Desde su anuncio hace tiempo en Kickstarter, Warhorse Studio, el equipo desarrollador de Kingdom Come: Deliverance quiso hacer notar que su enfoque en el título sería el realismo. Y de mera entrada hemos notado que el empeño puesto en dicha característica resalta de gran manera, haciendo de este viaje, una experiencia increíble, pocas veces visto, y que nos castiga cuando queremos pasarnos de listos. En Kingdom Come: Deliverance seremos Henry, el hijo de un herrero, estamos en el medio de una guerra civil que azota la tierra de Bohemia, Henry perderá a su familia, y las ganas de vengar a sus seres amados, le harán hacer cosas que él nunca imaginaría.

Henry no está destinado a ser un héroe, pero sí será todo aquello que el jugador quiera. el juego se aferra a la realidad lo más que puede, no vamos a tener 10 puntos para gastar en habilidades cada vez que subimos de nivel, no. Más bien, aquello que Henry haga, será lo que va a mejorar de él; entonces, si vamos de cacería, la habilidad con el arco de Henry subirá. O, si nos gusta mucho andar a caballo (uno de los puntos más sobrecogedores de Kingdom Come: Deliverance), entonces el cabalgar de Henry mejorará, lo mismo con las peleas con espadas; la práctica hace al maestro.

Entre las distintas habilidades encontramos: alquimia, beber (si, podemos ser el alcohólico supremo), herbalismo, caza, mantenimiento (en relación a evitar que nuestros objetos no pierdan vida útil, pues con el tiempo van desmejorando), lectura, para poder leer libros u otros textos en distintos idiomas (en aquellos tiempos pocos podían leer, y Henry, al ser hijo de un herrero, no sabe leer), forzar cerraduras y por último pero no menos importante, carterista.

Kingdom Come: Deliverance
Kingdom Come: Deliverance – The Couch

Cuando Henry mejora en alguna de sus aptitudes, podemos desbloquear ciertas ventajas en los distintos apartados. Por ejemplo, si dedicamos a pasar los días bebiendo hasta que sea imposible caminar, Henry obtendrá más resistencia al alcohol. Cuando visitemos las áreas de práctica de peleas de espadas, o cada vez que entremos en luchas, Henry mejorará, y aprenderá nuevas combinaciones de ataques. Y así funciona con el resto de aptitudes de nuestro humilde herrero; él es como cualquier otra persona en este mundo, será mejor en aquello en lo que se esfuerce, y no tan hábil en las cosas que no suela hacer; todo depende del jugador y el tiempo que dedique en hacer de Henry un hombre capaz. Ese apego al realismo en el día a día de nuestro protagonista es fascinante y nos mete de lleno en el juego.

Hay que recordar, que este no es un título donde vamos por ahí, despachando enemigos aunque vengan en grupos, si ya a veces es complicado enfrentarse a un solo enemigo, combatir contra dos o más es sinónimo de muerte segura (al menos en las primeras 15 horas del juego), así que lo mejor en muchos casos será salir corriendo como si el mañana no fuera a venir, ya lo dice el refrán: »mejor que digan aquí corrió, que aquí quedó».

Kingdom Come: Deliverance - The Couch
Kingdom Come: Deliverance – The Couch

Además de las distintas habilidades, Henry tiene que ocuparse de sus enceres personales, su ropa se desgasta, y es necesario que vayamos al sastre, o que nos hagamos con kits de reparación de ropa. Lo mismo pasa con el equipamiento (armas, cascos, escudos), que requieren mantenimiento y reparaciones constantes por el uso. Cada vez que les reparamos, sus estadísticas bajan un punto, lo bueno es que en camino siempre hallaremos la manera de conseguir dinero, honradamente, o como un pillo. Para reparar nuestras armas y demás, podemos visitar al herrero para que lo haga por nosotros, o comprar -o robar un kit de armero, que nos permite usar un martillo y alicate para hacer reparaciones pequeñas. Cabe destacar, que cuando los artículos bajan más de un 75% de su condición, estos solo pueden ser reparados por profesionales, y los kits son inservibles.

Hay más actividades extra: Nuestra espada necesita filo para ser certera, y para eso, podemos usar alguna de las afiladoras de la época que hay en cada pueblo para afilar nuestra fiel compañera. De vez en vez, Henry olerá mal, y deberá darse un baño si quiere estar presentable antes las damas que quiere cortejar; no es igual llegar sucio o lleno de sangre, que oliendo a perfumes después de un buen baño (puede ser un baño con ‘final feliz’), la pinta lo es todo en una época donde andar bien vestido te hacia ganar la empatía de los demás.

El sueño o cansancio acarrea fatiga, que merma la stamina y no podremos correr con la misma velocidad y constancia que si estuviésemos bien descansados; basta con darnos una buena dormida para reponer energías. No solo Henry tiene cosas por hacer, los demás pobladores en los distintos asentamientos tendrán sus quehaceres, deberes cotidianos y costumbres. No faltará una noche en la que un grupo de aldeanos se reúnan en la taberna después del trabajo para pasarla bien y tomarse sus cervezas mientras comen alitas de pollo. Unirse a estas jergas es divertido, incluso, podríamos terminar yéndonos de parranda con el sacerdote del pueblo.

Kingdom Come: Deliverance – The Couch

La inmersión que se alcanza es enorme, y su punto más alto llega cuando vamos cabalgando por los abundantes prados de las tierras del reino de Bohemia, en los tiempos del Sacro Imperio Romano (meramente, en 1403). De verdad me sentí que estaba yo ahí mismo, con el tronar de los cascos del caballo colina abajo en un camino de tierra con piedras, mientras la brisa meneaba de lado a lado los pastos paralelos al trillo que conectaba una ciudad con otra. Kingdom Come: Deliverance va a ser sin duda las delicias de los amantes de la época medieval; su música, cada melodía en los viajes largos, el sonido de la silla de montar cuando subimos o bajamos del caballo, los encuentros aleatorios con personas cuando vamos de expedición. Estamos ante un juego espectacular.

Uno de los aspectos más llamativos de Kingdom Come: Deliverance es su apego histórico a hechos, locaciones, y personajes de dicho tiempo. Por ejemplo, La ciudad de Rataje, en la República Checa es parte de la lista de ciudades del título, el equipamiento y vestimentas del siglo XV son apegadas a las características de la época, y ni que decir de las comidas. Todo esto, arropado bajo una trama que acoge la historia de Wenceslao de Luxemburgo, y una serie de guerras civiles en su contra, dirigidas por su mismísimo primo, Jobst de Moravia, quien logró derrocarlo, e incluso mandarle a la horca.

A pesar de todo lo fantástico que hemos contado hasta ahora, el título también tiene sus fallas, y todas son entendibles, pues hay que tomar en cuenta que los creadores de esta obra casi-maestra es un estudio independiente: Warhorse Studio, y que este es su primer juego (recaudaron más de un millón de Libras Esterlinas en KickStarter). Hay algunos tiempos de carga cortos -pero molestos, cada vez que queremos iniciar un diálogo con cualquier NPC, son de unos 2-3 segundos, poco tiempo, pero Kingdom Come: Deliverance nos hace hablar con muchos personajes y se vuelve algo incómodo con el tiempo. La optimización también deja mucho que desear, hemos leído de personas con máquinas realmente caras (PC), a quienes el juego tiene problemas para andarles a 60 FPS estables, nosotros, no pudimos jugarle a 1080p en 60 FPS con un equipo de calidad media, aunque si tuvimos buenos cuadros por segundo y gran rendimiento a 720p.

Kingdom Come: Deliverance - The Couch
Kingdom Come: Deliverance – The Couch

Una de las quejas principales (a la cual nos unimos), es el sistema de guardado, pues solo podemos guardar el progreso de cuatro maneras. El progreso se va a guardar al finalizar alguna misión principal (o a medio camino de la misma si esta es muy larga), después de dormir, tras tomar un baño, y comprando o crafteando una bebida -carísima, que nos permite hacer un guardado del juego. Esto algo que el desarrollador contempla mejorar en la próxima actualización, así que por ese lado, el juego puede mejorar.

Un punto admirable en Kingdom Come: Deliverance es que da en el clavo juntando dos géneros opuestos en el mundo de los juegos de video. La narrativa basada en cinemáticas y el mundo abierto no suelen ir muy bien juntos, pero en esta ocasión dan un gran resultado (el mejor ejemplo de esto, es The Witcher 3), el mundo de Bohemia es grande y extenso, pero tampoco es gigante, lo suficiente como para que el jugador no pierda el hilo de la historia, ni el interés en el mismo elemento narrativo que desenvuelve la trama. Eso si, las animaciones en los diálogos/cinemáticas son de calidad media. En concreto, a pesar de no ser características que vayan mucho de la mano, Warhorse Studio nos ofrece una experiencia narrativa envolvente y creíble sin perder el encanto de un mundo explorable y rico en todo sentido.

Kingdom Come: Deliverance ya ganó un espacio en mi corazón, ofrece horas y horas de juego, inmersión que nos lleva a sentir que vivimos en la misma era medieval, nos enseña sobre historia, y lo más importante: Demuestra que un equipo pequeño, independiente, y con ganas de hacer las cosas con amor, puede entregar una obra de gran calidad; tiene sus fallas, pero estos pequeños puntos negros no se comparan en nada con todas las experiencias que vamos a vivir en este asombroso pedazo de tierra llamado Bohemia, ya sea porque decidamos tomarnos la tarde para ir a pasear al río con la chica que nos gusta, trabajando como guardia de un pueblo en rondas nocturnas, o simplemente paseando en nuestro corcel por los hermosos bosques y llanuras con senderos. Kingdom Come: Deliverance, es especial.

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