Que No Te Nublen La Moralidad
En Beholder somos Carl, trabajamos para el Ministerio del Orden, donde somos una suerte de vigilante en un complejo de apartamentos donde nos dan como tarea estar al tanto de todo lo que sucede con los inquilinos del edificio, el gobierno de la nación es un monstruo opresor que encadena a su pueblo y le obliga a andar arrodillado ante su poder.
Para realizar toda esta actividad anti–privacidad se nos darán ciertas herramientas, cómo cámaras de video que podremos adquirir y colocar en los hogares de los ocupantes, al lado derecho de la pantalla tenemos nuestro diario, donde tenemos información sobre quienes son las personas que tenemos como huéspedes en las viviendas, cada paso que ellos den será seguido por nosotros y deberemos documentar cada actividad sospechosa que estos lleven a cabo.
En el juego, el gobierno es un ente omnipresente, enfocado a espiar la privacidad de sus ciudadanos, y nosotros formamos parte de esta diabólica iniciativa, por medio de las cámaras que instalamos debemos estar a atentos por si hacen algo indebido que vaya en contra de las directrices del gobierno.
Para documentar o recabar información sobre ellos tenemos varias opciones, podemos conversar con los distintos personajes y hacerles preguntas sobre los demás inquilinos, y estos nos contarán cosas de sus gustos, información laboral, si tuviesen adicciones, etc, estas son cosas que nos sirven para ir formando un perfil sobre ‘x’ persona en el edificio, otra manera es colarnos en sus casas cuando no estén, husmeando entre sus cosas se encuentra información o si tuvieran en posesión objetos prohibidos por las leyes del estado, todo eso nos ayuda a crear un conjunto de datos para crear un perfil de cada persona.
Movilizamos el personaje por medio de clics, tiene un bolsito donde puede llevar objetos de un lado a otro, los objetos que cargue en su bolso pueden ser items necesarios para completar tareas, o alguno que otro articulo que robe de los aposentos de los habitantes del edificio; robar demasiado puede causarnos problemas, ja, ja.
Durante la partida iremos obteniendo puntos de reputación y dinero, los cuales recibimos cada vez que realizamos un trabajo satisfactoriamente. Nuestra imagen de gerente del edificio no es más que la fachada para el trabajo oscuro de un gobierno que busca imponer su ley bajo cualquier costo.
Buena Inmersión y Rejugabilidad
Las decisiones tomadas a lo largo de la partida pueden desencadenar distintos caminos para la historia, creando desenlaces con posibles finales distintos cada vez que empecemos un juego nuevo, la rejugabilidad del titulo es alta.
El juego logra sumergirnos en su trama, de verdad te crees la sensación de opresión infringida por quienes controlan el país, miras con cierta impotencia como anulan la privacidad con su vigilancia incesante y te toca el corazón pensar que las cosas que están viviendo los NPC’s del juego podrían ser realidad, la diversión y tensión se opacan (en un buen sentido) cuando piensas que lo que haces está moralmente mal, pero que al fin y al cabo es tu trabajo, o tal vez, quizás nadie note que trataste de ayudar a alguien que necesitaba ayuda, está en nosotros si ayudamos al gobierno, hacemos el bien, o el mal.
El Ministerio cree que la noción de una sociedad sin gobierno donde la libertad de escogencia personal existe, es peligrosa y debe ser destruida, El Ministerio es tan tajante que nos obliga a contestar el teléfono cuando ellos nos llaman, incluso si estuviésemos muriendo, El Ministerio no perdona, y tras cualquier falla por mínima que sea, la muerte será nuestro castigo.
Lo bueno de Beholder es que además de lidiar con los problemas de los vecinos, con las tareas que nuestro empleador nos da, debemos estar al tanto de nuestra familia, el juego se preocupa por tenerte ocupado, preocupado, las subversiones ideológicas podrían estar frente a nosotros, pero nuestros intereses personales podrían tener prioridad, las decisiones son literalmente de vida o muerte, porque podría ser que debamos reportar a alguien para que sea encarcelado, pero por otro lado, esa misma persona podría servirnos de ayuda para salvar a un ser querido, ¿que harías vos?
Beholder es un juego que vale la pena probar –Todos lo deberían probar, el contenido que ofrece, el paquete de experiencias y sentimientos que puede hacernos vivir sobrepasa los $10 del valor del juego. Beholder es un titulo indie, jugable en PC, Mac y Linux (via Steam), creado por Warm Lamp Games.
