Después de muchos días escuchando a los compas y personas en las redes sociales comentando sobre 13 Reasons Why, decidí darle una oportunidad. No iba con fe de tomarle gusto, los dramas me aburren, y tampoco pensé que fuera de mi agrado (lo mío son cosas tipo Vikingos, Frontier, Black Sails), pero el enfoque de la serie hacia una problemática social de hoy en día, me hizo empatizar con su trama, después de los primeros 40 minutos, me atraparon. Tengo 2 hijos, y esto podría servir de algo en algún momento, no lo sé, creo yo.

Esto no es un texto para crítica sobre la serie, no tiene spoilers tampoco, es un mero pensamiento basado en lo que he visto hasta ahora en 13 Reasons Why, y aunque no me gustan los dramas, sorry si esto parece uno, je, je. Nuestro compañero Juanca hizo una nota cortita hace un par de semanas, comentando sobre la serie y la trama; algo más tirado a una recomendación.

Esta serie original de Netflix cuenta la razón del suicidio de una joven estadounidense ante el sentimiento de soledad que había encarnado tras decepciones amorosas, amistades dañinas, gente abusiva en el colegio, y uno que otro malentendido. En resumen, por el acoso recibido por los demás estudiantes del colegio. Como padre de dos niños que van a la escuela, esto me choca, y el drama de la serie se transforma en miedo en mi corazón, imaginar si algún día mis hijos tendrán que lidiar con esto, ¿o ser los causantes tal vez? Es realmente molesto.

13 Reason Why tiene un mensaje palpable y brutal; nos abre los ojos antes algunas de las situaciones más fuertes por las que puede pasar una persona, no sólo adolescentes, también niños, adultos, y ancianos. La indiferencia, el maltrato, la desconsideración están a la orden del día en nuestra vida, pasando por la misma vista gorda que muchos tenemos para con dichos actos de crueldad y soberbia representados en la serie; desde el plato que no lavamos después de comer, hasta el «gracias» que no le damos a nuestros padres por ese bendito plato de comida que llenó nuestros estómagos. Porque «cada detalle cuenta, por más pequeño que sea«.

Nuestro deber no es buscar cambiar a los demás, pero podemos empezar con hacer al menos, un mínimo cambio que altere un poquito el rumbo del cosmos, que mejore el destino para que quizá en algún futuro, series como 13 Reasons Why sean cosas del olvido. Hay cosas tan diminutas e insignificantes que podrían ser la diferencia para algunas personas que no la están pasando bien, podría ser un amigo, un hermano, o un hijo.

Esta serie divide mis pensamientos en dos. El primero, más que una serie televisiva, es una enseñanza. Una invitación al auto análisis, para aprender a descubrir las cosas que no se ven a simple vista, esas que parecen estar bien, y en realidad están bastante jodidas, o para hacer algo para remediar las que podemos apreciar a simple vista. La segunda, 13 Reasons Why es un acercamiento peligroso a un tema delicado, se expone a personas mentalmente golpeadas a situaciones que podrían derivar en suicidio. A ideas o posibilidades, posiblemente agravando su estado psicológico, incluso creando o empeorando depresiones, enviándoles un mensaje sobre lo fácil que es tener un final triste, y no la posibilidad de una salida llena de esperanza.

Hablando con mi compañero Herberth, vi algo que no pude analizar antes, la manera en que 13 Reasons Why arroja la culpa directa, con el dedo, a un grupo de personas sobre la decisión tomada por Hannah (una de las protagonistas principales) de terminar con su vida, y es algo que no debería ser abordado «como si nada«. ¿Por qué no haber hecho algo más saludable? Como que, en lugar de morir, Hannah se hubiera ido a otro país, otra ciudad, dejando en las cintas el «por qué» de su partida, que sé yo.

Quien sabe, si en lugar de tener un trasfondo de dolor, de angustia incesante con dos padres que buscan respuestas, de colegiales que buscan la forma de redimir su «culpa»; en lugar de lo anterior, podría haber sido una serie de esperanza, donde aquella persona afligida por el dolor de ser ignorado, abusado, o sentir que no tiene lugar en el mundo, tuviese la posibilidad de encontrar las respuestas correctas, para saber que lo que está viviendo se puede sobrepasar, y que nadie se encuentra exento de pasar momentos malos, pues la vida no es siempre un carnaval. Sin ánimos de egoísmo, siempre es posible encontrar 13 razones para querer vivir.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí