Advertencia: ¡SPOILERS!
Esta semana, Hondo aparece con una interesante propuesta para que la tripulación del Ghost se haga con algunas bombas de protones, las cuales andan buscando hace tiempo. A pesar de la resistencia de los demás, Hera decide que es mejor aprovechar la oportunidad. El plan, como es de esperarse, no sale tan bien y, aunque logran sacar las bombas, Hondo se queda sin su parte del tesoro.
Eso fue el episodio, muchísimas gracias por leer, nos vemos la próxima semana…
No, no es cierto. No voy a dejar la reseña hasta ahí… aunque francamente me siento tentado a hacerlo. Desde el tercer episodio de esta temporada, cada semana se me hace más difícil comentar algo con respecto a los episodios de Rebels puesto que, en su mayoría, no han sido más que aventuras al mejor estilo de las caricaturas de sábado por la mañana que veíamos de carajillos. El punto es que, de hecho, Rebels ES una caricatura de sábado por la mañana… muy a pesar de que se emite los sábados pero en la noche.
Y no es que haya algo malo con las series de sábado por la mañana. A lo que voy es que si uno quiere seguir Rebels siendo un adulto tiene que armarse de paciencia. La serie, evidentemente, está dirigida a un público, cuando menos, juvenil. Es cierto que por momentos se pone oscura, vemos muertes y mutilaciones que apelan a una audiencia más madura, pero después de todo se emite en Disney XD, así que es inevitable que abunden los episodios en que no vemos desarrollo narrativo y nos parece que la trama se estanca en situaciones poco interesantes.
Ahora bien, el «relleno» puede ser muy bueno si se explora el pasado de algún personaje particular, se expande el universo de alguna manera o se detallan aspectos que no conocíamos. El problema esta semana fue que «The Wynkahtuh Job» no hizo NINGUNA de estas cosas, sino que se dedicó a… bueno, narrar lo que resumí en la sinopsis que abrió esta reseña. Ya sabemos que Hondo es un pirata oportunista y que la Rebelión necesita recursos de todo tipo, así que no vimos nada particularmente interesante. Lo único que puedo rescatar, y que de todas maneras tampoco fue TAN importante, fue el que Ezra se mostrara molesto cuando Hera puso a Zebb a cargo de la misión. Este detalle mostró cómo el joven sigue cuestionando el que no se le otorgue más poder, lo cual añade puntos a la teoría de que terminará en el Lado Oscuro.
Esto es interesante pero no deja de ser una historia que ya vimos. Star Wars gira en torno a historias similares, es parte de su esencia, pero el que Ezra sea un segundo Anakin me parece innecesariamente repetitivo. Esperemos que su viaje tenga suficientes particularidades como para que valga la pena seguirlo, más allá de ver otra vez cómo un prometedor usuario de la Fuerza es seducido irremediablemente.
Por lo demás, Hondo siempre deleita con su humor y sus salidas, por lo que podemos apuntar que el episodio, cuando menos, fue divertido de ver. Conforme nos acercamos a la pausa de fin de año (y a Rogue One, no lo olvidemos), es posible que la serie se ponga más interesante. Nos quedan dos episodios, así que habrá que esperar para ver qué nos tienen preparado.
Y hablando de eso, me gustaría compartir la sinopsis oficial del próximo episodio, titulado «An inside man«, tal como apareció en makingstarwas.net:
Looking for information on a new Imperial weapon, Ezra and Kanan break into an Imperial factory on Lothal. However, they have to trust an enemy to escape from a building that is about to be locked down.
A la mínima mención de una «nueva arma imperial«, es natural pensar en la Estrella de la Muerte; si bien podría tratarse de cualquier cosa, no deja de emocionarme la posibilidad de que veamos algún enlace con Rogue One, que para cuando se emita este episodio estará a menos de dos semanas de estrenarse. En lo personal, cruzo los dedos, sin dejar de lado la certeza de que son pocas las ocasiones en que nos complacen con cosas de ese tipo. Vamos a ver qué pasa.
