Si alguien terminó mal el 2017, fue EA. Su intento de convertir Star Wars Battlefront II en una excusa para sacarle dinero indiscriminadamente a los fans no fue para nada exitosa. De hecho, la empresa de videojuegos se volvió el villano universal del segundo semestre del año, y empezó incluso una discusión legal sobre la naturaleza misma de los loot boxes y las microtransacciones en los videojuegos.
En Battlefront II, los usuarios podían emplear dinero real para comprar cajas aleatorias, donde obtenían recompensas exhorbitantes que les permitían avanzar sumamente rápido en el juego. De ese modo, los jugadores que no invirtieran dinero, no podrían tener una experiencia ni similar a la de los más despilfarradores. Además, el modo online se volvía una lucha entre ricos y pobres, prácticamente, donde sólo los que compraban loot boxes podían ganar. Esto desató la furia de gamers y medios por igual y llevó a EA a desactivar por completo las microtransacciones en su juego de manera temporal.
Pues para bien o para mal, ese período de desactivación ya ha finalizado. No obstante, el regreso de las opciones de paga viene con importantes cambios que, al menos a simple vista, indican que la compañía aprendió su lección.
A partir del 21 de marzo, los loot boxes y las Star Cards dejarán de poder ser adquiridos a través del sistema de compras. El progreso se dará únicamente a través de puntos de habilidades y de experiencia, que se conseguirán jugando. No obstante, los jugadores podrán comprar cambios de apariencia y cosméticos para sus personajes empleado dinero real.
Este cambio implica que el sistema de progreso ahora será completamente lineal, aunque quienes ya hayan comprado mejoras para sus personajes las mantendrán. Ojalá que este ejemplo sirva de moraleja para otras compañías que pretenden que sus juegos, en lugar de divertir, expriman las billeteras de los jugadores. Los videojuegos, y todos los productos geek, deben ser para que los fans disfruten, no para que se aprovechen de nosotros. ¡No nos dejemos nunca más! ¡Seamos la rebelión!
