Ha llegado la hora estimados jugadores, ha llegado la hora de bajar las banderas del modelo de negocios de una época dorada y entrar en otro modelo de negocios que no me gusta para nada, la época de las consolas smartphone ha llegado. Y no hablo aquí de consolas que hacen llamadas, hablar por Whatsapp o publicar en Facebook (oh wait!) sino de como el anuncio de PlayStation Pro, Project Scorpio y Super Mario Run suponen un cambio sustantivo en la forma en la que consumimos videojuegos.
Como todo cambio hay cosas que deben morir y otras deben nacer; parte de las ideas a las que debemos renunciar, al menos en un principio es la sola idea de «generación de consolas». Ya no podemos hablar de ciclos preestablecidos sujetos a las mejoras tecnológicas e ingenieriles de antaño; en primer lugar porque la tecnología avanza cada día a una velocidad mayor, al punto de que compramos tecnología obsoleta apenas esta sale a la venta, segundo, porque los nuevos ciclos de las consolas están más dictados por la demanda de un producto nuevo cada dos o tres años que por un mejor aprovechamiento de los recursos tecnológicos para ofrecernos una experiencia de juego optimizada.
Así las cosas, cada quien hace lo que puede para ponerse al tanto de una corriente de consumo que va en picada, el hardware dedicado ha sido depuesto en contra de dispositivos multimedia que buscan satisfacer muchas necesidades a la vez. La computadora, los teléfonos inteligentes y las tablets han sustituido gran parte de la demanda de las personas por el entretenimiento. Y es que una cosa que no debemos olvidar, con este medio llamado videojuegos es que al final es mero entretenimiento, y el entretenimiento es una competencia por dos cosas: tu dinero y tu tiempo. Pensalo así: cada vez que leés un libro, un cómic, ves una película o una serie, es una decisión de dónde invertir tu tiempo y dinero que no está siendo dedicado a los videojuegos.
Las respuestas de las tres compañías ante esta situación, pareciera decantarse por dos vertientes, y digo pareciera porque aún no tenemos demasiada información de NX más allá de los rumores y tampoco tenemos una idea demasiado clara de lo que pretende Xbox con Project Scorpio. Por un lado tenemos la carrera de los cambios incrementales en la tecnología, que pareciera ser la vía que han adoptado Microsoft y Sony, al menos del lado de Sony esto sí quedó confirmado con el lanzamiento de PS4 Pro, en donde a la mitad de generación se decide sacar un modelo más potente para atrapar a esos usuarios que desean más poder a un precio accesible. De Microsoft podríamos decir algo parecido, ya que el anuncio de Scorpio fue precisamente vender la idea de una consola muy poderosa (la más poderosa que haya existido jamás) pero en la cual todos nuestros accesorios y juegos funcionarán normalmente. Estos cambios incrementales parecen ir completamente en contra de la lógica de un cambio abrupto cada 5 o 6 años en donde una nueva barrera tecnológica es superada y existen nuevos recursos para hacer más y mejores juegos, en cambio, estaríamos ante un automejoramiento constante de las tecnologías para desarrollar videojuegos, simplificando la vida de los desarrolladores pero complejizando la obtención de la última versión de la consola de nuestra marca favorita.
La segunda vertiente que podemos detectar o al menos suponer, es la que pretendería implantar Nintendo con su consola de nombre clave NX, y se llama ubicuidad del juego. Para quienes no entiendan el termino, ubicuidad hace referencia a poder jugar en todas partes al mismo tiempo, es decir, poder jugar desde la comodidad de tu casa o la incomodidad del autobus, pero jugar al fin y al cabo. Y es que según lo que se ha reportado últimamente, Nintendo ha decidido apostar nuevamente por el océano azul y están explorando el poder de sus ips incursionando en nuevos mercados como los smartphones. ¿Qué significa esto? Que según los rumores, podrás jugar en tu celular juegos de la marca pero que la experiencia real de los mismos será en la comodidad de tu casa cuando te conectés al NX para poder disfrutar de una experiencia completa. Super Mario Run es un ejemplo esclarecedor de esta filosofía; hace dos años era impensable ver al fontanero en un hardware que no fuera el de Nintendo, hoy en día se nos antoja como una movida esperable, después de todo, ¿A quién no le suena tentador jugar Mario donde quiera sin cargar algo más que su celular? y ¿A qué empresa no le suena tentador que por poca inversión 1. gane dinero y 2. atraiga a nuevos jugadores a su consola? Es un movimiento win-win de llegar a concretarse.
Si se preguntan por el movimiento de Microsoft de llevar sus ips a la PC es una movida bastante inteligente si me lo preguntan, pero, no podríamos catalogarla dentro de esta ubicuidad, en primer lugar, porque los juegos siguen moviendose en el ecosistema cerrado de Microsoft: su tienda de juegos exclusiva de su sistema operativo (el mismo que corre en Xbox) y en segundo lugar porque la idea de Microsoft es sacar algo de dinero del PC gaming, misma idea de PS NOW en computadoras. Esto no sería una filosofía del diseño de juegos o de plataformas, sino más bien, la búsqueda de una tasa de retorno de inversión más alta debido a lo oneroso de desarrollar videojuegos hoy en día.
Así las cosas, lo único que tenemos claro y seguro en este momento en la industria, es que no hay nada claro y seguro, tendremos un PlayStation Pro en noviembre, una nueva consola de Nintendo en marzo junto a un nuevo Zelda y la máquina más poderosa hecha hasta la fecha en diciembre de 2017 si todo sale según los planes de Microsoft. Si se lo preguntan, y para opinión de este servidor, la gran perdedora en este momento es la Realidad Virtual, no vemos aún esa necesidad y esa demanda de las personas por juegos en realidad virtual, más bien vemos como estamos tratando de llegar a definiciones cada vez mayores para tener una experiencia de juego más clásica mientras desde fuera Oculus Rift, HTC Vive y cuanto dispositivo de realidad virtual haya sido implementado para PC ven como la gente se pelea por alcanzar un nuevo estándar de ocho millones de líneas. Eso al menos hasta que tengamos en nuestras manos el PlayStation VR y los consumidores voten con su cartera, hasta entonces, el panorama de los videojuegos sigue siendo complicado, pero el de los consumidores aún más.
