¡Por fin! Tras varios episodios construyendo mundo y mostrándonos a los personajes, Rebels pisó el acelerador y nos mostró algo de lo que nos emocionó en el «trailer» de esta mitad de temporada. Con reencuentros con viejos amigos y enemigos, así como un par de claves sobre lo que viene, el episodio resultó emocionante e intrigante a la vez. Atención con los «spoilers», si no han visto el episodio, mejor no lean.
Esta vez, la acción se desató desde el principio: Ezra y Kanan vs. los insquisidores, de una vez. Los rebeldes inspeccionaban un planeta que consideraban apropiado para su base, pero fueron emboscados. Pocos episodios han iniciado con ese nivel de intensidad. Si bien la batalla no fue muy larga, sí fue intensa y trajo lo que uno está siempre esperando de cualquier cosa con el título de «Star Wars«: ¡espadas de luz!
Pues bien, tras descartar esa ubicación como posible base, los rebeldes, que llevan a Ahsoka con ellos, concluyen que necesitan el consejo de alguien con experiencia, por lo que deciden ir al templo de Lothal en el que Ezra fue contactado por Yoda en la primera temporada. Ahí, tras descubrir una nueva entrada, Kanan, Ezra y Ahsoka se disponen a meditar para invocar a Yoda, lo cual nos lleva a tres procesos distintos, todos guiados por la Fuerza tal como el de Luke en la cueva de Dagobah: Ezra logra una especie de audiencia remota con Yoda, a quien esta vez puede tanto ver como escuchar; Kanan se enfrenta a un guardia del templo Jedi, quien insiste en advertirle sobre la posibilidad de que su padawan termine en el lado oscuro; por último, Ahsoka tiene visiones de su antiguo maestro, Anakin Skywalker.
De las tres situaciones, la más atractiva fue la de Ezra, por razones obvias. Ver a Yoda de cuerpo presente (o proyectado… la cosa es que se vio) fue realmente conmovedor, muy a pesar de los problemas que a estas alturas sigo teniendo con la estética de la serie. De todas formas, ver al Maestro de maestros siempre es gratificante. Yo me pregunto: si nos conmovemos al verlo aquí, ¿qué sería de nosotros si apareciera como fantasma en el Episodio VIII? No me lo puedo imaginar…
Ahsoka se enfrentó una vez más al destino trágico de su antiguo maestro, quien le reclamó por haberlo abandonado y le mostró en lo que se convirtió. El hecho fue especialmente conmovedor tras haber visto a Ahsoka contemplando con cariño un holograma de Anakin explicando técnicas de defensa con la espada. Creo que lo que más espero de esta temporada es el enfrentamiento entre estos dos, anunciado también en el «trailer». Dudo mucho que Ahsoka salga bien librada de esa batalla y sería muy interesante ver qué caminos toma la Rebelión tras haberla perdido.
En cuanto a la batalla de Kanan, fue la que menos me interesó, aunque debo confesar que fue por razone muy personales. En primer lugar, nunca me gustó el diseño de los guardias del templo. Esas máscaras como de esgrima se me hacen demasiado terrícolas, así como esa especie de «dojo» en el que pelearon. En segundo lugar, ¿cómo está eso de que Kanan es nombrado caballero jedi POR UNA VISIÓN? Con todo, hubo un detalle que dejó abierto el asunto para futuras explicaciones: una de las visiones contra las que combate Kanan, precisamente la que lo nombró caballero, se quitó la máscara y resultó ser el Gran Inquisidor, quien afirmó haber sido un caballero jedi alguna vez. Más aún, tras decirle a Kanan que le conseguiría tiempo para que escapara, salió al encuentro de los nuevos inquisidores y uno de ellos lo reconoció. ¿Será el Gran Inquisidor algo parecido a un fantasma de la Fuerza? Por el hecho de que nombrara a Kanan y el de que fuera visible para otros además de él, me parece que no se trata solo de una proyección de la Fuerza, sino de una entidad consciente, pero habrá que esperar a ver si aclaran el misterio.
Y bueno, además de un bonito e inspirador diálogo (no se puede esperar menos del Maestro), Yoda envió a Ezra de vuelta con una indicación: buscar Malachor. Los veteranos de Clone Wars recordarán el lugar por algunos episodios que se ambientaron ahí. Por la mirada que compartieron Ahsoka y Kanan al escuchar el nombre, no pareciera un destino que augure demasiada tranquilidad. De nuevo, habrá que esperar.
Finalmente, en la última escena el episodio nos dio una probada de lo que más nos gusta: la presencia de Darth Vader, quien llegó a inspeccionar el templo jedi de Lothal. Incluso afirmó que el hallazgo complacerá mucho a su maestro. ¿Augurará eso una aparición del Emperador? Sería un estímulo inmenso tener en la serie a la encarnación del mal de este universo, así que espero que lo incluyan y, de paso, desarrollen algo de su relación con la Fuerza. Claro, habría que aguantarse su pinta caricaturesca, la cual probablemente le siente peor a él que a todos los otros personajes… pero en fin, será un mal necesario.
En definitiva, fue un gran episodio. Por fin nos dieron algo de lo que anunciaba el «trailer» y desataron una línea argumental que, con un poco de suerte, veremos desarrollarse en los próximos episodios, cuando nuestros rebeldes acudan a su cita en Malachor. ¿Qué piensan?, ¿les gustó el episodio? Comenten a ver. Y déjenme decirles que el que no lloró cuando vio a Yoda, es un hutt… pero un hutt feo, porque Jabba, lo sabemos, es hermoso.
