The Church in the Darkness trata sobre un culto anti-capitalista de los 70’s, el cual que huyó a Sudamérica y estableció su comunidad en dicho continente. Nosotros, tomamos el papel de Vic, tío de Alex, un joven que fue enamorado por el discurso de paz y amor de los líderes del culto, y huyó de su casa para unirse al grupo este en cuestión, fundado por los esposos de apellido Walker. ¿Están la iglesia en la oscuridad en realidad dando un mensaje de amor a sus fieles, o son algo más oscuro que su propio nombre? Eso nos toca averiguarlo a nosotros.

El juego tiene un corte Roguelite, pues cada vez que nos atrapen dos veces, seremos asesinados, cada partida comienza distinto, con nuestro personaje colándose en diferentes áreas de la comunidad, y si bien el diseño del mapeado no cambia, la posición de los guardias, posibles aliados, elementos útiles, personajes clave, y trabajadores, cambian cada vez que iniciamos nueva partida. Incluso, llegaremos a ver diferentes personalidades para los miembros y líderes del culto.

The Church in the Darkness

La jugabilidad en The Church in the Darkness se basa sobre todo en el sigilo y exploración, sí podemos ir a tiros, pero los enemigos son demasiados, y a la larga, le quita el sabor querer pasarlo a punta de disparos cuando mueres con recibir unos cuantos tiros y no hay con qué curarte. Además, el enfoque del juego es explorar y dar con las respuestas sin ser visto. Hay que tener cuidado, y tratar de dar con Alex estando fuera de la vista de los guardas o miembros de la comunidad, para evitar que suenen las alarmas y que nos atrapen a punta de disparos.

Lo principal es reunir evidencia a medida que avanzamos, aprender más sobre los Walkers, el culto en general, y poco a poco dar con la ubicación de Alex. Cuando finalmente lo encontramos, los detalles que se hayan recabado determinan los siguientes pasos en la partida, por lo que a partir de ese punto, podríamos incluso tener que salir de la comunidad sin el mismo Alex.

Y aunque esto anterior parece divertido, tras un par de intentos de infiltrarse en el culto, la cosa no resulta tan divertida como parece. Digamos, el mapa de juego es pequeño, y como dijimos anteriormente, es lo único que no cambia con cada partida. Incluso aunque aparecemos en lugares diferentes cada nueva partida, se vuelve repetitivo ir de aquí para allá dentro de un área tan corta. También, el sigilo no resulta ser tan divertido, pues estar oculto es demasiado fácil, es super sencillo escabullirse detrás de los miembros del culto y eliminarlos, es como si fueran sordos, pues podemos ir incluso corriendo que no nos oyen.

The Church in the Darkness

A pesar de las cosas buenas como la actuación de voces, su plot interesante, y la propuesta en general, uno puede completar el juego en tan solo 30 minutos, y la idea claramente es que los jugadores terminen el juego varias veces para obtener diferentes experiencias. Sin embargo, esas experiencias no son lo suficientemente diferentes y el resultado no es el que todos quisiéramos: monotonía.

The Church in the Darkness gana puntos con su concepto de infiltrarnos en un culto, y es bonito ver las diferentes formas en que los miembros del culto cambian su personalidad en cada nueva partida. Sin embargo, la camisa le queda grande, y al final, al jugador le queda muy poco que hacer y para descubrir.

El título está disponible para PC, Xbox One, y PlayStation 4, de momento, cuenta con opiniones de usuarios de Steam de variados, y tiene un precio de $19 USD.

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