Desde que vi esta imagen se me aceleró el corazón con miles de ideas, sentimientos (y debo admitir algo de hype); y ahora que quiero comentarles sobre lo que significa esta imagen del protagonista de la nueva entrega de Kojima Productions no sé de qué manera empezar esta nota, así que la construiré paso a paso con todo lo que esta única, y aparente sencilla, imagen despierta en mí como fan del legado que Kojima.

En primer lugar, recuerdo la primera vez que vi el logo de Kojima en cuerpoentero la cual, físicamente me desagradó bastante. Ese monigote grandísimo me parecía super chafa. Cuando Sony contrató a Kojima y este empezó a develarnos algunas bases del juego, este mismo dijo a la revista japonesa Famitsu que iba a ser un juego de ACCIÓN (dejando de lado el enfoque Stealth de su saga anterior) agradable para la gente que acostumbra a jugar Uncharted 4 y The Division. Y uniendo estos datos solo me podía imaginar lo chafa que este semejante bicho podría resultar para un juego de acción dinámico como lo pinta Uncharted y The Division; y para colmos, el pobre bicho este tendría que pelear en el espacio, con gravedad reducida; me imaginé el gameplay más fofo y aburrido posible. ¿Y en qué más baso esta conclusión? En el gameplay de la otra saga no tan exitosa (en América) de Kojima: Zone of Enders. Para quienes no conocen esta saga, se las resumo en un ambiente de cuestionamientos políticos y filosóficos (muy al estilo de Kojima) en el cual el ser humano se cuestiona sobre su propia autenticidad, y mientras lo hace se monta en Mechas (robots pilotados por humanos) para partirle el hocico a todo quien se atraviese. Kojima siempre quiso que este título se difundiera tanto como la saga del Solid Snake y Big Boss, pero por razones que no puedo afirmar, no tuvo éxito. Sin embargo, si me atrevo a «batear», diría que fue por su gameplay un tanto lineal y de combates no muy fluidos. Y toda esta información se me juntaba en un miedo (The Feeeeeeeeeaaaar – chiste para los MGSFans) de que este juego fuera la reencarnación de Zone of Enders, un juego con excelente historia pero con un gameplay fodongo que quedará en el olvido.


No obstante, me decidí a no juzgar al libro por su portada y decidí esperar a que sea mostrado el producto final, de por sí, Kojima no me ha fallado (solo en MGSV, pero ese no cuenta porque fue culpa de Konami). Y…, mientras esperaba a que se mostrara el producto final, me puse a analizar y buscar información. Lo primero que me atrajo fue la calavera debajo del casco espartano de Ludens. Mi personaje favorito de Marvel Comics es Ghost Rider, y este me ha creado una extraña fascinación por las calaveras. Observando e investigando un poco, me di cuenta de que no era una calavera humana, no era un ser sobrenatural lo que habitaba ese traje espacial, ya que el craneo tiene tornillos y divisiones metálicas, por lo cual o es un ser mecánico o una máscara para el piloto (esto último me parecía aun más cool). Esto hacía que el panorama pintara cada vez mejor.

Pero el día de hoy, mis plegarias para saber sobre este personaje fueron aclaradas, y Kojima Productions reveló la imagen interior de Ludens. Y no solo ello, trae gran significado. Para los que están acostumbrados a analizar las imágenes, símbolos y mensajes que nos da Kojima en sus juegos, sabemos que nada es al azar. Desde su famoso proyecto de «Moby Dick Studios», se nos fue revelando cada escena lo que iba a pasar en la siguiente entrega del Big Boss, y sobre todo, el tema el cual iba a tratar: La Venganza. Y a partir de allí muchos empezamos a leer el libro Moby Dick, a ver qué referencias sacábamos.

 

Y pienso que con este nuevo juego, nada de lo que muestra la imagen es al azar:

 

Empecemos por lo más mundano: el físico. Me es agradable ver que dentro de este traje espacial hay un ser humano, pues Kojima se caracteriza por llevar el pensamiento y sentimiento humano al límite para poder tratar de compren
dernos cuando estamos frente a un espejo, en este caso, la pantalla de la televisión. La palabra «personalidad» viene del griego «prósopon» que significa: «máscara», «la imagen que damos hacia los demás». En antiguas culturas americanas y europeas como los Mahorí, los soldados del frente de batalla se colocaban calaveras como máscaras, o se tatuaban el rostro una de estas (como Naked Snake en MGS3); esto con el fin de darle a entender al enemigo que todos los guerreros son iguales, que no hay ninguna apariencia sobre la carne sino lo que hay es un espíritu de lucha sin miedo a la muerte (la muerte es simbolizada por una calaca) que yace en lo más profundo del ser: los huesos.Ya desde allí, la cosa como que va pintando muy bien, y más adelante resaltaré el por qué. Pero siguiendo con el tema de las calaveras, Kojima siempre ha estado obsesionado con ellas. Ambas organizaciones de Big Boss, Outer Heaven y Militaires Sans Frontiers las llevan en ellas. Y además de simbolizar lo anteriormente mencionado, simbolizan algo más: «Que todos, por dentro, somos iguales» -Johnny Blaze, Ghost Rider-, (y eso que dicen que leyendo cómics no se aprende nada).
En un cómic de Ghost Rider, este le aplica la «Mirada de Penitencia» a Galactus. Galactus, no muy seguro de que eso lo pudiera dañar, se confía, pues piensa que no hay poder en este mundo que pueda lastimarlo, y se topa con la sorpresa de ser aplastado por esta técnica debido al dolor de millones de seres que Galactus ha devorado. Reed Richards se asombra de que esta técnica funcionara en lo que resulta, prácticamente, ser un dios. Jhonny Blaze le explica «Que todos, por dentro, somos iguales», que no importa la condición o el poder de lo que veamos, que el espíritu de la Venganza escoge ser una calavera porque no importa la forma física, no importa si es joven, viejo, mujer, hombre, negro, blanco, asiático, moreno, rico, o pobre; por dentro lo que hay es un ser animado por algo a lo que llamamos alma, y que eso es la esencia real que puede crear o destruir. De esta manera, al igual que Raiden pudo ser un héroe en MGS2 (leer El legado oculto de Hideo Kojima), el genio recurre nuevamente a un juego de símbolos entre la máscara que mostramos al mundo (personae) y lo que en escencia todos somos; dicho de otra manera, al igual que  todos podemos ser Link en Zelda, todos podemos ser Ludens.

 

Y lo más importante aún, y lo que más me causa hype es lo que dice esta imagen: «I’ll keep coming».
Esta frase me parece tan emblemática, tan significativa, tan Kojima.
Metal Gear Solid V  The Phantom Pain fue un fracaso como Metal Gear porque al final del primer capítulo del juego (de los cuales eran 5), Konami decidió cortarle los fondos monetarios a Kojima Productions, lo cual causó que Kojima prescindiera de músicos (como le pasó con 3 canciones de Tara Strong), artistas, programadores, y entre otros elementos necesarios para completar la obra maestra que prometía ser este juego, y obligando al creador nipón a construir una base sin vida con el único fin de hacer un modo online porque la industria actual lo exige. De esta manera, Konami, con un corazón corporativo (del cual no se le puede culpar) , frío y lleno de dinero, bota a Kojima por la puerta trasera de la empresa echando a perder lo que Kojima siempre soñó: darle continuación a Peace Walker con un Big Boss inspirando soldados viviendo como hermanos en el único lugar en el que pueden luchar por lo que creen sus corazones y no por lo que las agendas políticas de seres corruptos dictaminan, algo más allá: Outer Heaven.

Y ahora, Kojima tiene la oportunidad. La leyenda de Metal Gear Solid muere en el fango, como no se lo merecía, pero Kojima le dice a Konami: «I’ll keep coming», o sea, «Seguiré viniendo». Para mí esto es una sentencia, una sentencia de que no ha muerto, una sentencia de que no hay fuerza en el planeta que lo detenga a seguir inspirando con sus juegos, a que no importa de donde salga él seguirá volviendo, volviendo a joderles la vida, volviendo a demostrar de lo que está hecho, volviendo a demostrar que no hay barreras, pateando la puerta más grande y entrando con honores, que incluso del fango y de la muerte nace el fénix, nace el Ludens.

Y ahora, tomando al espacio como nuevo escenario filosófico, en donde nos preguntaremos sobre el significado del universo, del infinito, de lo pequeños que somos, y del cosmos que vive dentro de nosotros; en mi corazón, quien está dentro de ese casco no es nada más y nada menos que el alma del héroe Big Boss, que no ha muerto en MGS4 ni en MGS5, solo se ha trasladado a un nuevo cuerpo, y si en 1984 conquistó la Tierra con sus enseñanzas, ahora le tocará conquistar el espacio, nuestro espacio, conquistarnos a nosotros mismos. La escencia del héroe seguirá reencarnando, primero le tocó a The Boss, luego a Big Boss, luego a Solid Snake, y ahora ¡es tu turno Ludens, lleva tu bandera de conquista y sorpréndeme! «He’ll keep coming».

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