La Salud mental es tanto o más importante que la salud física. A esta conclusión han llegado diversos profesionales en salud mental, quienes ven día con día la forma en la que descuidamos nuestros pensamientos, emociones y expresiones. ¿Porqué iniciar una reseña de videojuegos con esta afirmación? Porque hoy les voy a hablar de STAY una novela gráfica pixel art que toca en el fondo este tipo de temas.

Antes de iniciar, quiero agradecer a nuestros amigos de la Revista Yume por facilitarnos el código del juego. Dicho esto, comencemos.

STAY es una novela gráfica desarrollada por Appnormals Team enfocada en la experiencia de un secuestro vivido por nuestro personaje principal: Quinn. La premisa de la historia es tanto sencilla como siniestra; sufrimos un rapto y nuestro personaje debe escapar del lugar en donde se encuentra, pero (y quizás lo único y más innovador del juego) no a como dé lugar, sino resolviendo puzzles con cautela y previsión a futuro ¿Qué quiere decir esto? Pues que tendremos que enfrentar los acertijos con mucha más cautela de la debida porque las acciones del futuro inmediato nos pueden costar la vida.

Sumado a esto tenemos unas mecánicas de resolución que son generadas aleatoriamente con cada nueva partida que juguemos (es decir, no podrás realizar la típica búsqueda de cómo resolver los acertijos, porque todos se resuelven de manera similar pero con diferentes disposiciones espaciales). Esta mecánica exige dedicación y pensamiento, así como Quinn, quien demandara en todo momento que estés conectado y luego de cierta cantidad de horas no estará feliz que te hayás ido, lo normal luego de estar en una habitación encerrado sin saber en un principio porqué.

Dicho esto, la historia no es para cualquier persona y mi recomendación personal es que no jugués STAY si te encontrás en una situación personal que te afecte emocionalmente; la densidad de los temas tratados y la facilidad con que Quinn puede manifestar su estado emocional me hizo en muchas ocasiones ceder ante la impotencia y terminar mi aventura con el juego antes de lo previsto en mi sesión de juego.

El apartado musical del juego es bastante bueno y cumple con su cometido, sin embargo, los temas (al estar diseñados para generar ciertos tipos de emociones) pueden generar una clase de aversión que no cualquier persona puede soportar. Esto fuera de ser algo malo, me parece de lo más positivo por cuanto se cumple el cometido original del juego y para lo que fue diseñada la música.

En el apartado gráfico, puedo decir que es más bien, modesto, las animaciones y el arte cumple a medias su cometido. En ocasiones verás animaciones pixel art en 32 bits y luego procedes a tomas más amplias en 8bits, lo que en general no afecta demasiado la experiencia, pero que peca de una sencillez o simpleza que puede confundirse con falta de trabajo.

Para finalizar, quiero  decir que si bien no soy fan de este género en específico, STAY  es un esfuerzo honesto por llevar un mensaje, sin embargo, no trasciende por cuanto mecánicas (las comunes del género) ni tampoco por su historia (original y con sentido, pero carente de momentos realmente emotivos). La trascendencia de STAY se encuentra en su premisa y su carismático personaje, amén del apartado musical. STAY  es un viaje interesante que sólo un grupo muy selecto de jugadores podrán apreciar y disfrutar, por tanto mi recomendación es que si estás acostumbrado a este género lo comprés sin dudar, de lo contrario, podés pasar de largo.

 

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