Star Wars: Rebels 4×03 y 4×04: tu guerra y la nuestra

Tras una apertura dedicada completamente a Mandalore, esta semana Rebels nos trajo otro episodio doble en el que volvimos a la historia macro y, de hecho, tuvimos una gran cantidad de material que continúa fortaleciendo la conexión entre diversos materiales de la saga, como lo son The Clone Wars, Catalyst e incluso Rogue One. Me permito recordarles que esta reseña tendrá spoilers, tanto del episodio como de los textos que mencioné y, tal vez, de algún otro.

«In the Name of the Rebellion» nos llevó finalmente a Yavin 4, la famosa base rebelde que vimos por primera vez en el Episodio IV y posteriormente en Rogue One. Ahí vimos a Hera realizar un aterrizaje  forzoso junto al resto de su escuadrón, el cual escapó por la mínima de un enfrentamiento con el Imperio, que salió mal dado que la inteligencia en la que se basaron estaba errada.

Que el General Dodonna se viera obligado a reconocer que Saw Gerrera los aventaja en cuanto a la precisión de sus datos fue una muestra más de cómo la moral termina por difuminarse en la guerra, tema que predominó durante todo el metraje. La discusión entre Gerrera y Mon Mothma fue un punto altísimo, en tanto vimos una vez más cómo la propia Rebelión tuvo que enfrentar disputas en cuanto a sus métodos y maneras de enfrentar al Imperio.

De hecho, dicha disputa llevó a la situación que desencadenó lo más interesante, que quedó reservado para la segunda parte del episodio. En esta, Ezra, Sabine y Chopper son «raptados» por Saw, quien está sumamente interesado en que le ayuden a asaltar un carguero que, por lo visto, lleva un cargamento de sumo interés para el Imperio, relacionado con lo que fuera que se estaba construyendo en Geonosis.

Para esta altura, claro, todos sabemos que lo que se tenía el Imperio entre manos era la construcción de la Estrella de la Muerte, pero nunca me canso de ver la reacción de los diversos personajes al enterarse de la magnitud de ese proyecto secreto. En esta ocasión no consiguieron descubrirlo aún, pero la revelación de que el cargamento incluía a varios ingenieros especiallizados en armas de gran poder y un enorme cristal kyber les dio una idea de que aquello es grande. La aparición de los Death troopers y la mención al Director Krennic terminaron de generar esa siempre bienvenida sensación de conectividad, afianzando la noción de que estamos viendo una sola gran historia.

Eso sí, no puedo evitar mencionar que, con todo y todo, no vimos nada realmente nuevo. En lo personal, yo sigo a la espera de saber qué provocó el deterioro físico de Saw, el cual lo obligó a utilizar un respirador y prótesis para ambos pies, como vimos en Rogue One. Con suerte aún no lo hemos visto por última vez, aunque el que se despidiera de Ezra («espero que nos volvamos a encontrar») me dio la impresión de que no aparecerá más. Gran diálogo el que vimos entre ambos personajes, sobre todo cuando Ezra le dijo que cada uno debía encargarse de pelear su propia guerra. Una muestra más de las dificultades ideológicas tras un conflicto bélico. Esa complejidad suma muchísimo en Star Wars, que tradicionalmente se limita a señalar conflictos entre el bien y el mal.

De momento, me quedan algunas preguntas:

• ¿Qué pasó con la base de Dantooine? Como recordaremos, en el Episodio IV, Leia revela que la base rebelde se encuentra en ese sistema ante la amenaza de destruir Alderaan. Posteriormente, en Lost Stars vemos de hecho esa base, pero ya abandonada. Juraba que en algún momento Rebels mostraría el establecimiento de esa base y su posterior substitución, pero pasamos de la Base Chopper a Yavin 4 de una vez. ¿Me estoy perdiendo de algo?
• En Rogue One (y, por lo que recuerdo, en sus apariciones en Rebels también) los Death troopers tenían un encriptador de voz o algo parecido que hacía imposible entender lo que decían. En este episodio, aunque se escucharon así en algún momento, terminaron hablando normalmente. Asumo que simplemente la máscara se configura para ocultar lo que hablan, pero me pareció extraño que no se mostrara alguna transición al respecto.
• ¿Soy el único al que le dan lástima los Stormtroopers? Para esta altura ya es un chiste interno el que son unos completos ineptos, pero no puedo evitar sentir lástima cuando nos muestran cómo caen directo a una muerte segura o cómo son burlados de maneras estúpidas por los rebeldes. Lo peor es que en este caso hasta los Death troopers se vieron muy ineficientes, cuando Rogue One los había dejado muy bien parados…
• ¿Dónde, en el nombre de la Fuerza, está Asohka?

Y bien esas son mis impresiones sobre esta semana. De momento tuvimos un episodio entretenido y muy enmarcado en la historia macro, lo cual siempre es bienvenido y, aunque sin mostrar grandes novedades, sirve para amarrar la narrativa. Veremos qué nos espera la próxima semana.