futuro.
Ahora, todo un MCU más tarde, Frozono está de vuelta en cines y su actor tiene mucho qué decir sobre lo que Marvel puede aprender del filme de Pixar. Para él, el sentido de familiaridad, de cotidianidad y el hecho de cualquiera a cualquier edad encuentra en Los Increíbles un personaje con el cual sentirse identificados es lo que más le hace falta a su otra franquicia superpoderosa.
«Los adolescentes pueden sentarse allí y ver la historia de Violet y decir ‘yo conozco a esta chica. Conozco esa historia’. Los niños y niñas pequeños pueden ver a Dash y decir ‘¡Sí! ¡Ese es quien yo quiero ser!’ O tienen un examen de matemáticas que no entienden. O los papás [se identifican] con hacer cosas que no saben si son capaces de hacer, o las esposas que trabajan y todavía experimentan esa ansiedad de lo que está sucediendo en casa», comentó Jackson como algunos aspectos que le hacen falta al MCU.
Para el actor, los superhéroes de los grandes live-action necesitan trabajos, problemas reales y conflictos cotidianos que no sean la destrucción del mundo por un Titán Loco.
«Ese aspecto de lo ordinario, de quien eres realmente, es tan interesante como esta cosa súper que puedes hacer. ¿Cómo vives cada día? ¿Qué haces? ¿Quién eres sin el uniforme o el traje?», agregó Samuel.
De hecho, en mi opinión, uno de los aspectos que hacen más enternecedor y universalmente querido al Spider-Man de Tom Holland es el hecho de que todos sentimos que hemos sido él, el adolescente emocionado, confundido y torpe que no sabe lo que está pasando, pero se siente en las nubes por formar parte del equipo de los grandes.
«Thor no tiene un trabajo, eso definitivamente lo sabemos», afirmó Jackson como un ejemplo. «[Los Increíbles, en cambio] son una familia real con problemas familiares reales. Es una historia verdaderamente universal y llegas a darte cuenta que ser un superhéroe es sólo un pasatiempo. No pone comida en la mesa. No mantiene las luces encendidas. Así que tienes que hacer también todo eso para ser parte de la vida real».
¿No creen que Samuel tiene algo de razón? Es decir, una de las mejores secuencias de Avengers es la escena del Shawarma. Luego de salvar al mundo de la destrucción, los héroes recogen sus cosas y se van a tomar una botana esperando a ver qué depara el futuro. Esa cotidianidad es precisamente lo que pide Jackson y yo, personalmente, estoy de acuerdo.