Las estrellas deberían estar en el cielo, y su luz siempre es algo hermoso que ilumina el firmamento. Lo lindo de Pode es que tenemos el chance de pasar niveles controlando una tierna estrellita que cayó del espacio exterior y cuando aterriza se hace amiga de una roca, a partir de ahí, ambos se encaminan en una aventura llena de rompecabezas y ambientes muy hermosos que toman lugar en cavernas, ruinas, y lugares basados en la cultura antigua noruega.
Entonces, una vez nuestros pequeños personajes se conocen, empezamos de una vez a completar puzzles que requieren el trabajo en conjunto de ambos personajes. Cada uno tiene el poder de crear vida en algo en específico, ella, con su luz, puede hacer florecer todas las flores y fauna de los entornos que yacen inertes en el mundo, mientras que nuestro amigo roca, puede hacer que los minerales abunden. Ambos, con estas habilidades, activan monumentos, crean plataformas para subir a zonas altas, o descubren secretos para recoger coleccionables por los niveles.
Al ser un juego donde tenemos dos protagonistas, tenemos el chance de jugarlo con otra persona de manera local, e incluso, podemos cambiar de personaje en cualquier momento, por lo que si para uno de los jugadores es complicado hacer una acción específica, el otro puede tomar el control de ese personaje para lograr completar la acción. Yo lo jugué con mi hijo, y juntos la pasamos bien, aunque sí hay que ser sinceros, que ya tras una hora y media ambos quisimos pasar a jugar algo más. Pode es demasiado repetitivo, pero me gusta que sea una experiencia tranquila para disfrutar un buen rato completando rompecabezas con mi familia. También se puede jugar solo, en caso de que no tengamos con quien pasarlo.
La jugabilidad es muy simple, con un botón hacemos uso de la habilidad especial de nuestros protagonistas, mientras que también pueden saltar, tomar objetos para colocarlos en interruptores. Es todo muy sencillo, fácil de entender, por lo que cualquiera puede entrar de lleno a la aventura aunque sea un jugador casual. Me quejo de algunas partes que requieren saltar en unas hojas que salen de la pared, pues a veces no es posible subirse aunque hagamos bien el salto, y aunque caemos en el puro centro de las hojas, el personaje se cae.
En el apartado visual, Pode es muy bonito, con texturas agradables y detalles bonitos en los ambientes de cada nivel. Sí echo de menos un poco más de variedad en los niveles, pero entiendo que el juego toma lugar en las ruinas o cavernas de una civilización antigua en las zonas nórdicas. Lo relativo a la música y el audio es aceptable, no es la gran cosa, pero tampoco queda debiendo.
De momento, Pode tiene un precio de $20 USD, y se puede jugar literalmente en cualquier PC gracias a sus requisitos de sistema tan básicos. Es un juego que recomendamos a quienes gustan de pasar momentos tranquilos, bastante relajados a la hora de jugar, estando acompañados, o en la alegría de la soledad. Quizá lo mejor sea cogerlo en oferta a un 50% de descuento.