Más allá de la polémica, la nueva adaptación cinematográfica de Ghostbusters logró recaudar alrededor de $230 millones a nivel mundial, sin embargo, el alto costo de producción y promoción provocó que no cumpliera con las expectativas de Sony.

Por eso, entre otras razones, el director Paul Feig es consciente de que una secuela “es poco probable”. Durante una entrevista para Den of Geek, Feig señaló: “Si el estudio tocara a mi puerta para hacer otra tendría que pensarlo, nos divertimos mucho y me encantó trabajar con ese equipo, pero me sorprendería mucho”.

Según The Hollywood Reporter, Ghostbusters necesitaba generar $300 millones para balancear las cuentas, así que por el momento están en números rojos por $70 millones.

A pesar de todo, Sony no se daría por vencido con la franquicia, por lo que estarían analizando la posibilidad de lanzar una película animada. Recordemos que una serie titulada Ghostbusters: Ecto Force, también animada, ya fue confirmada para 2018.

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