No sé si alguien compartirá mi sensación, pero saliendo del cine el pasado 25 de mayo sentí que ahora sí comenzó la llamada «era Disney» de Star Wars. Parecerá extraño, claro, pues ya vamos cuatro películas adentro de la mencionada era, con la trilogía de secuelas a un episodio de terminar y dos spin-offs a cuestas.

El caso es que es la primera vez que siento que salí de una película de Star Wars verdaderamente diferente. En esta nueva era, en la que mucho se ha hablado de películas diferentes, es hasta ahora que siento verdaderamente un cambio de estilo. Rogue One, si bien fue distinta, estaba aún muy cerca de la idea original, mientras que The Last Jedi, odiada por muchos (entre los que no me incluyo) fue también una película diferente pero dentro de los mismos parámetros. Ya que forma parte de la saga original, no podía ser de otra manera.

A continuación comentaré mis impresiones sobre Solo: a Star Wars Story, las cuales contendrán todos los spoilers imaginables, por lo que si no han visto la película, háganlo antes de leer lo que sigue.

Qi’ra y Han en una de las escenas iniciales de la película

Solo tenía varias particularidades asociadas por defecto. Por un lado, al tratarse de una historia desarrollada en la juventud de Han, la Fuerza no podía hacer una aparición importante (dado que en A New Hope él afirma nunca haber visto nada que se pueda considerar producto de esa energía mística), así como tampoco podían aparecer Leia, Luke, Obi Wan ni Darth Vader. Tampoco podía haber acercamientos entre Han y la Rebelión, por lo que las posibilidades narrativas no eran muy llamativas.

Y en efecto, Solo no incluye mucho de lo que es tradicional en la saga. Lejos de la intensidad mística y cuasi-filosófica de entregas anteriores, se enfoca en ser una película de acción y aventuras más tradicional, por lo que es probable que no cambie la vida de nadie ni deje un puñado de frases memorables para poner en camisetas. Pero el apartarse de esa intensidad dramática permite que las cosas se tomen un poco más a la ligera y, precisamente por eso, la película se pueda disfrutar de otra manera.

En términos generales, me pareció una buena película. No es de las mejores de la saga, probablemente ni siquiera de las cinco mejores, pero resulta lo  suficientemente  entretenida y divertida como para considerarla un buen añadido. Si bien no hay demasiados elementos que se puedan considerar cruciales para actualizar a los personajes que ya conocíamos, no deja de llamar la atención cómo se muestran eventos que sabíamos que habían ocurrido pero de los cuales ignorábamos los detalles.

Chewbacca, Beckett y Han en el icónico salón del Halcón Milenario

Otro punto interesante es que finalmente vimos la tierra natal de Han, la cual dista mucho de un lugar agradable. Corellia es un planeta industrial en manos del Imperio en el que se fabrican naves y en el que el bajo mundo es cruento y materialista. La relación con Qi’ra se enmarca originalmente en este escenario y brinda algunos de los momentos más emocionales de la historia. Por un lado, la separación justo antes de lograr escapar del control imperial, situación que se da muy temprano en la película y aún así logra conmover y dar una motivación a Han para ponerse en marcha. Más adelante, cuando se encuentran en el castillo de Dryden Vos, es conmovedor cómo Han siente que finalmente cumplió su propósito… mientras que ella tiene ya objetivos muy distintos.

Sobre Qi’ra, me gustó más el personaje que la actuación de Emilia Clarke, la cual no es mala pero tampoco particularmente destacable. Con todo, el personaje nunca deja de ser intrigante y ofrece unos de los giros más inesperados de la trama.

Emilia Clarke interpreta a Qi’ra

Hablando de trama, tengo que reconocer que se las ingeniaron para sorprenderme de más de una manera. Viendo los trailers, me parecía que la película trataría fundamentalmente de la formación del equipo de contrabandistas y la misión que se les encomendaba. Aunque sí se trata de eso, el énfasis en la formación del equipo fue menor del que esperaba y de hecho no vi venir que tanto Val como Rio murieran tan rápido. En una película en que los personajes principales tienen garantizada la sobrevivencia, me pareció apropiado que murieran de súbito algunos de los nuevos.

Por suerte, temas que eran delicados se manejaron de muy buena manera. Me gustó cómo se conocieron Han y Chewie. También, en ese campamento imperial cuando Han iba a ser castigado precisamente con que el wookie lo devorara. Me resultó fascinante que Han hablara wookie, pues aunque sabíamos que lo entendía, nunca lo habíamos visto articularlo, lo cual nos deja también claro que otras especies son capaces de hacerlo. Además, en el momento resulta muy apropiado que hable en la lengua de Chewie, pues esa es la razón por la que este accede a ayudarle a escapar.

Chewbacca, interpretado de nuevo por Joonas Soutamo, es parte importante de la película, como era de esperarse

En particular, yo temía por la definición que le darían a la famosa «Kessel Run«, pero me gustó que se tratara de ese peligroso recorrido a través de la nebulosa, el cual el Halcón logró en 12 pársecs (redondeando hacia abajo, claro). Me gustó también la escena en que Han le gana la nave a Lando, sobre todo porque lo hizo jugando limpio y, de paso, obligando a Lando a hacerlo; el único pero de esta escena es que se siente desconectada, como si la película ya hubiera terminado y le agregagran esa escena porque tenía que salir sí o sí. Algo que sí creo que dividirá a los fans es la asignación del apellido, que no me disgustó per se, pero comprendería que no sea bien recibida por mucha gente. Además, me pareció contradictorio que primero dijera no tener familia y más adelante  recordara a su papá, un fabricante de cargueros corelianos. Aunque de alguna manera se podría justificar, no deja de ser un descuido de guionistas.

El personaje de Enfys Nest nunca llega a ser tan interesante como la película trata de que lo sea. Por un lado, la rebelación de que la gran amenaza es una chica me parece un truco un poco desgastado a esta altura, así como me resultó forzada su conexión con la incipiente Rebelión. De hecho, todo su arco queda como algo forzado que en realidad no es necesario en la trama, salvo para agregar algunos momentos de tensión. En todo caso, al menos no lo dejaron como un enmascarado más que se limita a ser el antagonista de turno y más bien la aprovecharon para mostrar otra de las atrocidades del Imperio.

Enfys Nest se echa al hombro el papel de antagonista durante buena parte de la película.

La música de John Powell es uno de los puntos más altos, en tanto es casi totalmente nueva pero incluye melodías de la banda sonora original de forma impecable. Es un deleite estar escuchando una buena pieza de música al fondo y que de pronto se note una tonada reconocible de esas que atesoramos en el corazón. El uso de voces y de algunos instrumentos poco comunes en Star Wars también resulta muy refrescante.

Con respecto a las actuaciones, estas fueron otra grata sorpresa. Tanto Alden Ehrenreich como Donald Glover resultaron excelentes en sus roles y, en una opinión que tal vez no sea tan popular, he de afirmar que me gustó más el primero. Claro, Glover hace un trabajo excelente como Lando, de hecho cuando habló por primera vez sentí verdaderos escalofríos pues me pareció estar realmente escuchando a Lando, practicamente logra la misma voz que Billy Dee Williams. Sin embargo, precisamente por eso sentí que Glover estaba «imitando» a Lando, mientras que Ehrenreich, en lugar de imitar a Harrison Ford, se aproximó al personaje de Han desde su propio estilo de actuación, consiguiendo emular muy bien al personaje sin tratar de imitar la versión anterior. Y claro, también hay momentos con él que producen escalofríos, sobre todo cuando sonríe y uno no puede evitar sentir que sí, ese de hecho es Han Solo.

Donald Glover como un excelente Lando Calrissian

Woody Harrelson se la jugó también como Tobias Beckett, el contrabandista que funge como mentor de Han, sobre todo por el ciclo que provoca que él mismo le aconseje desconfiar de todos y al final tenga razón del todo pues termina traicionándolo. El que la aventura de ambos se cierre con un duelo en el que, llenémonos la boca al decirlo, HAN DISPARA PIMERO, fue un detalle hermoso y trágico, sobre todo porque Han acude a acompañar a Beckett mientras este fallece.

Paul Bettany como Dryden Vos es excelente, aunque es una lástima que apenas aparezca en la película. Me encantó el duelo con Qi’ra al final, pero sí quedé con ganas de verlo más, de que tuviera un papel más activo en la historia. Vale resaltar, eso sí, que es muy gratificante ver finalmente de cerca ese mundo del crimen organizado, del cual solo teníamos noticias lejanas.

Paul Bettany es Dryden Vos, el villano de la historia

En cuanto a los otros personajes, tanto Rio como L3 me parecen los más interesantes. El primero como el alienígena hablador y amistoso, el cual de hecho es duro ver morir en la secuencia del tren; la segunda es la droide de turno, esta vez como una revolucionaria partidaria de los derechos de los sintéticos. Esta aproximación me gustó pues nunca habíamos visto en Star Wars a un droide que adquiriera consciencia de la explotación de la que los suyos son víctimas, lo cual era extraño en un unvierso en que los droides tienen total inteligencia y, de hecho, en algunos casos hasta son capaces de sentir dolor físico. Toda la secuencia de la revolución es divertida y emocionante a la vez.

Y no es posible reseñar esta película sin mencionar un elemento que, aunque pasajero y hasta cierto punto inconexo, tiene muchísimas implicaciones: el cameo, devastadoramente sorpresivo, de quien fuera conocido como Darth Maul. Esta aparición me parece un arma de doble filo (pun intended) ya que solo la entienden quienes han seguido el canon extra-fílmico, tanto las series de televisión como algunos de los cómics, pues es precisamente en The Clone Wars en que aprendemos que el sith no murió al ser cortado a la mitad por Obi Wan en The Phantom Menace y que más bien continuó deambulando por la galaxia, llegando a tentar al joven Ezra Bridger y enfrentándose una última vez a Obi Wan en las dunas de Tatooine, donde encontró finalmente la muerte.

Como decía, se trata de un movimiento osado por parte de los escritores, pues no todos comprenden la aparición del personaje, pero se trata de un gran reconocimiento para quienes hemos seguido las series y otros materiales, los cuales adquieren una nueva relevancia gracias a esta inclusión en una película de algo que hasta ahora permanecía al margen.

Rey Park volvió a interpretar a Maul tras 19 años

De hecho, esto hace pensar muchísimo en qué pretenderán hacer a partir de ahora. Creo que es muy evidente que quieren reutilizar estas versiones de los personajes, sin embargo habrá que ver si la película recauda lo suficiente como para que una secuela tenga lugar. La mención al gángster que está reuniendo un equipo de contrabandistas en Tatooine es claramente una referencia a Jabba, quien sabemos que empleó a Han en algún momento. No obstante, eso no es garantía de que vayan a hacer otra película en que veamos esa relación laboral; perfectamente podrían dejar el asunto ahí y ya sabríamos que Han y Chewie están informados del trabajo que terminarán realizando.

Ahora bien, la aparición de Maul sí parece garantizar que el personaje volverá en una forma u otra. Eso sí, no necesariamente en una secuela de Solo. De nuevo, Han no podría tener un encuentro cercano con él, dado lo escéptico que es con respecto a la Fuerza en A New Hope, por lo que usarlo como villano en esa película en particular no sería muy conveniente. Pero igual, las posibilidades son infinitas de ahora en adelante. Con los fuertes rumores sobre una película de Boba Fett, podría ser que el antiguo sith termine incluído en ese filme en particular.

Alden Ehrenreich como Han Solo. Buen trabajo.

Pues bien, para responder a la pregunta del título, podríamos decir que el segundo spin-off deja un muy buen sabor de boca, no solo porque se logró concretar una película entretenida y bastante coherente, sino que se consiguió una unificación del canon practicamente sin precedentes y se dejaron posibilidades abiertas tanto para ver secuelas de esta propia película como para ver elementos muy interesantes en otras entregas. Podemos salir tranquilos en tanto no arruinaron a Han Solo ni introdujeron ningún elemento que contradijera o modificara gravemente la versión del personaje que crecimos amando. Todo eso, claro, sin alcanzar niveles de obra maestra ni mucho menos.

En fin, tal vez no necesitábamos de esta película, pero podemos alegrarnos de que es una pieza decente de cine y que nos dio más metraje de nuestro contrabandista favorito, al cual tuvimos que despedir tan duramente hace dos años.

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