back_to_the_future

El 21 de octubre del 2015 es la fecha en que llega Marty McFly al futuro. Hoy es la fecha que tanto hemos esperado los fans de una saga que marcó a toda una generación. Por esa razón no queríamos hacer el típico artículo de comparación «El 2015 de la película vs el real». Ya todos sabemos que no vestimos así:

150101084407-back-to-the-future-ii-scene-fashion-story-top

Tampoco tenemos autos voladores. Sin embargo, como buena película de ciencia ficción, sí hizo que imagináramos un futuro donde las carreteras no importan. El hoverboard de la empresa Hendo es solo un ejemplo de productos inspirados en el futuro que retrata la película. Al imaginar el futuro, también lo acercamos. Entonces tal vez no se trata de ver si la película acertó con respecto al futuro, sino que más bien gracias a esta y a otras películas, tenemos este presente. Se podría decir incluso que la ciencia ficción es la que moldea o inspira la tecnología como la conocemos hoy en día, desde sagas como Star Trek y literatura como la de Julio Verne, hasta robots y realidad aumentada como la de Back to the Future.

Mientras muchas películas de sci-fi presentan un futuro distópico y poco esperanzador, dominado por las máquinas, los aliens o un régimen totalitario, un mundo futurístico como el de Back to the Future más bien genera inspiración y refleja las ideas ya existentes en la sociedad con respecto a la tecnología. Ideas que se quedan plasmadas en la mente de un niño, que luego crece para convertirse en un científico o un diseñador, y posteriormente son ellos quienes se encargan de traer estas ideas utópicas a la realidad.

La importancia de Back to the Future no se limita a la tecnología y el diseño de productos, también ha influenciado la cultura pop y el cine. Hace treinta años las personas soñaban con vivir en el año en que vivimos ahora. Las botellas de Pepsi Perfect y las tennis Nike inspiradas en el diseño de la película son solo ejemplos de que el futuro está tratando de ponerse al día con la película, y no al revés.

 

Las historias de viajes en el tiempo no eran nuevas cuando salió la primer película. H.G. Wells ya había introducido el concepto noventa años antes. También existen un gran número de películas posteriores, algunos más ambiciosas que otras, pero esta trilogía es para muchos la referencia principal en cuanto a las reglas, las consecuencias y las líneas temporales alternativas, y lo seguirá siendo ya que es uno de los ejemplos más claros y fáciles de entender de las teorías más básicas del viaje en el tiempo.

Cuando se viaja a un punto en el pasado o en el futuro, se crea una línea alterna. Si se viaja al pasado y se cambia algo, el futuro también cambia y el presente como lo conocemos puede dejar de existir. La mayoría de películas de viaje en el tiempo (The Time Traveler’s Wife, The Butterfly Effect, Donnie Darko, por nombrar algunas) se guían bajo estas reglas, y la mayoría de veces se rompen cuando uno de los protagonistas quiere interactuar con sí mismo o con otro personaje para enmendar un error del pasado. Al final, casi todas se tratan de eso mismo, de tener una segunda oportunidad. Pero pocas logran plasmarlo de forma tan completa y sin errores en el plot como las reglas de Doc Brown.

Para entender la forma en que la trilogía influenció la cultura entre finales de los 80’s y principios de los 90’s, hay que tomar en cuenta que para el momento en que salió la primer película, las formas de entretenimiento eran muy distintas: básicamente, no existía internet. El cine tenía una enorme influencia sobre gente de todas las edades. Además, en el momento era poco común ver producciones con grandes presupuestos dedicados a películas de este género. El crecimiento de las películas de ciencia ficción a finales de los 90’s y en los años 2000 no se debe exclusivamente a esta saga, pero la trilogía sí jugó un papel importante en demostrarle a los estudios que este tipo de historias tienen un fanbase que no tiene nada que envidiarle a los de otros géneros.

Algunas predicciones de Back to the Future ya están casi que obsoletas como el fax, otras existen gracias a la película. Mientras tanto en el 2015 seguimos soñando con otros futuros. Lo importante, como dice Doc, es que nada está escrito y el futuro es lo que hagamos de él. Así que por favor hagamos un futuro con DeLoreans voladores.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí