En la comunidad gamer, la salida de un nuevo Street Fighter representa generalmente alegrías y ganas de preordenarlo para tenerlo de primero, poder practicar, y retar a nuestros compañeros de sillón y al resto del mundo en el modo online. No obstante, este estreno estuvo lleno de negatividad y mala recepción por parte de los fans.
Desde la entrada, CAPCOM aclaró las particularidades de esta entrega:
- Su concepción como plataforma de juegos de pelea actualizable.
- Actualización del modo historia en Junio.
- Personajes y trajes obtenibles mediantes dinero real o dinero «in-game» (este último punto alegró muchísimo a los fan y pintaban al juego como el futuro real al cuál se debían de dirigir los juegos de pelea).
Dicho esto, ¿cómo es que ahora el público lo recibe con tanto odio pese que CAPCOM hasta dio las fechas de cuándo iba a quedar el juego completo? Acá les dejo unas imágenes del rage manifestado a través de la red:
Esto ha llegado hasta un extremo el cual no sospeché cuando hacía la investigación de fuentes para este artículo. Youtubers de varios países, no solo de habla hispana aclaro, incitan a sus seguidores no comprar el juego ya que sería la gota que derramaría el vaso de la moda de los juegos incompletos a $60. Insisten con mucha furia, y hasta que posteen comentarios negativos en el Facebook y Twitter de Capcom. Y los comentarios de las personas de estos videos coinciden con el pensamiento de los reviewers: sumamente molestos. Reviewers y usuarios dicen que esto sería la hecatombe para la industria pues daría pie a que otras compañías (y cito):
«Copien la misma cochinada que está haciendo CAPCOM. Los juegos de pelea estarían acabados»
Para colmo de males, la gente está aún más molesta pues revistas especializadas califican al juego con notas arriba de los 8.7 hasta de 10.
¿Cómo esto ascendió a tan altas instancias?
Daré tres puntos de los cuales considero causa toda esta polémica:
- CAPCOM aclaró que el juego no traería modo historia completo. Las personas lo toleraron con tranquilidad, hasta que corrieron el juego en sus consolas o PCs y se dieron cuenta que eso también incluía que no traería modo Arcade. Esto es como una verdad a medias, y eso termina viéndose como una mentira; tal y como lo sintieron los usuarios del juego. Esto CAPCOM debió aclararlo con énfasis desde un principio.
- Casi después de 6 meses de beta de matches online, el juego terminado presenta aún más problemas para generar batallas online que la misma beta. Los usuarios claman: «¿Entonces para qué tanta beta si al final resultó en nada». Problemas de salida de partidas y más de diez minutos sin encontrar batallas hacen sentir a los usuarios emocionados por encontrar un trabajo mejor que 6 meses de trabajos en beta y encontrarse con desempeños peores.
- La desinformación de los usuarios. Gran parte de las «faltas» que presenta el videojuego ya habían sido comunicadas por CAPCOM con anterioridad. Sin embargo, se pretende condenar sin tener datos completos.
Al final, concluyo que en esta polémica cargan responsabilidades ambas partes, la compañía (CAPCOM) y los usuarios. Los segundos por estar poco informados de que el juego estaba dedicado a salir en el EVO (Torneo mundial de juegos de pelea) 2016, y por tanto, donde iba a estar más pulido es en el área de versus. Y los primeros, en no revelar toda la verdad sobre las modalidades faltantes en el juego, lo que hace sentir a los jugadores que pagaron $60 de mentiras y bofetadas; y además, en no cuidar bien el punto online, el cual CAPCOM dijo que iba a ser lo mejor de esta generación de consolas y que por ello habían trabajado tantos meses en este punto. Prometió el paraíso online y terminó dando el infierno, lo mismo que le pasó a UBISOFT con WatchDogs, y no olvidemos todo el rage que también hubo luego de la salida de este juego. Creo que las compañías deben aprender que la humildad es un valor superior al pavoneo.