«Los muertos«, el episodio de esta semana, estuvo apenas vivo. Como muchas veces me ha ocurrido en esta serie, experimenté cierto letargo del que solo me sacaron algunas escenas que añadieron emoción. Por lo demás, pues… mejor comentemos a ver qué sacamos en limpio. Como siempre, cuidado los muerde un spoiler por ahí.

A diferencia de la semana pasada, el episodio incluyó dos hilos narrativos: el de Nick y el del grupo de Madison. Curiosamente, Travis y Chris volvieron a quedar fuera del metraje; siguiendo el patrón, probablemente la próxima semana tendremos el primer episodio de esta mitad de temporada que incluya a todo el elenco.

Con respecto al arco de Nick, es inevitable sentir que ya hemos visto cosas similares. El joven ha pasado algunos días con el grupo que lo recibió en el episodio anterior y se ha ido recuperando de sus heridas. Sin embargo, adaptarse a la nueva comunidad no es tan sencillo: una mañana, atestigua lo que parece ser una especie de ritual: un joven es obligado a atravesar un autobús que, a modo de puerta, comunica el interior de la comunidad con el exterior. Una vez afuera, se deja devorar por los caminantes sin oponer ninguna resistencia. Como comprendemos luego, el procedimiento consiste en que aquellos que están condenados a morir por una u otra razón, se entregan a la horda que rodea la comunidad, a la cual los residentes llaman «el muro«. Si bien la noción de una locación amurallada con muertos es interesante, el procedimiento resulta extraño: al lanzar a una persona viva a ser devorada, ¿qué tanto puede quedar del cuerpo como para que se levante y se sume a la horda?

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Nick y Luci llenando su carrito. Prioridades: agua y suministros.

Luciana, quien lideraba al grupo que trajo a Nick al pueblo, se lo lleva a hacer un intercambio con una pandilla local, la cual, según ella informa, tiene el control del este de Tijuana. Antes traficaban drogas; ahora trafican de todo. Estereotipos aparte, esta evolución de los traficantes me pareció coherente tanto con el mundo real como con el narrado. Sería interesante explorar esta situación más a fondo, con los posibles roces entre pandillas y demás.

De lo más interesante que ocurrió en esta excursión de Nick y Luci fue la revelación de que Alejandro, el médico (farmacéutico, para ser preciso) del pueblo, sobrevivió a una mordedura. Este hecho fundamenta la autoridad cuasi religiosa que el hombre ostenta en la comunidad, donde lo veneran como a un profeta. Su mensaje: el brote de muertos revividos es una prueba, la cual están llamados a superar para probarse dignos de la salvación. Si bien el mensaje no está tan cargado de religiosidad en el sentido tradicional, la propuesta no es tan diferente a la que alguna vez tuvieron otros personajes, como Hershell y Celia, así que en este sentido no hay gran novedad. Eso sí, casi al final del episodio, Nick pudo ver la cicatriz de la mordida que Alejandro lleva nada menos que en un hombro. ¿Será cierto que sobrevivió de alguna manera? Dada la aversión a las explicaciones que caracteriza a este mundo, dudo mucho que el tema se desarrolle; más bien, intuyo que en algún momento se esclarecerá que Alejandro es un farsante y morirá mordido como todos los demás.

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Maddy y su grupo arrivan al hotel. ¿Habrá vacantes?

En cuanto a Maddy, tras decidir que encontrarse a Nick era poco menos que imposible, accedió a la petición del resto del grupo de volver al Abigail, solo para llegar a la costa y descubrir que el yate sencillamente ya no está. Strand asumió que los militares lo hundieron o se lo llevaron, por lo que tocó seguir a pie. Así, llegaron al hotel que vimos en el trailer semanas atrás. Un escenario tan grande y con tantos recovecos ofrece muchas posibilidades en una historia de zombis; por un momento creí que no aprovecharían tanto potencial, pues se les estaba yendo el tiempo en Maddy y Strand emborrachándose mientras que Ofelia y Alicia registraban las habitaciones. Sin embargo, que el grupo se dividiera y que ambas partes encontraran sendas distracciones propició que la situación se complicara de verdad: ante el escándalo que Strand arma con un piano, muchos caminantes que permanecían ocultos en el hotel comienzan a despabilarse. Como si fuera poco, tras una conversación en que Ofelia dio señales de no estar muy convencida de seguir luchando, Alicia aprovechó el agua caliente para bañarse y, al salir, no encontró rastro de su acompañante. Justo entonces, al encontrarse sola, Alicia vio cómo los caminantes comenzaban a lanzarse de los balcones hacia el primer piso, atraídos por el ruido. Diría que esa secuencia, en que los cuerpos caían, se estrellaban contra el suelo y luego se levantaban fue el punto álgido del episodio; escalofriante, perturbador y muy bien realizado. Un poco reminiscente del cómic Crossed, pero muy intensa igual.

Por cierto: al final, Maddy y Strand se refugiaron de los muertos tras la barra, que froma un cuadrado completo y mantiene el peligro a distancia. ¿Soy yo o esta escena es IGUAL a una de Shawn of the Dead? Se las dejo de tarea…

En fin, un episodio no muy memorable, pero con un par de escenas y revelaciones que despertaron la expectativa. Habrá que ver si Nick adoptará totalmente la «fe» de Alejandro, si Maddy y Strand salen de su predicamento, si Alicia encuentra a Ofelia… y si Travis y Chris vuelven a escena.

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