El fútbol está lleno de rivalidades, como la que se vive en Inglaterra cuando los Diablos Rojos visitan Anfield Road o cuando un tal Luis Figo entró al Camp Nou con la camiseta del Real Madrid o como cuando dos vecinos sacan el ábaco para contar los goles de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi en una temporada. No se puede obviar que el oponente juega un papel vital en la construcción de la identidad de un club, pero esta página es de video juegos y de eso es de lo que vamos a hablar. FIFA y PES se volvieron a ver las caras en el segundo semestre del 2016, los juegos de EA Sports y Konami presentaron varias mejoras para conquistar el objetivo de toda la vida: el público.
En pocas palabras PES ganó el partido de este año, lo hizo en la cancha y por la mínima. El juego desarrollado por Konami se apoyó en las individualidades para crear un sentido mayor de kinestetica que la postre fue determinante para imponerse ante un FIFA que apostó al juego colectivo y a la rigidez táctica para cautivar o dormir a la graderá. Fue como ver un duelo entre el Chelsea Mourinho y el Bayern de Pep Guardiola, los dos son equipazos pero con metodologías distintas.
Jugabilidad
FIFA 16 y PES salieron al mercado la semana anterior y la larga espera para los aficionados del deporte más hermoso del mundo (lo leen con la voz de Luis Omar Tapia) terminó. ¡Volvió la temporada! Los seasons, el ultimate team, el equipo de la semana, los comentarios fuera de contexto del matador Mario Alberto Kempes y las extravagantes celebraciones de Cristiano Ronaldo (¡¡¡¡¡¡EUUU!!!!!!) están de regreso.
La mayor diferencia entre FIFA y PES radica en el fondo, en el cómo se juega y yo como fan a muerte del 4-4-2 con un rombo en el media cancha, que predica el toque colectivo antes que las individualidades, no puedo dejar de amar estos cambios. En los dos juegos es difícil marcar un tanto, lo cual ha generado cierta molestia entre un grupo de jugadores, pero pongámonos la mano en el corazón y admitamos que un partido equilibrado en la vida real equivale a 88 minutos de una lucha constante, de traba y fuelle en la media cancha por el dominio del balón, los otros dos minutos restantes es cuando la magia ocurre…, y PES sabe como aprovechar esos dos minutos.
El juego de Konami logró la ventaja por la presentación de los jugadores más conocidos por ejemplo, es increíble cuando un jugador como Pablo Zabaleta arranca por la banda derecha para mandar un centro a la cabeza Edin Dzeko, o un remate fuera del área del incontenible Carlitos Tevez o la gambeta de Lionel Messi para romperle la cadera a Boateng o un pase de 40 metros de Steven Gerrard. PES sabe emular a la perfección aquellos instantes que nos quitan el aliento frente al televisor o en la butaca de un estadio, no por nada le dicen en Inglaterra the beautiful game.
También las barridas son excepcionales, sobre todo cuando defensores espigados como Diego Godín o un John Terry ponen el cuerpo para desplazar a un jugador menudito como Hazard o Griezmann o se tiran al piso para ganar la posesión de la pelota, y el que diga que una barrida no levanta a un estadio es que nunca ha visto a Yeltsin Tejeda en un partido de la Hexagonal.
Lo mas importante, por lo menos a mi parecer, es que PES asemeja lo impredecible que puede ser el fútbol, el balón puede dar un pique hacia afuera o hacia adentro, pero uno no sabe qué va a pasar y porque es impredecible. En cambio FIFA peca en ser estático y con porteros superdotados que son una muralla, pero quizá el peor yerro del juego de EA es lo predecible que puede ser después de una decena de partidos.
Tanto en PES como en FIFA salir jugando es más complicado, hay que pensar mas las transiciones y en algunos caso abusar del pelotazo, exactamente como en la vida real. Quizá esta mecánica le parezca aburrida a los jugadores más veteranos de la saga, pero así es el fútbol. Se acuerdan lo sencillo que era que un central como Sergio Ramos, en un solo movimiento de cuerpo diera un giro de 180 grados para luego dar un pase preciso a Cristiano Ronaldo quien esperaba en la media cancha para empezar a galopar hacia la portería rival, eso ya no pasa, los defensores tienen que pensar en los movimientos y si es necesario reventar el balón hacia a la banda. Salir del lado de la cancha es un lujo que se gana con paciencia.
Online
FIFA tiene la ventaja de la infraestructura. La interfaz del juego supera por mucho a PES, además los tiempos de carga del tiempo japonés son ridículamente largos o quizá que para la primera semana habían muy pocos usuarios en el sistema. También PES peca con el sistema de licencias ,y si, digan lo que digan jugar con con el Liverpool no es lo mismo que jugar con el Merseyside Red y nunca fui fan de estar editando el nombre a los equipos. Ain’t have time for that
Ultimate Team sigue siendo mejor que My club y por mucho. En el terreno de los juegos Online, FIFA mantiene un ventaja preponderante por Ultimate, aplicación que se ha convertido en el núcleo de la franquicia en los últimos cuatro años, en serio señores eso es un vicio del que hablaré en otro artículo. EA implementó un nuevo sistema de juego, Futbol Drafts que le da la oportunidad al jugador de usar un equipo alternativo, lo cual es un agregado refrescante.
También tenemos nuevas incorporaciones, a buena hora EA Sports tomó la delantera y se volvió inclusivo al colocar selecciones femeninas en el rectángulo de juego, un cambio pequeño, sí pero también importante… a EA solo le tomó 22 años concretarlo. Con respecto al fútbl femenino se siente diferente a un partido de fútbol, la mujeres tienen más libertad para moverse por toda la cancha y se sienten más ágiles en las transiciones de la pelota sobre el suelo.
En puntos generales FIFA continúa siendo el favorito en las ventas porque no se puede negar que tiene mejor marketing y la interfaz es más amigable con los usuarios, pero a los que nos gusta el balompié tenemos que ponernos la mano en el corazón y aceptar que este fue el año en el que PES regresó al trono de los juegos de emulación de fútbol, nada mal, apenas para celebrar su vigésimo aniversario. ¡Qué vivan Castrolo y el Merseyside Red!
