Por ahí he escuchado decir que Rebels realmente no tiene relleno, pues hasta los episodios aparentemente irrelevantes llegan a tener algún peso a futuro. No sé si estoy del todo de acuerdo, pero el caso es que el episodio de esta semana, aunque no presentó avances narrativos evidentes, sí adelantó lo que podría ser un evento por venir, así como presentó una interacción inesperada que probablemente influencie los acontecimientos a futuro. Además, fue uno de los capítulos más entretenidos de esta vuelta de temporada. Aunque soy precavido, aviso a quien lea que lo siguiente podría contener «spoilers».

En esta ocasión nuestros héroes, acompañados por Rex, investigan un reporte de inteligencia rebelde que indica actividad imperial en la órbita de Geonosis. Al llegar, se percatan de que, en efecto, el Imperio se encuentra construyendo «algo»; sea lo que sea, se trata de algo enorme pues, como señala Zeb, de lo contrario lo habrían construido en la superficie. ¿Será la Estrella de la Muerte? Es muy probable y, en lo personal, espero que sí, ya que podríamos estar a episodios de responder una pregunta que me ha intrigado siempre: ¿cómo se construye algo tan gigantesco como una estación espacial susceptible de ser confundida con una «pequeña luna»? Por lo visto, utilizan una especie de domos espaciales alrededor de los cuales la estructura va tomando forma, aunque, de realmente tratarse de la Estrella de la Muerte, la construcción sigue en etapas muy preeliminares. ¿La veremos al menos parcialmente completada en la serie? Habrá que esperar.

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¿Qué construye el Imperio en la órbita de Geonosis?

Pues bien, tras inspeccionar uno de esos domos, el equipo reconocimiento (Kanan, Ezra, Sabine y Zeb) son emboscados por el agente Kallus, personaje que hace rato no tenía minutos de calidad en la serie. Un astrodroide intenta cerrar las compuertas para cortarle todo escape a los rebeldes, por lo que Chopper entra en acción y se enfrasca en una lucha cuerpo a cuerpo contra él. Fue BRUTAL ver a Chopper irse a los manazos (literalmente… ¿recuerdan?, ¡el mae tiene manos!), en una pelea sin precedentes; por un momento, cuando Chopper logró derribar a su rival, creí que el asunto estaba decidido, pero el R2 negro se la jugó para levantarse con toda la agilidad de la que es capaz una unidad R2. De verdad fue algo divertidísimo de ver.

Solucionado el problema de las puertas, los rebeldes huyen, pero Zeb se queda atrás por encontrarse combatiendo personalmente a Kallus. Al tratar de escapar en una cápsula, el agente imperial lo sigue, por lo que terminan «náufragos» en una luna congelada de Geonosis. Amenazados por el frío, los monstruosos habitantes del lugar y la pierna lastimada de Kallus, ambos se ven obligados a colaborar para sobrevivir. Los diálogos entablados por ambos personajes son de lo mejor que he visto en la serie, pues permitieron comprender un poco más los ideales del Imperio (de influencia nietzscheana, nada sorprendente pero pues, es algo, ¿no?) así como los conflictos morales a los que sus miembros se pueden enfrentar y la manera en que se excusan para superarlos. Quien haya leído Star Wars: Lost Stars, novela del nuevo canon escrita por Claudia Gray, probablemente reconoció muchos de estos detalles.

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Zeb y Kallus tratan de conservar el calor

 

En lo personal, me marcó particularmente un momento en que Kallus le narró a Zeb una experiencia que tuvo con otro lasat, un mercenario a las órdenes de Saw Guerrera (otra referencia a The Clone Wars) a manos de quien perdió a todos sus compañeros en una de sus primeras misiones. Al enterarse de la sangre fría de su coterráneo, Zeb se muestra esquivo: «no puedes juzgar a todos los lasat de la misma manera», a lo que Kallus inquiere «¿aplica eso a los imperiales?», «a todos los que conozco» responde Zeb. Como en cualquier conflicto, una y otra parte se justifican y acusan a la contraria, así se contradigan en su forma de hacerlo. Reitero: de los mejores diálogos de toda la serie.

Finalmente, Zeb consigue sacar a Kallus del agujero en que cayeron y activar el dispositivo que permitirá que los encuentren. Como la primera nave que aparece es el Ghost, el imperial prefiere quedarse y esperar a ser recojido por los suyos. Un importante constraste se da aquí: Kallus presencia, oculto, cómo Zeb es recibido con alegría por sus amigos; cuando él mismo logra abordar un destructor imperial, tiene que atravesar los largos corredores renqueando y nadie se detiene a ayudarlo; ni siquiera el almirante Konstantine, a quien saluda de camino. Al llegar a su cuarto, completamente solo, se sienta en la cama y adopta una actitud reflexiba. ¿Estará el implacable agente reconsiderando su afiliación al Imperio? Teniendo en cuenta que mostró respeto por el código de honor de los lasat, algo fuerte podría estarse gestando en su interior ahora que se vio obligado a convivir con uno. Sería muy interesante un giro de este tipo, sobre todo viniendo de un personaje que hasta el momento había sido totalmente unidimensional. Una vez más, habrá qué esperar a lo que está por venir.

Kallus
En soledad, Kallus reflexiona…

Así, tuvimos un nuevo episodio sin grandes rebelaciones pero con suficientes giros e implicaciones narrativas como para crear expectativa. ¿Qué les pareció?, ¿es definitivamente la Estrella de la Muerte lo que el Imperio construye en Geonosis?, ¿se cambiará Kallus de bando?, ¿dominará Chopper su carácter? Con confianza, ahí están los comentarios.

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